El discípulo debe ser probado por los 4 Elementos
Los Neófitos son sometidos a las 4 Pruebas Iniciáticas que se verifican en los Mundos Internos. El hombre todavía no es rey de la Naturaleza, pero está llamado a serlo según Melchisedeck.
El discípulo debe ser probado por los 4 Elementos, para examinarlo se le somete a prueba en las 49 Regiones del Pensamiento.
Estas pruebas son para todos, hombres y mujeres. Se puede uno ayudar teniendo pensamientos puros, pero eso no es todo, se necesita la Meditación. Todos los estudiantes de Kábala se deben familiarizar con todas las Criaturas Elementales:
AIRE: SILFOS.
AGUA: ONDINAS Y NEREIDAS.
FUEGO: SALAMANDRAS.
TIERRA: GNOMOS.
Estos Elementos se utilizan para trabajar en la transmutación del plomo en Oro sobre la Cordillera Central . En las palabras IOD-HE-VAU-HE, encontramos el misterio del Tetragrammaton (Santo 4), las Cuatro Palabras, los Cuatro Elementos, más profundamente encontramos nuestro Ser, a la Divinidad más completa. Del Ain Soph que es Un Atomo Superdivino de cada uno de nosotros, emanan las Tres Fuerzas Divinales, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, dando su última síntesis, 3 + 1 = 4. Tetragrammaton (IOD-HE-VAU-HE). Siendo éste el resumen Sagrado del número 4.
SÍNTESIS: El Maestro está formado por Atma-Buddhi. Atma es el Intimo. Budhi es el Alma Divina, es decir la Conciencia Divina del Intimo. Cuando un Logos quiere redimir un mundo, emana de sí mismo un prototipo celeste formado por Atma-Buddhi. El Logos es la Corona Sephirótica, es el Rayo Individual, de donde emana el Intimo mismo. Ese Rayo es triuno, es la Santísima Trinidad dentro de nosotros.
Así pues, todo Logos es triuno. El Padre es Kether, el Anciano de los Días. El Hijo es el Cristo Cósmico en nosotros. El Espíritu Santo es la Divina Madre en nosotros. La Madre lleva una lámpara en la mano. Esa lámpara es el Intimo, que arde dentro de nuestro corazón.
En tiempos de Antagerges, hubo el caso, pues, en Persia, de una tribu que apareció por allí, una tribu muy extraña. Bueno, y aquella tribu vivía en sus casas, triunfante, victoriosa, y entonces Antagerges resolvió someterlos, llenarlos de impuestos y dominarlos, y mandó gentes para someterlos a su cetro.
Pero cuando las gentes llegaron a buscarlos, a buscar aquella raza, aquella raza había desaparecido: ya no habían casas ni había nada en el lugar donde antes estaban. Sin embargo, recibió Antagerges un regalo muy extraño, enviado por las gentes de esa raza. Recibió unas plumas de águila, que tenía su significado; significaba que hasta que él no fuera dueño del elemento aire, no podría llegar a dominarlos a ellos.
Recibió algo que significaba que hasta que él no dominara el elemento agua, no podría someterlos a ellos. Recibió un topo, que significaba que hasta que el no dominara el elemento tierra, no podría llegar a dominarlos a ellos.
Y recibió también algo, una salamandra, lo que significaba que hasta que el no dominara el fuego, no podría dominarlos a ellos. Para poder ellos someterse a él, le exigían dominio del fuego, de los aires, de las aguas y de la tierra. El día que él lograra ese dominio, con mucho gusto ellos se sometería a su cetro. Antes no, porque no se le reconocía autoridad. Qué hizo aquel gran señor, aquel gran rey? ¡Callarse el pico; no le quedó más remedio! Si él no dominaba los elementos, ¿qué iba a hacer?
Arles Iglesia de Saint Trophime.Tímpano del Pórtico (S. XII) Sobre este tímpano nos dice Fulcanelli lo siguiente:
En la época medieval, estas cuatro fases del gran período cíclico eran generalmente representadas por los cuatro evangelistas o por su letra simbólica, que era la Alfa griega, y todavía con mayor frecuencia, por los cuatro animales evangélicos rodeando al Cristo, figura humana y viva de la cruz. Es la fórmula tradicional que encontramos a menudo en los tímpanos de los pórticos románicos. Jesús aparece sentado, con la mano izquierda apoyada en un libro y la derecha en ademán de bendecir, y separado de los cuatro animales que le sirven de acompañamiento por la elipse llamada Almendra Mística.
Y delante del trono del Cordero, había un mar de vidrio semejante al cristal. Y en medio del Trono, cuatro animales, llenos de ojos adelante y atrás. Y el primer animal era semejante a un León; y el segundo animal semejante a un becerro; y el tercer animal tenía la cara como de hombre; y el cuarto animal semejante a un águila volando. En síntesis, este tímpano representa a los cuatro elementos de la naturaleza, que al final de cuentas se reúnen en la imagen del Cristo, materia o compuesto refinado hasta ser convertido en la PIEDRA FILOSOFAL.
Este Cristo es el CORDERO, el AGNUS DEI que quita los pecados del mundo mediante el Fuego, pues es el único elemento capaz de reducir a todos los demás metales hasta su materia prima.
Doctrina Gnóstica develada por Samael Aun Weor
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