El Regreso

Llegamos al noveno capítulo y tiene que finalizar, como no podría ser de otra manera; es el momento de descender a la novena esfera. “Alterna la lucidez del Paraíso con la noche profunda, plena de terrores.” Goethe El número nueve, es la sabiduría del regreso al Paraíso; salimos de la Arcadia por fornicarios, es decir, por d?erramar nuestro semen, y si queremos regresar, deberemos entrar por la misma puerta por donde salimos, por el sexo, transmutando nuestras energías seminales sin derramarlas bajo ningún pretexto.

?El V.M. Samael Aun Weor, nos devela el Arcano o Gran Arcano, de la siguiente manera: “Conexión sexual sin derrame seminal, sin eyaculación del Ens. Séminis” así se transmuta la energía creadora. Anteriormente al Maestro Samael, el Maestro Huiracocha lo había develado, pero en latín:

“Inmisio membri virili in vagina feminae sine ejeculatium seminis” Como podemos comprobar, estas revelaciones que por tanto tiempo solo se entregaban de labios a oídos y tras rigurosas pruebas, hoy están al alcance de todos. No obstante, siempre en todo tiempo se conoció esta clave, pero solo la poseían aquellos que realmente eran merecedores de ella.

Deberíamos cuestionarnos, ¿por qué ahora se nos entrega a todos? ¿Acaso no será porque los tiempos apremian? ¿Será como en los tiempos de Noe que se nos está invitando a entrar en el arca? Así mismo tenemos que decir que nuestro arte sagrado está totalmente fundamentado en las tablas de la Ley:

1º Amaras a Dios sobre todas las cosas. 2º No jurar su santo nombre en vano. 3º Santificar las fiestas 4º Honrar a Padre y Madre. 5º No matar. 6º No fornicar 7º No hurtar 8º No levantar falso testimonio ni mentir. 9º No adulterar. 10º No codiciar los bienes ajenos. Si somos tan irreverentes, que no aceptamos éste decálogo por haberse quedado obsoleto. El Maestro Samael nos invita a que practiquemos los diez Mandamientos de la Nueva era de Acuario que a la letra dice así:

1º Amarás a tu Dios interno y al prójimo como a ti mismo. 2º Estudiarás la Doctrina Secreta del Salvador del Mundo.
3º No vituperarás jamás al prójimo, ni hablarás palabras inmodestas o vanas. 4º Deberás sacrificarte por amor a la humanidad, y amar a tus peores enemigos. 5º Debes obedecer la voluntad del Padre, así en los cielos como en la tierra. 6º No cometerás fornicación ni adulterio, en pensamiento, palabra y obra. 7º Lucharás contra el mundo, el demonio y la carne. 8º Deberás ser infinitamente paciente y misericordioso. 9º Practicaréis el Arcano A. Z. F., con tu mujer. 10º Lavaréis tus pies en las aguas de la renunciación.
Añade nuestro Maestro:

“Es ostensible y palmario que los troncos o tablas de la Ley, donde el profeta Moisés escribiese sabiamente por mandato de Jehová los diez mandamientos, no son en realidad sino una doble lanza de Runas, sobre cuyo significado fálico existe mucha documentación. No está de más enfatizar la idea trascendental de que existen dos Mandamientos más en el esoterismo mosaico. Quiero referirme a los Mandamientos once y doce, íntimamente relacionados con los arcanos 11 y 12 de la kabala.

El primero de éstos (o sea el undécimo) tiene su clásica expresión en el sánscrito Dharman Chara: “Haz tu deber”. Recuerda hermano lector (nos dice el M. Samel) que tú tienes él deber de buscar el camino angosto, estrecho y difícil que conduce a la luz. El arcano 11 del Tarot ilumina este deber: La fuerza maravillosa que puede dominar y sujetar a los leones de la adversidad es esencialmente espiritual.

Por esta razón está representado por una bella mujer que sin esfuerzo aparente abre con sus manos deliciosas las fauces terribles de Leo, el puma espantoso, el león furioso. Con el undécimo se relaciona y se entrelaza el duodécimo Mandamiento de la Ley de Dios, ilustrado por el Arcano 12: “Haz que tu luz brille”. Para que la Luz, que constituye la Esencia embotellada dentro del Yo, pueda realmente brillar y resplandecer, debe liberarse y esto sólo es posible mediante la Aniquilación Budhista, disolviendo el Ego.

Aquel que practique Magia Sexual, con distintas mujeres es adúltero, y ningún adúltero puede despertar el Kundalini. Aquel que viole el sexto mandamiento de la Ley de Dios, (no fornicar) no puede fecundar las aguas de Mercurio, porque no posee entonces los fuegos solares. La magia sexual, solo se puede realizar entre esposo y esposa” A lo cual contesta Platón: “Llamo hombre vicioso al amante popular que ama el cuerpo más que al alma; porque su amor no puede tener duración, puesto que ama una cosa que no dura. Tan pronto como la flor de la belleza de lo que amaba ha pasado, vuela a otra parte, sin acordarse ni de sus palabras ni de sus promesas.

Pero el amante de un alma bella permanece fiel toda la vida, porque lo que ama es durable”. Lo esencial sería que uno se mirase bien a sí mismo, y conocer sus afinidades con la pareja elegida, antes de comprometerse en matrimonio. “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud”. (San Pedro, primera Epístola, C. II, V.2) Jesús vio a unos pequeños que mamaban. Y dijo a sus discípulos:

Estos pequeños que maman son parecidos a los que entran en el Reino. Ellos le dijeron: Entonces, volviéndonos pequeños, ¿entraremos en el Reino? Jesús les dijo: Cuando hagáis de dos uno, y cuando hagáis lo que está dentro como lo que está afuera y lo que está fuera como lo que está dentro, y lo que está arriba como lo que está abajo, y cuando hagáis, el macho con la hembra, una sola cosa, de modo que el macho no sea macho y la hembra no sea hembra.

Cuando hagáis ojos en vez de un ojo, y una mano en lugar de una mano y un pie en lugar de un pie, y una imagen en lugar de una imagen, entonces entraréis en el Reino. (El Evangelio según Tomás Apócrifo Gnóstico) Cuando las corrientes positivas y negativas del Mercurio hacen contacto en el Triveni, cerca del hueso coxígeo, despierta, por inducción eléctrica, una tercera fuerza que es el Kundalini.

No se puede derramar ni una sola gota sagrada, ya que todo esto permitirá que la serpiente, llamada Kundalini por los Indostaníes, ascienda por nuestra columna vertebral. Arnoldo de Villanova, Alberto el Grande, Raimundo Lulio y muchos otros alquimistas, denominan al mercurio, esperma o semen. En S. Juan C. III, V. 14, podemos leer: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el hijo del hombre sea levantado” Don Víctor Manuel Chávez Caballero, en su libro “Cultura Gnóstica Tolteca” nos habla sobre la serpiente y dice así:

“La serpiente es el símbolo esotérico de la sabiduría y del conocimiento oculto”. Ella ha sido relacionada, desde los antiguos tiempos, con el Dios de la Sabiduría. Es el símbolo sagrado de Thot o Taut y de todos los Dioses santos, tales como Hermes, Serapis, Jesús, Quetzalkoatl, Buda, Tlalok, Zoroastro, Samael Aun Weor, etc.

Cualquier adepto del círculo consciente de la Humanidad Solar puede ser debidamente figurado como la Gran Serpiente. Esculapio, Plutón, Esmun y Knepp son seres con los atributos de la serpiente; Son sanadores, dadores de la salud espiritual y física, así como de la iluminación. “Cuando la serpiente sexual despierta para iniciar su marcha hacia adentro y hacia arriba, pasamos (dice el V. M. Samael) por seis experiencias místicas trascendentales que podemos y debemos definir claramente con seis términos sánscritos así: ANANDA: Cierta dicha espiritual KAMPAN: Hipersensibilidad de tipo eléctrico y psíquico.

UTTHAM: Progresivo aumento autoconscientivo, desdoblamientos astrales, experiencias místicas trascendentales en los mundos superiores, etc. GHURNI: Intensos anhelos divinales. MURCHA: Estado de lasitud, relajamientos de músculos y nervios en forma muy natural y espontánea durante la meditación. NIDRA: Algún modo específico de sueño que, combinado con la meditación interior profunda, viene a convertirse en Shamadí resplandeciente.

Es ella la que da también el MUKTI de la beatitud final y el JNANA de la liberación. El ascenso milagroso de la energía seminal hasta el cerebro, se hace posible gracias a cierto par de cordones (ida y píngala) nerviosos que en forma de ocho se desenvuelven a derecha e izquierda de la espina dorsal. En la filosofía China este par de cordones son conocidos con los clásicos nombres de Yin y del Yang, siendo el Tao el sendero del medio, el canal medular, la vía secreta, por donde asciende la culebra.

El primero de estos canales es de naturaleza Lunar, y el segundo es de tipo Solar. La serpiente, como deidad femenina en nosotros, es la esposa del Espíritu Santo, nuestra Virgen-Madre, llorando al pie de la cruz sexual, con el corazón atravesado por siete puñales.

La serpiente, ascendiendo victoriosa por la médula espinal del alquimista, es nuestro propio Ser (pero derivado). Es el Tercer Logos, que el águila debe devorar. La serpiente es, nuestra Divina Madre Kundalini particular, es la mujer serpiente, llamada en México Ziwakoatl, que quiere decir Madre-serpiente. La saturnina serpiente no come nada inmundo; ella la Divina Esposa de Cronos, sólo puede devorar principios anímicos y espirituales. “Cuerpos Gloriosos” fuerzas, facultades etc. Sin excepción particular, ningún iniciado (ni aún aquellos que alcanzaron el grado de Adeptus Exemptus) podría gozar los poderes de la serpiente, si previamente no es devorado por la misma.

Jesús ha dicho: Los Fariseos y los Escribas han recibido las llaves de la Gnosis, y las han ocultado. No han entrado y a aquellos que querían entrar, no los han dejado. Pero vosotros, sed sutiles como las serpientes y cándidos como las palomas. La Luz es la vida de los hombres. El ojo es la luz del cuerpo. El renacimiento espiritual del hombre es a partir de agua y fuego. La tierra pensamiento y espíritu, es como seno materno y campo cultivado.

Son las palabras de Juan el Bautista: “Os bautizo con agua, pero tras de mí vendrá uno que os bautizará con el Espíritu Santo y fuego”, añadiendo el galileo: “A menos que el hombre naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios.” ¡Cuán práctico se hace en nuestro texto, el pensamiento del Agua como sustancia simiente! ¡Cuán clara la diferencia entre la actividad que fluye hacia fuera, agotándose y engendrando malformaciones y el movimiento Retrógrado (Centrípeto), iluminando al Hombre! También el baño desempeña una parte de este renacimiento, como en el cristiano, el bautismo de Juan.

En las bodas místicas (de Canaán), que tienen un papel tan importante en las parábolas de los evangelios canónicos, aparecen las aguas varias veces. También se menciona al niño en nuestro propio interior, así como a la novia.

Y lo que tal vez sea más sorprendente, aun con rasgo en apariencia secundario, es que se debe tener aceite en las lámparas para que ardan mientras se espera al Señor. Todo esto adquiere, a través de nuestro texto, una significación psicológica nueva y poderosamente instructiva. Veamos que nos aporta el libro de C.G. Jung y R. Wilhelm titulado “El secreto de la flor de oro” sobre el movimiento retrógrado: Si, en cambio, se logra durante la vida introducir el movimiento retrógrado, ascendente de las fuerzas vitales, si las fuerzas del ánima son dominadas desde el animus, ocurre una liberación respecto de las cosas externas. Son discernidas, pero no codiciadas. Así es rota en su fuerza la ilusión.

Tiene lugar una circulación ascendente interna de las fuerzas, él yo se arranca de los enredos del mundo, y permanece viviente después de la muerte, porque la internalización ha impedido el derrame de las fuerzas vitales hacia fuera, y éstas han creado en su lugar un centro de vida, en la rotación interna de la monada (El Ser) que es independiente de la existencia corporal. En la escritura más antigua se representa mediante una doble sinuosidad de meandro, que también significaba en otros casos; trueno, relámpago, excitación eléctrica. Un ser tal posee duración, en tanto perdura la rotación interna. También puede influir, desde lo invisible, sobre los hombres y entusiasmarlos a grandes pensamientos y nobles maneras de actuar. Esos son los santos y sabios de antiguos tiempos, quienes desde hace miles de años animan y educan a la humanidad.

Por esto entendemos que la “Flor de Oro” alquímica reposa sobre el método retrógrado. Aquí, el corazón del hombre está bajo el signo del fuego y La llama empuja hacia arriba. Sin embargo, cuando ambos ojos contemplan las cosas del mundo, es con visión dirigida hacia fuera. Más si ahora se cierran los ojos y la mirada se revierte contemplándose el espacio de los antepasados, el método es retrógrado.

Los mismos autores continúan su definición de la siguiente manera: “La fuerza de los riñones está bajo el signo del agua. Cuando las pulsiones se agitan, fluye hacia abajo, dirigida hacia fuera, y engendra niños. Si en el momento de la liberación no se la deja fluir hacia fuera, sino que se la conduce de vuelta mediante la fuerza del pensar, de manera que puje hacia arriba en el crisol de lo Creativo y refresque y nutra corazón y cuerpo, eso es de igual manera el método retrógrado”.

El sentido del Elixir de vida, por tanto, reposa completamente sobre el método retrógrado, que no es otro que la transmutación o movimiento centrípeto de las energías seminales. Formemos en nuestra ultra-anatomía, el caduceo de Mercurio, siempre bajo la atenta mirada de Nuestra Maga elemental, que es, uno de los cinco aspectos de nuestro Dios como Madre. El Caduceo conserva, en lengua griega, el sentido de anunciador. Significando la palabra Caduceo, al heraldo o pregonero.

Por sí solo, primitivo y común, es el gallo que expresa una de las cualidades del azogue secreto. Razón por la cual el gallo, heraldo del sol, estaba consagrado al dios Mercurio y figura en los campanarios de las catedrales. En la actualidad en España, sobre todo en la ruta del camino de Santiago, se puede ver en muchas Iglesias al gallo en el campanario. En una Iglesia del mismo camino perteneciente a la provincia de la Rioja, en Santo Domingo de la Calzada, es famoso el milagro de “la gallina, que cantó después de asada”, y en recuerdo del milagro, en la catedral hay siempre un gallo y una gallina vivos.

Su trasfondo alquímico ha sido así preservado por los siglos. Si se rechaza todo lo que hemos escrito, como vía para poder crear los cuerpos existenciales del Ser y tener acceso al nacimiento segundo; solo puede ser debido al miedo, al orgullo o a la ignorancia, pero este rechazo no lleva implícita la verdad, solo demuestra que, quien así actúa, y parafraseando a Sócrates “no sabe que no sabe”.

El regreso al paraíso y la creación de un ser vivo, nunca fue cuestión de teorías, sino del encuentro sexual, entre dos seres, que siendo distintos, se complementaran. Es absurdo pensar que el alquimista no fue más que un teorizante. Por lo que invito al lector a seguir el camino estrecho, que nos lleva por la vía hermética, atravesando por la puerta angosta... Inútiles serán los trabajos en la forja de los cíclopes, si antes de bajar a trabajar con la sacerdotisa, no cambia la manera de pensar y de sentir... Porque el sexo fue creado por Dios. ¿Por qué entonces lo queremos ver como algo pecaminoso?

¿Por qué negarnos a trabajar con algo que Dios puso en todo hombre y mujer? ¿Por qué rechazarlo dogmáticamente? ¿Por qué nos quieren hacer creer que el sexo es solo para la procreación y el placer carnal? Sta. Teresa de Jesús en su último libro “Moradas o El castillo interior” dice: Aunque sea grosera comparación no hallo otra que más pueda dar a entender lo que pretendo, que el sacramento del matrimonio. Porque todo es amor con amor y sus operaciones son limpísimas, y tan delicadísimas y suaves, que no hay cómo se puede decir, más sabe el Señor darlas muy bien a sentir...

En cuanto a la conciencia que hay que poner en el acto del amor, indica que no hay que descuidarse: Podemos decir que es así esto; allí no hay más que dar y tomar. Si esta alma se descuida a poner su afición en cosa que no sea Él, piérdelo todo, y es tan grandísima pérdida como lo son las mercedes que va haciendo... Por eso almas cristianas, a las que el Señor ha llegado a estos términos, por El os pido que no os descuidéis, sino que os apartéis de las ocasiones, que aun en este estado no está el alma tan fuerte que se pueda meter en ella. Y añade que la pérdida y el engaño del tenebroso es grande:

“...El demonio andará con gran cuidado a combatirla y a desviar este desposorio; Oh que engaño tan grande, El Señor nos dé luz para no caer en semejantes tinieblas, por su misericordia”. Es el momento de retomar las Escrituras Sagradas y leer a la letra viva y no a la muerta, para tratar de reflexionar en aquello que nos acerca a nuevos horizontes. La mayoría de las Obras sagradas han sido adulteradas, con el oscuro fin de impedir que el hombre regrese al Padre. Lo que nos queda, debemos preservarlo para el bien de ésta y de futuras generaciones.

Así el Bhagavad-gita en su texto 11, C. VII, dice: Yo soy la fuerza de los fuertes, desprovista de pasión y deseo. Soy el sexo que no es contrario a los principios religiosos, ¡Oh Señor de los Bharatas (Arjuna)! El regreso al paraíso es el descenso a la novena esfera. En tiempos antiguos era, la prueba máxima, para la suprema dignidad del Hierofante. Toda auténtica iniciación blanca, comienza por allí. San Pedro en el C.II, V. 9 dice: Más vosotros sois linaje escogido real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable.

Jesús ha dicho en el Evangelio según Tomás, Apócrifo-gnóstico: Si os dicen ¿De dónde habéis nacido? Decidles: Hemos nacido de la Luz, allí donde la luz ha nacido de sí misma. Ella se ha alzado y se ha revelado en su imagen. Si os dicen: ¿Quién sois? Decid: Somos sus hijos y somos los elegidos del Padre que está vivo. Si os preguntan: ¿Cuál es el signo de vuestro Padre que está en vosotros? Decidles: Es un movimiento y un reposo.

El signo de la cruz, sublime monograma del Cristo Señor Nuestro, del que la Cruz de San Andrés y la milagrosa llave de San Pedro son dos réplicas maravillosas de igual valor alquimista y kabalista; es el signo capaz de asegurar la victoria a los trabajadores de la Gran Obra. En el cruzamiento central de la cruz de Palenque está colocado el árbol de la vida de la kabala hebraica; Este es un verdadero prodigio del antiguo México, ya que nos demuestra la universalidad del símbolo.

Indubitablemente el árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, y el árbol de la Vida, comparten sus raíces. No olvidemos a Constantino, (primer emperador cristiano) y su conversión, que fue el resultado de un presagio o visión antes de su victoria en la batalla del Puente Milvio, (año 312). Tras esta visión, Constantino instituyó un nuevo estandarte o bandera para marchar a la batalla. La cruz. El vio una cruz frente al Sol, con la inscripción «In hoc signo vinces» («Con este signo vencerás»). Tras esto, tuvo un sueño en el que se le ordenaba poner el nuevo símbolo en su estandarte.

La cruz es el jeroglífico antiguo, alquímico, del crisol, al que antes se llamaba en francés, cruzol, crucible, croiset. En latín, crucibulum, crisol, tenía por raíz, crux, crucis, cruz. Todo esto nos invita a la reflexión. Es en el crisol donde la materia prima de la Gran Obra sufre con infinita paciencia la pasión del Señor. En el erótico crisol de la alquimia sexual muere el Ego y renace el Ave Fénix, de entre sus propias cenizas. Con el fin de tomar conciencia sobre la importancia del sexo y el amor, leamos a continuación un pasaje de los “Diálogos de Platón” en donde elogia a Eros y la fuerza del Amor:

¿No crees, por el contrario, que este hombre, siendo el único que en este mundo percibe lo bello, mediante el órgano propio para percibirlo, podrá crear, no imágenes de virtud, puesto que no se une a imágenes, sino virtudes verdaderas, pues que es la verdad a la que se consagra? Ahora bien, sólo al que produce y alimenta la verdadera virtud, corresponde el ser amado por Dios; y si algún hombre debe ser inmortal, es seguramente éste. Tales fueron, mi querido Fedro, y vosotros que me escucháis, los razonamientos de Diotima.

Ellos me han convencido, y a mi vez trato yo de convencer a los demás, de que, para conseguir un bien tan grande, la naturaleza humana difícilmente encontraría un auxiliar más poderoso que Eros. Y así digo, que todo hombre debe honrar a Eros. En cuanto a mí, honro todo lo que a él se refiere, le hago objeto de un culto muy particular, le recomiendo a los demás, y en este mismo momento acabo de celebrar, lo mejor que he podido, como constantemente lo estoy haciendo, el poder y la fuerza del amor. Y ahora Fedro, mira si se puede llamarse este discurso un elogio de Eros; y si no, dale el nombre que te acomode.

Una vez que se llega al nacimiento segundo y se concluye la Gran Obra, queda prohibido el sexo. Pero no antes. Todos los equivocados sinceros, que han renunciado al sexo, sin haber creado los cuerpos internos, o sin haberse iniciado en los misterios, simplemente su trabajo de tipo espiritual es incompleto y llegará el día en que, si quiere vivir la experiencia de regresar al Paraíso, tendrá que hacerlo por el sexo.

Lo vertical se une con lo horizontal y la llama surge en el centro de la flor en la cruz, así formada. Ningún símbolo es gratuito. En todos los tiempos, en todas las religiones, con nombres distintos, para conciencias diferentes, la cruz en su valor absoluto siempre ha representado la llave de oro, el punto de máximo contacto con el centro coronal, la fontanela..., escarabajo en Egipto, Gólgota en Judea. Su centro tiene la belleza de una flor... Poco importa que sea rosa, loto u otra.

Cuentan 144.000 sus pétalos... Es la flor de la realización para nuestro universo. Cuántas verdades insospechadas permanecen escondidas en este simple signo, renovándose cada día por sí mismo, siempre con su sentido y su virtud escondida! La cruz es una locura para quienes se pierden en abstracciones hipnotizados por el intelectualismo vano y frío; más los salvos, es el instrumento del poder de Dios y su Misericordia. Por esto está escrito en San Pablo, primera Epístola a los Corintios. C.I, V. 18 al 20: “Destruiré la sabiduría de los sabios y rechazaré la ciencia de los sabios”.

¿Qué se ha hecho de los verdaderos sabios? ¿Qué de los doctores de la ley divina? ¿Qué de los espíritus curiosos por las ciencias sensuales de este siglo? ¿Acaso Dios no ha enseñado que es locura la sabiduría de este mundo? En el libro bíblico del Apocalipsis, encontramos una referencia a la novena esfera que coincide con los pétalos de la flor de la realización para nuestro universo, y dice así: “El número de los sellados es de 144.000 de todas las tribus de los hijos de Israel”. Si sumamos cabalísticamente el número 144000, nos da 9, haciendo clara referencia a que serán salvados quienes trabajen en la novena esfera, el sexo o los que hayan llegado a la castidad absoluta.

Otra alusión al número 9 en el C. XXI; V.17 del Apocalipsis: “Y midió su muro 144 codos, de medida de hombre, la cual es del ángel”. O aquella esencia que consiguió el estado angélico con la creación de sus cuerpos internos. Jesús ha dicho: “He aquí que un sembrador salió con las manos llenas de semillas y las sembró. Algunas cayeron sobre el camino, vinieron los pájaros y se las comieron. Otras cayeron sobre las rocas y no echaron raíces en la tierra ni levantaron espigas al cielo. Otras cayeron sobre zarzas que ahogaron la simiente, se las comieron los gusanos. Y otras cayeron sobre tierra buena y dieron fruto: setenta por medida y ciento veinte por medida.

Que el texto, como agua de mayo, pueda llegar a algún agricultor esperanzado para regresar al paraíso y que su trabajo de labranza le permita recoger los frutos de su cosecha. Setenta será el número de su brega y ciento veinte su misión o apostolado. Solo así esperamos que los frutos sean dulces y sanos y el regreso triunfal.

Hoy, somos víctimas de nuestras amarguras, más, sin embargo, si después de leer y reflexionar sobre el mensaje de éste libro, al buscador no le motiva el trabajo alquímico, entenderemos que la simiente fue a caer entre tierra árida y tosca. Jesús ha dicho: “Aquel que haya blasfemado contra el Padre, se le perdonará; y, a aquel que haya blasfemado contra el Hijo, se le perdonará, pero a aquel que haya blasfemado contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en la tierra ni en el cielo”. Nuevamente en el Apocalipsis, C. XXI, V.8; podemos leer: “Más a los temerosos é incrédulos, a los abominables y homicidas, a los fornicarios y hechiceros, y a los idolatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.

Epílogo-“LOS PLANETAS METALICOS DE LA ALQUIMIA” Vamos a finalizar este trabajo transcribiendo una conferencia que el V.M. Samael Aun Weor, en su momento impartió al pueblo gnóstico. Ratificando que tanto ayer como hoy, seguimos con el anhelo más sincero de proseguir en nuestro trabajo interior, poniendo en práctica sus enseñanzas, para poder constatar este nacimiento segundo tan anhelado...

“LOS PLANETAS METALICOS DE LA ALQUIMIA” Los planetas de nuestro Sistema Solar gravitan armoniosamente alrededor del Sol. Realmente, es maravillosa la danza de los mundos en derredor de su centro gravitacional. Sin embargo, de todo esto, lo más interesante para nosotros, son los planetas metálicos de la Alquimia. Si vemos en forma clara y precisa el orden de los mundos, podríamos trazar un esquema perfecto. Observen Ustedes, amigos, observen cuidadosamente el orden de los mundos, para que luego traten de comprender cuál es el trabajo de la alquimia sexual.

Tenemos nosotros aquí a Saturno, y en la parte baja, la Luna. Vamos a poner un orden: sobre la Luna está Mercurio; un poco más arriba, en el orden de los mundos, está Venus; luego el Sol, o sea, el astro rey; más allá Marte, el planeta de la guerra; luego seguiremos con Júpiter y, seguidamente, como ya dije, Saturno, el más elevado. Si observamos detenidamente el orden de los mundos, vemos que el Sol está en el centro, él es el que da la vida a todos los planetas del Sistema Solar.

Es mediante la alquimia sexual que se pueden hacer transformaciones maravillosas. Ante todo, es bueno saber que, estos planetas tienen sus exponentes en nuestro propio sistema seminal y dentro de nuestro propio organismo, aquí y ahora. Saturno, el Anciano de los Cielos, mediante la alquimia sexual se convierte dentro de nosotros mismos en la Luna. ¿Por qué? Porque los dos extremos exactamente se corresponden mutuamente.

Júpiter, mediante la alquimia sexual, se transforma en el Mercurio de la filosofía secreta. Precisamente, lo más interesante de la Gran Obra, es ver uno a su propio Mercurio en el espejo de la alquimia. Dicen los grandes Maestros que, cuando esto sucede, el Santo Tomás que muchos llevan dentro queda confundido, desconcertado. De manera que, Júpiter transformándose en Mercurio, es algo extraordinario; el cuerpo Astral surge entonces espléndido, lo cual significa un cambio magnífico en nuestra psiquis...

“...Marte, se debe convertir en Venus. Ese Marte belicoso y terrible que todos cargamos en nuestras propias profundidades, ese Marte guerrero y peleador, debe transformarse en la Venus del Amor. Y, al fin, queda el Sol como centro, dando vida a toda nuestra constitución íntima. Estos planetas metálicos, pues, están en nuestro caos metálico también, es decir, en el sistema seminal, en el Ens Seminis.

Resulta sorprendente que el viejo Saturno venerable venga a transformar ciertamente, a convertirse en el niño de belleza cautivadora que debe nacer en nosotros, pues cada uno en la vejez, debe convertirse en un niño, dicen los psiquiatras... Resulta extraordinario que ese Júpiter tonante, cuya esposa es la Vaca Sagrada, Devi Kundalini Shakti, mediante la alquimia sexual, se convierta en el Mercurio de la filosofía secreta, en ese Mercurio que llegamos a ver en el espejo extraordinario de la alquimia. Decían los grandes Maestros de la Alquimia:

“Bendito Dios que ha creado a Mercurio, porque, sin este último, la Gran Obra no sería posible para los Alquimistas”. Pero nos deja realmente asombrados el Mercurio, él deviene de las transmutaciones, de las transformaciones dijéramos, del esperma sagrado. El resulta de la magia sexual. Él es como el vapor que se levanta del pozo, es como la nube que surge del caos metálico. Ese Mercurio, sin embargo, posee una inteligencia de tipo sublimal, inefable; es así cómo, puede verdaderamente, transformarse el plomo de la personalidad en el oro magnífico del espíritu. También puede asomarse a través de nuestro rostro, para verse en el espejo mirífico de la Alquimia.

Y si pensamos en Marte, el guerrero, el Señor del Hierro; si pensamos en esas fuerzas belicosas que cargamos en nuestro interior, en esas fuerzas y terribles, no podemos menos que asombrarnos al ver cómo, mediante la alquimia sexual, viene a nacer en nosotros el Señor del Amor. Eso nos invita a la reflexión, que el Viejo Venerable de los Siglos se convierta en el Niño-Afecto que se mueve dentro de los templos de la Fraternidad Universal Blanca.

Eso es lo asombroso, que el Júpiter tonante, ese tercer Logos Inefable, ese Archihierofante y Archi-Mago de que nos hablara don Mario Roso de Luna, el insigne escritor español, se transforme en el Mercurio de la filosofía secreta, en el Dios de la Elocuencia, en esa forma lúcida de un Cagliostro, o en la portentosa de un Saint Germán, o, sencillamente, en esa apoteosis de nuestra psiquis durante el éxtasis magnífico. Verdaderamente, no puede menos que llevarnos al asombro... A mí, que me ha tocado ver a mi propio Mercurio reflejado en el espejo de la Alquimia, doy testimonio de lo que he visto y digo que es grandioso.

“...Si dijéramos únicamente que, el Mercurio resulta de las transformaciones del esperma en energía y que, mediante ese agente, logramos convertir el plomo en oro, pues no diríamos tampoco la última palabra; quedaría la explicación incompleta, porque ese Mercurio no solamente es un agente puramente metálico, capaz de realizar transmutaciones, no, hay algo más en ese Mercurio, es el Dios de la Elocuencia, es el genio vivo que resplandece en el Cuerpo Astral del Arhat Gnóstico;

Es el mismo Logos, el Tercer Logos, convertido o transformado, mediante el sexo, en el Hijo del Hombre. No es, pues, una sustancia meramente en bruto o meramente metálica, no es únicamente esa materia venerable de la cual nos hablara Sendivogius, Raymundo Lulio, Nicolás Flamel, Paracelso, El Trevisano, etc., es algo más, es Júpiter tonante convertido en genio manifiesto, Júpiter tonante convertido en el planeta metálico de Mercurio. Hablando metálicamente –dijéramos-, que es el status convertido en el Mercurio viviente filosofal...

Que Marte belicoso se convierta en esa criatura hermosa y perfecta que ambula por los templos, en esos seres del amor, en esos hermanos mayores de la humanidad..., asombra verdaderamente, mis caros amigos, cómo la Alquimia Sexual produce en nosotros, las permutaciones de los planetas metálicos, la transformación de los metales de uno en otro; los cambios radicales que originan una nueva criatura trascendente y trascendental.

¿Cómo sería o de qué otra manera podrían realizarse esas permutaciones metálicas dentro de nosotros mismos? Obviamente, sin el fuego sagrado de la Alquimia, sin el Sahaja Maithuna, resultaría absolutamente imposible realizar cambios de esta índole. Como Ustedes van viendo, lo que buscamos nosotros es convertirnos en algo diferente, en algo distinto; que las diversas sustancias químicas se combinen dentro del organismo, para originar los diversos funcionalismos bio-mecánicos o fisiológicos.

Si existen tantos fenómenos catalíticos y metabólicos, si el azúcar puede transformarse en alcohol, indudablemente también existen las diversas permutaciones alquímicas, las cuales, a través de incesantes combinaciones, vienen a convertirnos realmente, en Dioses inefables terriblemente divinos. Claramente, el Sahaja Maithuna, la Magia Sexual, es el fundamento vivo de la Gran Obra. El ser humano ingresa en el claustro materno como un simple germen para desarrollarse y desenvolverse, después de nueve meses, tal germen viene a la existencia ya más desarrollado, pero no completamente desarrollado.

Manifiestamente, durante los primeros siete años de la infancia, pasamos por la influencia lunar, gozamos entonces de la dicha del hogar, a menos que un karma violento nos dañe realmente estos primeros años de la vida... Pero el germen no está completamente desarrollado; el hecho de haber nacido un germen y de haber vuelto a la existencia un poco más desarrollado, no significa que haya terminado su desarrollo“

“...Durante estos siete primeros años de la existencia, se manifiesta en nuestro organismo, en los varones, la primera zona testicular, que produce ciertas células que le permiten existir y, en cuanto a las niñas, sus ovarios le dan ciertas células, ciertos principios que las sostienen vitalmente. Más tarde, aquel germen, continuando con sus procesos de desarrollo, entra en la influencia de Mercurio, entonces el niño va a la escuela, estudia, juega, ya no puede estar a todas horas encerrado dentro de la casa; Mercurio lo mueve, lo agita, lo inquieta...

La segunda capa testicular produce en el varón determinadas células que vienen a especificar y a definir completamente su sexo, pasada tal época, entramos en la influencia de Venus.

Por su desarrollo, de los catorce a los veintiún años, pasamos bajo la influencia de Venus. Se dice que esa es la edad de la punzada; hombres y mujeres comienzan a sentir la inquietud sexual, las glándulas sexuales entran en actividad. La tercera capa testicular en el varón viene a producir zoospermos, mas éstos todavía no están suficientemente maduros, porque, tampoco aquél que va de los catorce a los veintiún años, no ha terminado aún su proceso de desarrollo; el germen no ha concluido sus procesos de desarrollo. Grave es, por consiguiente, que aquel germen que no ha cumplido todavía con sus procesos naturales de desarrollo, entre en el terreno del comercio sexual.

Indiscutiblemente, no es recomendable el coito para tales gérmenes que no han concluido con su desarrollo, no es correcto que aquél que pasa por su segunda infancia o de adolescente, copule. Es obvio que el coito para esos gérmenes que no han terminado su desarrollo, es decir, para los niños y para los adolescentes, trae indiscutiblemente en forma irrefutable, perjuicios muy graves para su salud y para su mente. Esos perjuicios durante la juventud, vienen a sentirse en la vejez.

Así vemos que, hoy es normal que cualquier hombre comience a perder su virilidad entre los cuarenta y los cincuenta años. ¿Por qué? Por los abusos de la adolescencia y hasta en la segunda niñez. Ya dijimos que la primera niñez va desde el nacimiento hasta los siete años y hay una segunda niñez que va desde los siete a los catorce años. Desgraciadamente, hoy en día, causa dolor decirlo, muchos niños de doce y trece años ya están copulando y, aquellos que no están copulando, cometen el crimen de masturbarse, ya que con la masturbación eliminan sus hormonas, degenera su cerebro, atrofian su glándula pineal y se convierten en candidatos seguros para el manicomio.

Bien sabido es que, después del coito, el phalus continúa con cierto movimiento peristáltico conducente a recoger energías vitales del útero femenino, para tratar de reponer sus principios genésicos eliminados, pero cuando hay masturbación, entonces sucede que con tal movimiento peristáltico phálico, en vez de asimilarse energías vitales femeninas, principios útiles para la existencia, se absorbe aire frío, el cual pasa directamente al cerebro y, el resultado es la idiotez, la degeneración mental o la locura.

El vicio de la masturbación está también desgraciadamente muy popularizado entre el sexo femenino; obviamente, con tal vicio, muchas mujeres que podrían haber sido geniales o buenas esposas, se han degenerado prematuramente, se han envejecido rápidamente, han perdido su potencial sexual, se han convertido en verdaderas víctimas de la vida. Así pues, es bueno comprender todos estos aspectos del sexo, es bueno saber lo que es el sexo. Que los adolescentes cohabiten es absurdo, porque ellos tan sólo son gérmenes que no han terminado su desarrollo. El desarrollo en sí mismo y por sí mismo, viene a concluir a la edad de los veintiún años, entonces es cuando realmente comienza la mayoría de edad, la edad responsable como se ha dicho.

De los veintiuno a los cuarenta y dos años, queda completamente definida en la vida nuestra vocación y lo que hemos de ser, desafortunadamente, aquellos que ya han alcanzado la mayoría de edad, por lo común no han tenido una orientación específico sexual. Sin haber concluido su desarrollo como gérmenes que un día entraron en el claustro materno, despilfarraron su capital hormonal, gastaron su potencia viril y, al llegar a la edad de los veintiún años, descubren que se encuentran con una fuerza mental muy débil.

Obviamente, tal fuerza es irradiada por la glándula pineal, pero cuando esa glándula ha sido debilitada por el abuso sexual, porque, entre paréntesis, la glándula pineal y las glándulas sexuales están íntimamente unidas, entonces el resultado es que nos encontramos en una posición desventajosa como para conquistar nuestro puesto a la luz del Sol y, como consecuencia o corolario, al no irradiar con potencia nuestras ondas psíquicas, debido a la debilidad de la pineal, situada en la parte superior del cerebro, fracasamos profesionalmente, o sencillamente, se nos vuelve dificultosa la lucha por el pan de cada día, nuestros negocios fracasan y, aquellas personas con las cuales debemos ponernos en contacto comercial, no sienten nuestro impulso, cancelan sus negocios y difícilmente conseguimos entonces el pan de cada día.

Si el germen se desarrollara sin intervenciones de ninguna especie, si tal germen se desenvolviera sin interferencias de ningún tipo, si no existieran abusos sexuales, al llegar a la edad de los veintiún años, poseeríamos una potencia energética extraordinaria y conquistaríamos nuestro puestecito a la luz del Sol con gran éxito. Es bueno saber que, aquí en México, tenemos sesenta millones de habitantes; (año 1.971) somos sesenta millones de personas que luchamos por existir; hay doce millones de analfabetos y diecinueve millones de personas que están padeciendo hambre y miseria.

Se podría protestar contra el gobierno y contra los gobiernos, y nada resolveríamos con tales protestas, pues en realidad de verdad, nosotros no debemos culpar a otros de nuestra mala situación económica, siempre le echamos la culpa a los diversos sistemas políticos o económicos, siempre acusamos al Presidente o a los Presidentes de las naciones y eso es absurdo, porque solamente nosotros somos los creadores de nuestro propio destino. Es obvio que, si entramos en la lucha por la vida con debilidad, si no poseemos las fuerzas psíquicas mentales-eróticas potentes como para abrirnos paso en la existencia, pues tendremos que sufrir de hambre y de miseria.

Si se permitiera el germen aquel que un día entró en el claustro materno, desarrollarse armoniosamente hasta los veintiún años, encontraríamos pues, en el camino de la vida con gran éxito; fuertes, poderosos, llenos de salud, llenos de energía; mas, desgraciadamente, estamos copulando desde la segunda infancia, no se ha permitido al germen aquel que un día entró en el claustro materno, continuar con éxito y sin interferencias sus procesos de desarrollo.

En cuanto al sexo femenino, he de decir que, el germen concluye sus procesos de desarrollo a la edad de los dieciocho años, es decir, la mujer se desarrolla más pronto que el varón, por eso ella puede casarse realmente más joven, pero que un hombre o que un niño todavía no siendo hombre, sino un germen en proceso de desarrollo, se case antes de los veintiún años, que esté copulando desde los catorce, eso es absurdo, manifiestamente criminoso, monstruoso, en el sentido más completo de la palabra.

Después de los cuarenta y dos años, es decir, después que ha pasado la influencia solar, durante la cual nosotros hemos de conquistar nuestro puestecito a la luz del Sol, entramos en la época de Marte, que va desde los cuarenta y dos hasta los cuarenta y nueve; quien ignora estos ciclos cósmicos repitiéndose en el microcosmos hombre, indudablemente no sabe aprovechar el ciclo de Marte, y viene a crearse una vejez miserable. Es bueno que pensemos un poquito en la vejez, mis caros amigos, es bueno que nos vayamos preparando para la ancianidad; no es correcto que aguardemos a ser ancianos para luego tratar de arreglar nuestra existencia.

Así como de niños tuvimos una cuna, un hogar, un padre, una madre, así también de viejos necesitamos una casa, necesitamos un hogar, necesitamos tener una fuente de ingresos económicos, suficientes para no perecer de hambre y de miseria. A la edad de los cuarenta y dos y hasta los cuarenta y nueve años está el ciclo de Marte, entonces nosotros, durante esa época, debemos trabajar en forma intensísima, hasta el máximo. Es de los cuarenta y dos a los cuarenta y nueve años, cuando debemos nosotros darle forma concreta a ese hogar que debemos tener para nuestra vejez. Es de los cuarenta y dos a los cuarenta y nueve años, bajo la influencia de Marte, cuando nosotros hemos de crear una fuente de ingresos absolutamente segura para nuestra ancianidad.

Marte nos ayuda con su potencia energética, pero desgraciadamente muchos han abusado del sexo durante los ciclos de Venus y del Sol, y al llegar al ciclo de Marte, a pesar de recibir entonces la influencia de ese planeta, están tan agotados por su forma sexual de vivir, por sus abusos que, en modo alguno saben aprovechar como deberían aprovechar el potencial parcial y el resultado viene a ser después lamentable, al no aprovecharse como se debe el ciclo de Marte; Deviene entonces, como consecuencia o corolario, una ancianidad miserable, viene a encontrarnos la ancianidad sin ninguna fuente segura de ingresos y, entonces, en vez de ser útiles en alguna forma, aunque sea para nuestros nietos, venimos a convertirnos indudablemente, en estorbo para todo el mundo, todo ¡por no saber vivir! ¡Por no saber vivir! ¡Por no saber vivir!

Después de los cuarenta y nueve años, o sea de los cuarenta y nueve a los cincuenta y seis, entra en nuestra vida Júpiter tonante, Júpiter terrible; él da el cetro a los reyes, la vara a los patriarcas, el cuerno de la abundancia a quien se lo merece; mas, si nosotros hemos luchado con desventaja debido al abuso sexual, si nosotros no hemos aprovechado la influencia solar como es debido, por no haber dejado desarrollar armoniosamente aquel germen que un día entró en el claustro materno, entonces la influencia Jupiteriana, en vez de tornarse positiva, en vez de poner en nosotros el cetro de los reyes, viene a poner en nosotros la miseria. Téngase en cuenta que cada planeta tiene un doble aspecto, positivo y negativo.

Si Júpiter tonante tiene al Ángel Zachariel como regente, tiene también su antítesis tenebrosa, ella es Sanagabril. Distíngase entre Zachariel y Sanagabril, son diferentes; distíngase entre el cuerno de la abundancia y el palo del mendigo... Obviamente, quien ha gastado su potencial sexual, quien ha gastado sus valores vitales, su capital cósmico, recoge los resultados: Miseria, pobreza, humillación en el ciclo de Júpiter.

La ancianidad propiamente dicha se inicia a los cincuenta y seis años con Saturno, el Viejo de los Cielos, y termina a los sesenta y tres. No quiero decir que forzosamente a los sesenta y tres años tengamos que morirnos todos, no, sino que el primer ciclo de Saturno propiamente comienza a los cincuenta y seis y termina a los sesenta y tres. Después siguen otros ciclos; seguiría el ciclo de Urano, por ejemplo, pero eso no lo captarían sino los individuos desarrollados internamente, los grandes Iniciados. También, con sus siete años, un ciclo de Neptuno sería para los grandes Hierofantes; un ciclo de Plutón para Mahatmas, más allá seguirían dos ciclos trascendentales y, por último, armonías exquisitas y poderes para aquellos que ya alcanzaron el elíxir de larga vida.

Pero, hablando concretamente, el ciclo de Saturno, para las personas comunes y corrientes, dura siete años, al llegar a los sesenta y tres años, es cuando termina el ciclo de Saturno, entonces vienen más combinaciones: Saturno con Luna; Saturno con Mercurio; cada siete años hay un cambio de esos, Saturno con Venus, etc., etc., etc. Por eso vamos viendo que los viejos van cambiando según van avanzando en años; un viejito, por ejemplo, de los sesenta y tres a los setenta, combinándose en él a Saturno con la Luna, se vuelve bien infantil en su manera de ser, y de los setenta a los setenta y siete, le daría por tener ciertas inquietudes mercurianas, ciertas ganas de estudiar o saber etc., y así sucesivamente.

En todo caso, durante la ancianidad, está Saturno combinándose en una o en otra forma con los otros mundos. Es obvio que Saturno, el Viejo de los Cielos, es la espada de la Justicia que nos alcanza desde el cielo. Si nosotros no supimos vivir armoniosamente con cada uno de los ciclos planetarios, obviamente, recogeremos los resultados con el viejo Saturno, el Anciano de los Cielos.

Así pues, mis caros amigos, son maravillosas estas extraordinarias transformaciones vitales de nuestra propia existencia. Las gentes normales, comunes y corrientes, piensan que al llegar a los veintiún años ya somos mayores de edad, normalmente sí; el germen que nació, o lo que entró un día en el vientre de la existencia y que luego nació vivo a la vida, concluye su desarrollo a los veintiún años, eso es exacto; pero si nosotros cumpliéramos con el deber cósmico, tal como lo hacían los antepasados, los Lémures y los Atlantes, nos convertiríamos en hombres verdaderos y en Dioses. ¿Cuál es el deber cósmico? Voy a decirles a ustedes cuál es:

1º No permitir que los conceptos intelectuales pasen por nuestra mente en forma mecanicista. Con otras palabras, diré: hacernos conscientes de todos los datos intelectivos venidos de la mente. ¿Cómo nos hacemos conscientes de esos datos?: por medio de la meditación. Si leemos un libro, meditar en él, tratar de comprenderlo. 2º Emociones. Debemos hacernos conscientes de todas las actividades del centro emocional. Es lamentable cómo las gentes se mueven bajo el impulso de las emociones en forma completamente mecanicista, sin control alguno. Nosotros debemos hacernos auto consciente de todas las emociones.

3º Hábitos; costumbres del centro motor. Nosotros debemos hacernos auto consciente de todas las actividades, de todos nuestros movimientos, de todos nuestros hábitos. No hacer nada en forma mecánica. 4º Debemos adueñarnos de nuestros propios instintos y someterlos. 5º Debemos comprenderlos a fondo, íntegramente.

6º Transmutar la energía sexual. Mediante el Sahaja Maithuna transmutaremos incesantemente nuestras energías sexuales. Así, cumpliendo con el deber cósmico, es obvio que nuestra vida se desarrollará armoniosamente, se formarán en nosotros, se fabricarán en nosotros los cuerpos Existenciales superiores del Ser, y así, en armonía con el infinito, a tono con la Gran Ley, podremos llegar a la ancianidad llenos de éxtasis y podremos alcanzar la Maestría y la Perfección.

Antes de la gran catástrofe atlante hubiera cambiado totalmente la fisonomía del globo terrestre, y más aún, antes de que el abominable órgano “kundartiguador” del continente Mú se hubiera desarrollado, los seres humanos cumplían con su deber cósmico, y entonces podían vivir, mis caros amigos, mil años. Cuando uno cumple con su deber cósmico, la vida se alarga. Desgraciadamente, el animal intelectual se degeneró totalmente cuando desarrolló en su constitución íntima el abominable órgano “kundartiguador” sobre el cual hemos hablado tanto.

Es obvio que después de haber perdido ese órgano quedó las consecuencias: el Ego, él Yo, él Mí mismo, el Sí mismo dentro de nosotros, ya con tales consecuencias nos volvimos perversos, ya no quisimos seguir cumpliendo con el deber cósmico y la vida se fue acortando miserablemente. En otros tiempos, cuando la humanidad no se había degenerado, es claro que la existencia se hacía larga; cualquier ser humano podía hasta alcanzar el promedio de mil años de vida y el resultado es que los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser se formaban en cada criatura y fue por aquella época, cuando surgieron sobre la faz de la tierra muchos Hombres Solares, muchos Dioses, muchos Hombres Divinos.

Hoy ya casi no se ve estos Seres, porque la gente no sabe cumplir con el deber cósmico. Es pues, necesario, vivir a tono con el infinito, cumplir con nuestro deber cósmico, hacernos conscientes de nosotros mismos; no gastar nuestras energías sexuales, enseñarles a nuestros hijos a transmutar el esperma en energía; advertirles que es una monstruosidad cohabitar antes de los veintiún años; hacerles saber a los adolescentes que no han terminado su proceso de desarrollo, que todavía son gérmenes en proceso de desarrollo y que es monstruoso que un germen esté cohabitando. Los gérmenes, gérmenes son y deben desarrollarse.

Así pues, mis caros amigos, reflexionen en todo esto, utilicen la Alquimia en sí mismos para que puedan realizar esas transmutaciones de los Planetas Metálicos dentro de cada uno. Es mediante la Alquimia, es mediante el deber cósmico cumplido, como podemos nosotros transformar al viejo Saturno en la Luna divina, en el niño.

Es mediante esa Alquimia Sexual, como ya dije, que podemos nosotros convertir al Júpiter tonante en el Mercurio de la filosofía secreta; es mediante la Alquimia, que el Marte belicoso puede transformarse en esa criatura del Amor y así nacer verdaderamente como Adeptos. Lo importante es, repito, que el germen se desarrolle armoniosamente y que continúe después con los procesos de ultra desarrollo, hasta lograr la Auto Realización Intima del Ser. Eso es todo, mis caros amigos. V.M. Samael Aun Weor.

No quisiéramos, que el lector que con paciencia ha leído ésta obra, llegara al final, sin haber recibido la respuesta, al título que hemos tenido a bien colocar. Aunque ya ha sido contestado de múltiples formas, por si quedaran aún dudas, daremos una respuesta concisa y esquemática: Como y para que ser Alquimista” ¿Cómo?: Uniéndose en matrimonio, el hombre con la mujer, (una sola esposa), y con un solo hombre (esposo), sexualmente. Practicando durante la noche y separándose al finalizar la práctica sin derramar el semen, ni antes, ni durante la práctica ni posteriormente. Canalizando la energía para su increción centrípeta. ¿Para qué?: Para crear los cuerpos, y conseguir el nacimiento segundo y así poder entrar al Reino de Dios. ¡Paz Inverencial! Jesús, S.G.

Capítulo 1º Quimera o Realidad        Capítulo 2º El Elegido       Capítulo 3º La Voluntad y la Paciencia    Capítulo 4º El Arte      Capítulo 5º La iniciación  

Capítulo 6º El Alimento.    Capítulo 7º La Medicina de Dios    Capítulo 8º “Los colores”     Introducción a Cómo y para qué ser Alquimista

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