El yo del amor propio produce el resentimiento

ResentimientoTenemos que COMPRENDER, por ejemplo, LO QUE ES EL PROCESO DEL RESENTIMIENTO, hay que HACERLE LA DISECCION. Cuando uno llega a la conclusión de que el resentimiento se debe a que poseemos en nuestro interior el amor propio, entonces luchamos por eliminar al Ego del amor propio, al YO DEL AMOR PROPIO.

Pero hay que comprenderlo para poderlo eliminar; no podríamos eliminarlo, si antes no lo hemos comprendido previamente. Dice también el Evangelio del Señor: "Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la Tierra por heredad".

Bienaventurados los NO-RESENTIDOS, porque si uno está resentido, ¿cómo puede ser manso?. El resentido se la pasa HACIENDO CUENTAS: ¡Ah, pero yo que le hice tantos y tantos favores a este individuo; que yo, yo, yo y yo que lo protegí, que le hice tantas obras de caridad y vean cómo me ha pagado! ¡Ah, este amigo que tanto le serví y ahora no es capaz de servirme...!

El Evangelio del Señor, cuando dice Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la Tierra por heredad, debe traducirse: Bienaventurados los NO-RESENTIDOS. ¿Cómo podría ser uno manso, si está lleno de resentimientos?. El que está lleno de resentimientos, vive haciendo CUENTAS a todas horas luego, no es manso.

Samael Aun Weor.

"El amor y los resentimientos son sustancias atómicas incompatibles. En el amor no puede existir resentimientos de ninguna especie. El amor es eterno perdón. Existe amor en aquellos que sienten angustia verdadera por los sufrimientos de sus amigos y enemigos. Existe amor verdadero en aquel que de todo corazón trabaja por el bienestar de los humildes, de los pobres, de los necesitados. Existe amor en aquel que de manera espontánea y natural siente simpatía por el campesino que riega el surco con su sudor, por el aldeano que sufre, por el mendigo que pide una moneda y por el humilde perro angustiado y enfermo que fallece de hambre a la vera del camino.

Cuando de todo corazón ayudamos a alguien, cuando en forma natural y espontánea cuidamos el árbol y regamos las flores del jardín sin que nadie nos lo exija, hay auténtica generosidad, verdadera simpatía, verdadero amor. 

(Educación Fundamental. Capítulo XII. Samael Aun Weor)

Se controla el enemigo y se disuelven las enemistades, con la siguiente Clave: Acuéstese el discípulo en el lecho. Relaje todos los músculos del cuerpo. Adormézcase tratando de concentrarse en el corazón del enemigo. Imagine a ese corazón como un Sagrario que guarda amor infinito. Mentalmente deposite en ese corazón el retrato del propio discípulo. ¡Un retrato lleno de amor!

Luego, imagine mirar el entrecejo de ese enemigo. Deposite entre las dos cejas, dentro de la mente de ese enemigo, el retrato, pero lleno de un amor intenso. En esta práctica, es necesario que el discípulo sienta un verdadero amor por aquel enemigo que odia al discípulo. Entiéndase que no se trata de fingir amor: es indispensable llegar a sentirlo por el sujeto aquel que odia, por el enemigo. 

(Logos Mantra teurgia. Samael Aun Weor)

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