La gran batalla luz y tinieblas
En Jeremías, capítulo 21, versículo 8, se lee: "he aquí que yo pongo delante de vosotros dos caminos: el de la vida y el de la muerte". El hombre puede aprovechar la mujer para redimirse o para hundirse en las tinieblas donde existe el llanto y el crujir de dientes.
Desde el amanecer de la vida existe una gran batalla entre los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas. Esa gran batalla entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas, entre los dioses del crepúsculo y los terribles señores de las cavernas tenebrosas, es la lucha entre el bien y el mal. Esa lucha se efectúa en nuestra atmósfera planetaria, en esa esencia brillante que palpita en el aire y que se mezcla con el aire que respiramos, pero sin confundirse con el aire.
Esa esencia también es material y se llama la Luz Astral, precisamente de esa esencia material está hecho el Cuerpo Astral de nuestra Alma. La Luz Astral es el depósito de todas las formas pasadas, presentes y futuras de la Naturaleza, es el Azoe y la Magnesia de los antiguos alquimistas, el dragón volador de Medea, el INRI de los cristianos, el Tarot de los bohemios.
Es un fuego desprendido del nimbo del Sol y fijado en la Tierra por la fuerza de la gravedad y por el peso de la atmósfera, el Sol la atrae y la repele. Ella atrae tras de sí la masa planetaria al ser y inhalada por el Sol y repele la masa planetaria al ser exhalada por el Sol, siendo esto la causa de la repulsión planetaria. Es la palanca de Arquímedes: "Dadme un punto de apoyo y moveré el Universo", decía Arquímedes.
La Luz Astral es el secreto de todos los poderes y la llave de todos los imperios. Tiene dos polos: uno positivo y otro negativo; el positivo es la Serpiente de bronce que sanaba a los Israelitas en el desierto y el negativo es la Serpiente tentadora del Edén. El positivo es la Luz, el negativo son las tinieblas donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes.
En la Luz moran los hermanos del Amor, en las tinieblas moran las almas extraviadas por los terribles senderos del mal. En la Luz moran los hijos de Dios, en las tinieblas los hijos de las sombras. Nuestra Tierra está dirigida por Cristo y Yahvé, que viven en lucha eterna.
Yahvé es aquel demonio terriblemente perverso que tentó a Cristo en la montaña y tentándole le decía: "Itababo, todos estos reinos del mundo que los entrego si te arrodillas y me adoras". Y Cristo le decía: "Satán, Satán, escrito está, al Señor tu Dios no tentarás y sólo a él obedecerás". Yahvé es el jefe de la fraternidad negra y Cristo es el jefe de la fraternidad blanca. Los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas en eterna lucha. Cristo tiene sus planes; Yahvé también tiene los suyos. La mitad de la humanidad va con Cristo, la otra mitad con Yahvé.
Todos estos seres buenos y malos viven en la atmósfera Astral de nuestro planeta; todos ellos tienen Cuerpo Astral. Allí también moran las Almas de los muertos. El Cuerpo Astral es un organismo que tiene su fisiología, su biología y sus centros de percepción sensorial. El Cuerpo Astral es un cuerpo material, que también necesita comer alimentos afines para su conservación, los muertos también comen, ellos también necesitan nutrir sus Cuerpos Astrales.
El Cuerpo Astral del hombre es femenino, tiene su fisiología y biología femenina y ultrasensible. El Cuerpo Astral de la mujer es masculino, el Cuerpo Astral de la mujer es varón. El Mundo Astral es un mundo completamente material; la Luz Astral la respiramos y penetra nuestro aire sin confundirse. Cada Alma blanca, tiene una Alma gemela que la antagoniza y es su polo contrario. Existe el Amor y existe el contra Amor. El Amor está representado por Anael, el ángel del Amor y el contra Amor está representado por Lilith.
Anael es un ángel rubio y de blanca túnica; es sonrosado su rostro como la aurora. Anael es el ángel de los hogares, el ángel de la música y la belleza. Anael maneja el rayo positivo de Venus; su Alma contraria, Lilith, maneja las furias, trae las decepciones a los hogares.
Lilith el alma gemela de Anael es un niño terriblemente perverso; sus cabellos desteñidos y su túnica de colores negro y azul, nos hablan de su naturaleza demoníaca. Lilith maneja el rayo negativo de Lucifer Venus. Cuentan las tradiciones que Jámblico el gran teúrgo hizo salir de una fuente estos dos genios ante las atónitas multitudes: el Amor y el contra Amor. Eros y Anteros.
Todo ser humano tiene una Alma Gemela que es su polo contrario, ese es el secreto más grande del Amor, ese es el secreto de las Almas Gemelas. Cada ser humano tiene una estrella, bajo la cual evoluciona y progresa; en esa misma estrella también evoluciona su Alma Gemela, su Alma contraria y cada paso que el Alma luminosa da en la luz, también lo da su alma tenebrosa en las sombras. Cada estrella tiene dos rayos: uno es positivo y el otro es negativo.
Marte tiene como jefe de su rayo positivo a un ángel bello y hermoso, el divino Elohim Gibor y como jefe de su rayo negativo y destructor al terrible demonio Andramelek, el cual está encarnado ahora en China.
La Luna tiene como jefe al divino Jehová y como jefe del rayo negativo al horrible demonio Chavajoth. Jehová por medio del rayo positivo de la Luna, dirige la sexualidad en su forma más pura y santa. Chavajoth su Alma Gemela dirige la pasión animal, la fornicación; en su forma más depravada. Cultiva sus misterios en una caverna tenebrosa y está ahora en el siglo XX encarnado en Alemania. Se hace pasar como veterano de la guerra y trabaja para Yahvé. Tiene túnica y turbante rojos; es de belleza maligna. Así sucesivamente todos los planetas del espacio tienen dos polos, uno positivo y otro negativo.
El ser humano sufre porque no se ha polarizado con las fuerzas positivas de las estrellas; el ser humano es malo y por lo tanto está polarizado con las fuerzas negativas y destructoras de las estrellas, por ello sufre, llora y gime. Pero cuando la humanidad haga carne y sangre la doctrina del Salvador del Mundo y todo el mundo se resuelva a seguir el ejemplo de Cristo, entonces nos habremos polarizado con las fuerzas positivas de las estrellas y habrá felicidad sobre la faz de la Tierra.
Los rayos negativos de las estrellas son terriblemente malignos. Polaricémonos con los rayos positivos, sigamos a Cristo y no a Yahvé, y la felicidad será nuestra. En el Astral hay templos de luz y templos de tinieblas y donde la luz brilla más claro, es allí también donde las tinieblas brillan más espesas.
En España, Cataluña, existe un templo maravilloso en estado de Jinas. En ese templo maravilloso está guardado el Santo Grial; el Santo Cáliz en que Cristo bebió en la última cena. Ese cáliz está lleno de sangre real, sí, lleno de la sangre del Redentor del Mundo, que José de Arimatea recogió al pie de la cruz. Ese cáliz es de plata y no de oro como piensan muchos neófitos. Ese monasterio sagrado está habitado por los hermanos de la fraternidad blanca. Ellos son los fieles custodios del Santo Grial.
Hubo un tiempo en que ese cáliz y ese templo estuvieron en el mundo físico pero los Maestros de la Logia Blanca los hicieron invisibles. ¿Cómo? Sencillamente: pasaron éstos al Mundo Astral. Esto se llama poner un cuerpo o cuerpos en estado de Jinas. El cuerpo puede ser sacado de la región física y ser colocado dentro de la Región Astral, sin perder sus características físicas, queda sujeto a las leyes del Plano Astral y protegido por esas leyes.
Las tribus indígenas de América son hábiles en esto. Esto es llamado por los indígenas "encanto", y así hay lagunas, templos, tierras y montañas encantadas. Los sacerdotes indios guardaron sus templos y objetos sagrados más importantes en esta forma, colocaron sus objetos sagrados dentro de la Cuarta Dimensión y en esa forma los protegieron de la profanación de los civilizados españoles que destruyeron y acabaron con todo lo que encontraron a su paso.
Pero no podía faltar en España un templo de tinieblas para antagonizar al Santo Grial. Ese templo de tinieblas está situado en Salamanca, España. Hablo del salón de la brujería. Ese salón es uno de los tantos salones de los tenebrosos caballeros del Grial negro.
Miremos esta curiosa analogía de los contrarios. El templo de Montserrat España es un espléndido monasterio. El templo de Salamanca es un espléndido edificio. El templo de Montserrat tiene dos pisos. El edificio de Salamanca también tiene dos pisos. El templo de Montserrat tiene bellos y dulces jardines. El edificio tenebroso de Salamanca tiene también sus jardines hermosos. La analogía de los contrarios reina en todo el Universo.
Ambos edificios son espléndidos. En ambos edificios se habla del bien, de la verdad y de la justicia. En ambos edificios reina el orden y la cultura. En ambos edificios se habla de la santidad y del Amor. Esto causará asombro al lector y dirá: ¿Cómo es posible que en un templo tenebroso del mal se hable de Amor, de santidad y de respeto? Pero amado lector no se desconcierte, los magos negros son lobos vestidos con piel de ovejas. Para los magos negros, es bueno y santo todo lo que pertenezca a la magia negra a Yahvé, a las tinieblas, al mal.
Y para los magos negros lo que pertenezca al Cristo y a la Luz es malo y perverso. Ellos dicen que los magos blancos son diablos blancos y que Cristo y la Virgen María son personas malvadas. Por eso es por lo que en los templos tenebrosos de esos extraviados hijos del mal, jamás se puede nombrar a Cristo ni a la Virgen.
Si el investigador ocultista penetra con su Cuerpo Astral en el salón de la brujería, se encontrará con unas hermosas y elegantes escaleras en espiral que lo conducirán al lugar sagrado del recinto. Allí verá un elegante salón con todo el espléndido lujo del siglo XVIII, mullidas alfombras, espejos de cristal de roca y en medio de aquel espléndido lujo y de aquellos muebles estilo siglo XVIII, la famosa mesa redonda con el tapete de la brujería.
Verá allí también ciertos elegantes caballeros escribiendo en máquina, esos son los señores del Grial negro, lobos vestidos con piel de ovejas, enemigos del plan de Dios. Seres malvados y corrompidos, que sólo hablan de santidad y de Amor y así extravían a millares de almas incautas. El gobernador de aquel elegante salón de la brujería, es don Ramón Rubífero, caballero tenebroso, que ya llevó al grado de demonio. Sin embargo sus modales son los de un elegante y respetuoso caballero digno y pulcro.
Cada uno de estos tenebrosos señores lleva rigurosa nota de alguna actividad humana, todos ellos están ocupadísimos trabajando con el gran plan de Yahvé. Todos ellos son enemigos del divino Redentor del Mundo; son enemigos de la evolución humana. Los martes y sábados a la media noche, son los días preferidos para sus reuniones. Celebran sus fiesta