GAIO El mantra IAO
Cuando en el Sanctum Sanctorum del templo de Salomón, el sumo sacerdote pronunciaba el terrible Mantram I.A.O. resonaban los tambores del templo para impedir que los profanos escucharan el sublime I.A.O.
Diodoro en uno de sus poemas dice textualmente lo siguiente: "sabed que entre todos los dioses el más elevado es I. A. O." Aidés es el invierno, Zeus principia en primavera. Helios en verano y en otoño vuelve la actividad I.A.O. que trabaja constantemente.
I.A.O. es Jovis Pater, es Júpiter, a quien llaman los judíos sin derecho Yahvé. "I.A.O. ofrece el sustancioso vino de vida, mientras que Júpiter es un esclavo del Sol." I. Ignis (fuego, alma).
A. (Agua, sustancia). O. (Origo, causa u origen). I.A.O. es el nombre de Dios entre los gnósticos. Dios está simbolizado por la vocal O que es el círculo eterno. La I simboliza al Yo, pero ambas se entremezclan con la A como punto de apoyo. Este es el poderoso Mantra o palabra mágica que hay que pronunciar durante el trance de Magia Sexual con la sacerdotisa.
Hay que prolongar el sonido de las tres vocales así: IIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAA, OOOOOOOOOO, exhalando todo el aire de los pulmones con cada letra. Esto muchas veces. Luego hay que seguir con las vocales OU AOAI OUO OUOAB KORE prolongando el sonido largamente sobre las vocales, que hacen vibrar potentemente todo el conjunto humano transmutando el semen en luz y fuego.
Enseguida se continúa con los poderosos Mantras KAWLAKAW, SAWLASAW, ZEESAR, acentuando el sonido sobre las vocales. KAWLAKAW, hace vibrar al Intimo. SAWLASAW, hace vibrar a nuestra personalidad. ZEESAR, hace vibrar nuestro Astral. El acto de Magia Sexual debe terminar orando al Intimo y rogándole que despierte su Kundalini. Estos Mantras hacen vibrar nuestro Crestos y nos hacen dar ánimo y valor para dominar a la bestia pasional.
El Mantra I.A.O. es el poderoso Mantra de nuestras fuerzas sexuales. I.A.O. es el Mantra de nuestro Kundalini. La vocal I hace vibrar nuestra glándula pineal y nuestra Alma. La vocal A hace vibrar nuestro cuerpo físico. Y la vocal O hace vibrar nuestros testículos transmutando el semen y haciéndolo ascender hacia arriba, hacia la cabeza, esa vocal también hace vibrar nuestro Kundalini y nuestro Intimo. Así pues, I.A.O. es el nombre de Dios entre los cristianos gnósticos.
El evangelio de San Juan comienza cantando al Verbo. "En principio era el verbo y el verbo estaba con Dios y el verbo era Dios". "Este era el principio con Dios, todas las cosas por él fueron hechas y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho". "En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres". "Y La luz en las tinieblas resplandece, más las tinieblas no la comprendieron". (Del evangelio de San Juan).
El que se une con el Intimo, parla entonces el verbo de oro. El gran verbo de los dioses es una gramática cósmica cuya euforia solemne sostiene al Universo firme en su marcha. Esta es la lengua de poder, que el hombre parlaba en esa antigua tierra, donde se reverenciaba a los hijos del fuego y que se llamaba la Arcadia. Esa es la lengua en que parla todo el Universo. Lengua divina y de terrible poder.
En esa lengua misteriosa escribió el ángel de Babilonia tras los candelabros de oro y en el encelado de la pared el "Mene Mene Tekel Upharsin" en el fastuoso banquete de Baltasar. En esa lengua omnipotente, quedó sentenciada la suerte de Babilonia. Pero esa lengua divina sólo la entienden aquellos que ya se unieron con su Intimo. En aquel fastuoso banquete de Baltasar cuenta la Biblia que sólo hubo un hombre capaz de interpretar esa misteriosa escritura y ese hombre fue Daniel el profeta.
Y habló aquel varón de Dios, así: "Antes contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus príncipes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos, además de esto, a dioses de plata y de oro, de metal, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben, diste alabanza, y al Dios en cuya mano está tu vida y suyos son todos tus caminos nunca honraste; entonces de su presencia fue enviada la palma de la mano, que esculpió esta escritura y la escritura que esculpió, es: "Mene Mene Tekel Phérez Upharsin".
La declaración del negocio es: Mene, contó Dios tu reino y halo rematado. Tekel, pesado has sido en la balanza y fuiste hallado falto. Phérez, tu reino fue roto y es dado a Medos y Persas. Entonces mandándolo Baltasar, vistieron a Daniel de púrpura y en su cuello fue puesto un collar de oro y preguntaron de él que fuese el tercer señor en el reino. La misma noche fue muerto Baltasar, rey de los caldeos, y Darío de Media tomó el reino siendo de sesenta y dos años". Esto es textual del libro de Daniel y obliga a todos los sabios a pensar.
Con razón dice san Juan: "en el principio era el verbo y el verbo estaba con Dios y el verbo era Dios".
"Tembló el poderoso rey Baltasar en la noche trágica de su fastuoso banquete, ante la escritura terrible que interpretó Daniel, y palidecieron sus mejillas y temieron sus príncipes y señores, sus mujeres y sus concubinas y la luz mortecina de sus candelabros de oro y los dioses de piedra, de hierro, de plata, que ni ven, ni oyen, lo miraban con sarcasmo irónico al lado de las ricas vestiduras y valiosos joyeles de sus cortesanos".
Y es que ante el verbo de oro tiemblan las columnas de ángeles y de demonios. El verbo hace estremecer la tierra y los rayos y tempestades le sirven de cetro. Cuando la humanidad olvidó la divina lengua que otrora conocía en los viejos tiempos de la Arcadia, quedó entonces fuera del paraíso. Perdió su maravilloso poder y construyó la Torre de Babel, esa Babel de tantos idiomas que ha confundido a todos los hijos de los hombres, que en los antiguos tiempos eran amos y señores.
Las últimas raíces de cada lengua pertenecen a la lengua de oro. El idioma oculto es un idioma perfecto, es la palabra perdida. Por ejemplo, si yo quiero decir dinero en lengua oculta tengo que decir "Dinaira". Si yo quiero referirme a una revolución política o acontecimiento político, diré, voy a hablaros del asunto importante de "Bernabé".
El Mantram AUM, si se llega a pronunciar como es debido, puede producir una catástrofe. Y se ha probado que una palabra suave apacigua la ira.
Fecha última actualización: 24/08/2020
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