Parque museo la ventaParque Museo La Venta

Este museo atesora una de las más grandes colecciones de piezas monumentales pertenecientes a la cultura Olmeca, primera civilización de Mesoamérica.

Este sitio fue diseñado, organizado y plasmado por el poeta tabasqueño Carlos Pellicer Cámara, e inaugurado el 4 de marzo de 1958. Cuenta con un espacio de 6.5 hectáreas dividido en dos áreas, la arqueológica y la zoológica.

En la primera podemos encontrar animales pertenecientes a esta región tropical; y en la segunda se exhiben piezas procedentes del asentamiento arqueológico de La Venta, en Huimanguillo, Tabasco; mientras el visitante recorre y admira la flora y fauna del lugar.

También puede apreciar los impresionantes monumentos prehispánicos entre los que destacan figuras humanas manifestadas en altares, cabezas colosales y estelas representando seres fantásticos, que marcan el umbral del inframundo de los olmecas, así como mosaicos de piedra que constituyen una de las ofrendas masivas más importantes de esta cultura.

Lo que conozco (Samael Aun Weor) en cuestiones autóctonas, es algo completamente experimentado por mí mismo; porque cuando venían las caravanas, que venían del Norte de África (de toda el África; pero especialmente del Norte de África) hasta acá, fui testigo de muchas cosas. Había caravanas que venían desde Atlántida, caravanas que venían de África, a través de la Atlántida…

Había una franja de tierra que comunicaba con el África, por el Norte del Golfo de México. Allí encontraba yo, siempre, a muchas caravanas que venían (de africanos) que venían a través dela Atlántiday llegaban al Norte de México. Y yo los conocí: negros africanos que se hospedaban en los CARAVANSIN (especie de Hoteles que había). Ahí se quedaban, ahí se hospedaban…

Y había también INICIADOS AFRICANOS negros. Todavía, como recuerdo de eso, aparece un tipo de cabeza grande, de pómulos salientes y boca africana, nariz africana… Los antropólogos les llaman, les dicen que los “Olmecas”. Bueno, yo oigo lo que dicen, pero yo digo lo que sé. Lo que dicen es una cosa, y lo que yo sé, es otra…

Si se observa esas cabezas de piedra (enormes, grandotas, con facciones africanas), ¡ciertamente son africanas! Se hicieron en recordación de aquellos INICIADOS AFRICANOS que venían, pues, desde el África a través de la Atlántida.

África no se llamaba “África” en aquélla época; era entonces un pequeño continente: el CONTINENTE DE GRABONCI.

Y ese continente no era muy grande; era pequeño el Continente de Grabonci… Pero más tarde, después de la sumersión de Atlántida, nuevas tierras surgieron del fondo de los mares y se añadieron a ese continente y creció, se hizo grande. Pero en los tiempos aquéllos, de los que les estoy hablando a ustedes, el Continente de Grabonci era muy pequeño.

Pero los INICIADOS AFRICANOS venían desde el África, a través dela Atlántida, y llegaban al Norte del Golfo de México, y entraban a todo el país. Y como secuencia de esto, los descendientes levantaron monumentos y luego tallaron cabezas, como testimonio de aquélla gente africana. Pero, realmente observen ustedes que no coinciden con ninguna de las razas precortesianas, establecidas aquí en el país; es un tipo completamente negroide…

Extraído de la conferencia del 5º evangelio titulada “EXAMEN GNÓSTICO DE MAYAS Y NAHUAS” Samael Aun Weor

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