El fuego purificador

No está de más decirles que todos los hermanos de los distintos países de América pueden venir siempre en toda Semana Santa aquí en todo gran acontecimiento; sea este 4 de febrero de cada año o el 27 de octubre, tienen plena libertad para venir a recibir las instrucciones aquí en México. Que lleven todos a sus países de origen esta noticia.Fuego

Ante todo es conveniente que los hermanos no se olviden jamás de sí mismos. Cuando digo no olvidarse de sí mismos, esto tiene que ser debidamente comprendido. Un atleta por ejemplo, creerá que no se olvidara de sí mismo y sin embargo, está completamente olvidado de sí mismo.

Un anacoreta, un ermitaño viviendo en una caverna solitaria pasando por grandes ayunos, con su cuerpo lleno de cenizas, cilicio, mortificado por las penurias, flaco y hambriento, entregado por completo a cuestiones esotéricas, parecería en verdad de verdad como si no se olvidase jamás de sí mismo; más en verdad está totalmente olvidado de sí mismo ¿por qué? Por qué se ha olvidado de su cuerpo físico, porque no lo mantiene como debe ser.

El cuerpo es un instrumento útil que se nos ha dado para la auto-realización intima del Ser, si lo abandonamos quiere decir que nos hemos olvidado de sí mismos, pues el cuerpo tiene un objetivo, se ha designado por la Ley sirve para la consumación del Karma, pero sirve también para la auto realización íntima del Ser, es un laboratorio maravilloso que debe ser cuidado.

Vean ustedes pues los dos extremos, el del atleta que parecería como si nunca se hubiera olvidado de sí mismo y el del anacoreta o penitente que vive en una de las cavernas muriéndose de hambre, que parecería también como un sujeto que jamás se olvidara de sí mismo, pero ambos extremos resultan absurdos, tanto uno como el otro se han olvidado de si mismos; Tanto uno como el otro han violado la Ley de la Balanza; tanto uno como otro está en perfecto desequilibrio.

¿Cuál sería el perfecto modo de proceder para no olvidarse jamás de sí mismo?. En realidad solamente, mediante la perfecta relación de conciencia, cuerpo y ambiente externo, se logra ese sabor maravilloso del Espíritu, esa conducta auténtica del que jamás se olvida de sí mismo. La conciencia, el cuerpo y el ambiente exterior debidamente equilibrados, permite en realidad, de verdad mantener cierta relación maravillosa, que indica con precisión exacta a aquel que jamás se olvida de sí mismo.

La conciencia debe expresarse a través de los órganos del cuerpo, a través de la maquina orgánica. La conciencia tiene que estar alerta y vigilante como el vigía en época de guerra. Es por medio de la máquina como nos relacionamos con el ambiente en que nos movemos. Así pues la conciencia, cuerpo y medio ambiente en perfecto equilibrio son necesarios; si es que no queremos olvidarnos jamás de sí mismo. Si la conciencia no se relaciona inteligentemente con el cuerpo, vienen las enfermedades; si no se relaciona con el medio ambiente, vienen los conflictos.

Así pues, conciencia, cuerpo y medio ambiente son vitales, cardinales, definitivos en aquel que no se olvida de sí mismo. Quienes se olvidan de sí mismos marchan por el camino del error. Cuando nos olvidamos de sí mismos frente a una copa de vino, terminamos borrachos; Cuando nos olvidamos de sí mismos frente a una persona del sexo opuesto terminamos fornicando; Cuando nos olvidamos de sí mismos frente a un insultador, terminamos insultando.

Así que en realidad de verdad nadie podría llegar al despertar de la conciencia si se olvida de sí mismo. ¿Cómo procedemos en la vida diaria? Si miramos a las gentes que en la calle, o en su trabajo, o en su casa, podemos evidenciar el hecho concreto que se olvidan de sí mismos.

Obviamente aquel que se olvide de sí mismo no podrá auto descubrirse, continuará con la conciencia dormida. Indubitablemente necesitamos auto descubrirnos y esto solamente es posible con la interrelación, es decir, con la convivencia, en relación con otras personas; los defectos que llevamos escondidos afloran espontáneamente y si estamos alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra, entonces los vemos.

Defecto descubierto debe ser sometido a estudio a través de la autorreflexión evidente del Ser; defecto descubierto debe ser sometido a la meditación. Sólo por ese camino profundo del discernimiento podemos hacernos conscientes de cualquier defecto de tipo psicológico.

Indubitablemente, todo defecto está representado por un agregado psíquico. Estos agregados solo pueden ser vistos. Por el sentido de la auto observación psicológica. Incuestionablemente tal sentido se halla latente en todos los seres humanos; sin embargo, diremos: Que órgano que no se usa se atrofia, órgano que se use se desarrolla. A medida que vayamos usando el sentido de la auto observación psicológica, este se irá desarrollando.

Incuestionablemente el desarrollo de tal sentido, nos permitirá ver a nuestros propios agregados psíquicos. Resulta interesante ser testigos de nosotros mismos; ver como tales agregados se van pulverizando en una forma didáctica y dialéctica.

Es obvio que para conseguir la desintegración de tal o cual agregado se necesita inevitablemente apelar a un poder que sea superior a la mente. Este poder existe, está latente en cada, uno de Nuestros Mágicos Poderes. Es Kundalini la Madre Cósmica, es Marah, es Tonantzin, Isis, Diana, Selene, etc.

Incuestionablemente es un poder que se encuentra en estado latente en toda materia orgánica e inorgánica; es una parte de nuestro propio Ser pero derivado. Nosotros podemos ser auxiliados por Marah, por nuestra Madre Cósmica durante la meditación interior profunda, entonces ella, podrá desintegrar cualquier agregado previamente comprendido en todos los niveles de la mente.

Así es que en verdad conviene que reflexionemos profundamente en todo esto. Conviene que nosotros comprendamos la cruda realidad de estas cuestiones. Marah, María, Isis, Adonia, Insorberta, Rea, Cibeles nos prestará su ayuda. Nosotros en realidad de verdad necesitamos ser ayudados. La conciencia normalmente está enfrascada entre los agregados psíquicos. Cada agregado parece una botella dentro de la cual la conciencia esta embotellada; si rompemos la botella la conciencia quedará liberada, despierta.

Necesitamos despertar la consciencia para poder tener acceso a la verdad. Necesitamos despertar la conciencia para lograr Shamadi constante, necesitamos liberar la conciencia para experimentar eso que no es del tiempo, eso que está más allá del cuerpo, de los afectos Y de la mente.

Así pues hermanos, quiero que comprendan ustedes la necesidad de estar alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra. Este estado de alerta no se consigue a través de los extremos sino en el medio, en el centro. Ya dije, un atleta no es atento, no está alerta, se ha olvidado de sí mismo. Dije también que un anacoreta metido en una caverna solitaria, con el cuerpo hambriento, miserable tampoco está verdaderamente alerta, se ha olvidado también de sí mismo. El camino está en el centro: Se trata de saber relacionar el estado de alerta y conciencia alerta, con el cuerpo sano y un medio ambiente, sólo así no nos olvidaremos de sí mismo.

El camino es interior, profundo. Ante todo debemos saber nosotros que el máximo poder de la Divina Madre Cósmica, es fuego. Ella en sí misma es fuego, Stella, Maris, La Virgen del Mar, es el Fohat, es fuego. Mediante el fuego podemos destruir los agregados psicológicos.

Incuestionablemente la Cobra Sagrada de los Grandes Misterios tiene su máximo poder en la forja de los cíclopes. No hay duda de que la electricidad sexual trascendente refuerza el poder de la Kundalini Shakty. Por eso es que aquellos que siguen la senda del matrimonio perfecto, deben invocar a la Cobra Sagrada precisamente en la fragua encendida y serán asistidos. Por medio del fuego podemos quemar, desintegrar los agregados psicológicos.

El fuego en sí mismo es profundamente divinal, se le denomina Fohat. Existe una tremenda diferencia entre el fuego que sirve para cocinar los alimentos y el fuego que se pone en el altar. El fuego en que se velan los difuntos y el fuego luciférico. El fuego del Kundalini es un fuego muy especial, es el fuego vulcaniano que puede transformarnos radicalmente, hay que desarrollarlo en nuestra naturaleza.

En verdad hermanos os digo, que uno es el fuego que arde aquí en toda manifestación del mundo tridimensional de Euclides y otro es el fuego del fuego, la llama de la llama, la asignatura astral del fuego. Incuestionablemente hoy no existen muchos fuegos, pero aquel con el que se destruyen los agregados psíquicos, es vulcaniano y esto resulta ahora sorprendente. La salvación de nosotros está en el fuego.

Los libros sagrados han sido escritos entre el crepitar del fuego. El Apocalipsis que es el libro con el que se guían los alquimistas está escrito con carbones encendidos. El chisporrotear del fuego se encuentra en cada versículo apocalíptico. Los cuatro evangelios han sido escritos con fuego. El Antiguo Testamento también ha sido escrito en fuego. El crepitar incesante de las llamas.

Debemos volvernos comprensivos. Nuestro evangelio es ígneo, chisporrotea en toda el aura del universo y nos transforma radicalmente. Pero necesitamos estar alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra. Necesitamos no olvidarnos de sí mismos, jamás. Solo así marcharemos por el camino que nos lleva a la liberación final.

Fohat en el mundo físico tiene múltiples usos, pues en los mundos superiores Fohat es diferente. Uno se acuerda de Apolo Dios Solar que es una llama. Uno se acuerda de las llamas que iniciaron la aurora del Mahavantara.

Todos aquellos dioses santos de la antigua mitología griega, son llamas. Todos aquellos dioses inefables de los panteones nahuas, egipcios, hindúes, chinos, druidas, hiperbóreos, etc., son llamas vivientes. Por eso San Pablo asegura en forma enfática que los ángeles son ministros del fuego, y que Dios es fuego devorador.

Moisés, sabio cual ninguno nos habló de Aelohim; también cita a Elohim. No olvidemos que existen dos; el inmanifestado que jamás podríamos burilar, simbolizar, pintar, etc., porque es incognoscible, y está más allá del fuego.

En alguna ocasión cuando se le preguntó a un gran Dios elemental del fuego ¿qué habría más allá del fuego? respondió: Eso es cosa que nosotros no sabemos. Es que la Seidad Incognoscible esta aun más allá del fuego, es Aelohim, El Eterno Padre Cósmico Común. Eso, de ninguna manera sería posible alegorizar. Pero de ese Gran Uno, surge Elohim, las Huestes de la Palabra del Verbo. Incuestionablemente cada uno de estos Elohim de la gran Hueste, es una llama viviente que surge de las entrañas de lo incognoscible.

Quiero que ustedes entiendan, el fuego es el Verbo Inmanifestado que ha surgido entre las entrañas de lo Incognoscible. Quiero que ustedes sepan que el fuego es la palabra, que es el Verbo. Con justa razón Juan inicia su evangelio diciendo: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios. Por el todas las cosas fueron hechas; y sin el nada de lo que es hecho hubiera sido hecho. Y la luz vino a las tinieblas, pero las tinieblas no la comprendieron.

Todo el Ejercito de la Voz, el Demiurgo Arquitecto del Universo, es fuego; de esto resulta como corolario o secuencia lógica, lo siguiente: El fuego tiene poder para manejar las fuerzas cósmicas del universo; el fuego tiene poder para crear y para destruir; el fuego tiene poder para hacer; el fuego puede organizar la materia caótica, puede integrarla y puede también desintegrarla.

El fuego da siempre el primer impulso a las fuerzas atómicas que están contenidas en el caos, con el propósito de crear mundos. El fuego da el primer impulso, después se convierte en Ley. El fuego tiene poder para crear y volver nuevamente a crear.

El fuego es inteligente, puede hacer nuevos átomos lo que jamás pensó Demócrito, puede desintegrar los átomos existentes. El fuego es inteligente y puede crear organismos vivos, transformarlos, utilizarlos, cristalizarlos. El fuego es inteligente y puede limpiar siempre la aurora del Mahavantara.

Este universo como todos los universos que existen, no se extinguirá. No sé ira acabando en las formas como las gentes creen, si no que antes bien, en un día de estos tantos dormirá entre el caos. Todas sus partes desintegradas se sumergirán en los centros Laya, su vida no se extinguirá, únicamente se desintegrara, y en cada una de sus partes la vida quedara latente, con posibilidades de resurgir más tarde.

No hay duda de que un día este universo después de haber desaparecido, resurgirá con más esplendor que antes; más fuerte que antes; más poderoso que antes; ¿Quién es el que realiza esta maravilla?, ¿Quién es el capaz de hacer todas las cosas siempre nuevas? Fohat, el fuego, el Ejercito de la Palabra, las ígneas llamas de la aurora de la creación.

Comprendido esto mis queridos hermanos, debemos venerar el fuego. Los Parsis le rendían culto y se lo siguen rindiendo. En las distintas sectas cristianas existe la lámpara ardiente con el fuego sagrado. Quiero que ustedes sepan en forma clara que Vishu, Vish, etimológicamente que significa penetrar es autor de todo lo que es, ha sido y será. Vishu es el Cristo Cósmico, es el Logos, el Verbo, el Fuego Sagrado que crepita entre el espacio infinito.

Tiene poder para penetrar como lo indica etimológicamente la sílaba vish de Cishnu. Él puede penetrar en todas partes, tiene poder para en nosotros mismos, crepitar en nuestra naturaleza orgánica, convertido en Devi Kundalini Shakty, la Serpiente ígnea de Nuestros Mágicos Poderes.

Vishnu, el Logos, el Cristus debe dar siempre tres pasos dentro de las siete regiones del universo; así nos lo han dicho los sabios orientales. El primer paso sería dado en el mundo del Espíritu, el segundo en nuestra propia alma y el tercero en nuestro cuerpo.

Y a la inversa, nosotros trabajando en el Laboratorium del Tercer Logos daremos el primer paso. El segundo paso que el cristo debe dar en nosotros será en el mundo anímico y el tercero en el mundo espiritual. Estos tres pasos del Cristus en nosotros a través de las siete esferas, es fundamental para lograr la liberación final.

El fuego mismo que habrá de pulverizar a los agregados psíquicos. Una vez cumplida su labor, se establecerá totalmente en el alma. El tercer paso será en el espíritu. Cristo a de dar vida a nuestro cuerpo. Ha de desarrollar en nuestro organismo.

Como fuego viviente y filosofal ha de arder en nuestra conciencia, es decir, en nuestra alma y ha de resplandecer en nuestro espíritu. He aquí los tres pasos del Demiurgo Arquitecto, es decir, del Fuego. Ignis Natura Renovatur Integram. El fuego renueva incesantemente a la Naturaleza.

Hay que renovar el cuerpo por medio del fuego. Hay que llevar el fuego a nuestras almas y hay que llevarlo a nuestro espíritu. El fuego descendiendo resplandece en nuestro espíritu, se hace fecundo en nuestra alma y transforma nuestro cuerpo. Así son los tres Christus en la siete regiones de este universo.

Christus nos guía, es el Sol de la Media noche que a los místicos indica el camino. Él brilla en el oriente cuando nuevo debe surgir en nosotros. Él brilla en el cenit cuando estamos en plenum ocaso, cuando muere el ego, El místico de la media noche en estado de meditación profunda, debe aprender a conocer todo el simbolismo del Señor. El Sol de la Media Noche debe guiarlo, es la lumbre que debe conducirlo por la senda del filo de la navaja hacia la liberación final.

El Cristo Intimo es fuego. Existe fuego en el estado pétreo; existe el fuego en el estado acuoso; existe el fuego en el estado vaporoso y existe el fuego como llama ardiente sin límite. Él ejercito de los Elohim es el Ejercito del Fuego, da tres pasos para descender aquí a este mundo de las formas; tres pasos debe dar para conseguir la plena manifestación en este mundo físico.

Los dioses antiguos, los dioses solares, esas llamas ardientes de los antiguos tiempos, ante los cuales se inclinaban reverentes los adeptos de Egipto, India, Persia, Gran Tartaria, Lemuria, Atlántida, etc., etc., etc. Salieron dentro de las entrañas de lo incognoscible, y dieron tres pasos a través de las siete regiones, desgraciadamente muchos de ellos cayeron.

Los dioses solares que antiguamente, ahora se han convertido en criaturas vulgares, lunares y sólo se les recuerda en el mundo de los arquetipos universales, en la forma de simbólicas esculturas de piedra viva. Los dioses de la antigüedad murieron.

Se nos ha dicho que en la futura sexta raza resucitarán; tendrán que hacer el fuego en sus cuerpos, en su alma y en su espíritu, para convertirse nuevamente en Elohim. Posteriormente en la noche profunda del Maha Pralaya, cuando termine este universo se sumergirán entre el seno del Incognoscible.

Hoy en día hay muchos dioses caídos que deben despertar el fuego en sí mismos; el fuego que se apagó en ellos, que deben volver hacerlo arder en sus cuerpos y en su alma y en su espíritu, para regresar al estado de Elohim.Volver a ser lo que otrora fueron.

No sería posible para esos dioses caídos dar los tres pasos dentro de las siete regiones, sino desintegraran mediante el fuego a los agregados psíquicos que ellos desgraciadamente cometieron el error de crear. Ay de esos dioses, la conciencia de ellos quedo embotellada entre tales creaciones demoníacas, entre tales creaciones del infierno.

Ahora sólo utilizando el fuego para quemar a tales agregados, podrán regresar a su estado prístino original, s ese estado que tuvieron en la aurora del Mahavantara. Todos los hermanos aquí presentes no deben olvidar jamás el fuego, cada uno de ustedes debe rendirle culto al fuego, tener siempre en su casa una veladora de estas encendidas. Nunca en la casa de un iniciado debe estar ausente la llama sagrada.

INRI: Ignis Natura Renovatur Integram. Es urgente que en la fragua encendida de Vulcano transmutemos al Exiohehari, es decir, el esperma sagrado en el mercurio de los sabios. Este mercurio habrá de recibir eso que se llama azufre, el fuego. Mercurio azufrado ascendiendo por la espina dorsal es la serpiente de cobre, la serpiente Saturnina que puede quemar, reducir a cenizas a esos agregados que tenemos vivos en el interior y dentro de los cuales esta embotellado lo mejor, la conciencia del Ser.

Si los quemamos, si los hacemos arder, si los convertimos en cenizas, entonces despertaremos convertidos en llamas primigenias del Ejército de la Palabra, del Ejercito de la Voz. El verbo es lo que es, lo que siempre ha sido, lo que siempre será. Es la vida que palpita en cada átomo como palpita en cada sol. Cada uno de nosotros está llamado a convertirse en un soldado del Ejército de la Palabra, en una llama de la aurora.