GimnasioEl gimnasio psicológico

Lo importante es llegar a cristalizar Alma en nosotros. ¿Qué se entiende por Alma?. Por Alma se entiende ese conjunto de cuerpos, atributos, poderes, virtudes, cualidades, etc., que subyace en el Ser. Los evangelios dicen:

En paciencia poseeréis vuestra Alma. Hoy por hoy nosotros no poseemos nuestra Alma; antes bien, el Alma nos posee, somos una carga pesada para eso que se llama Alma, un fardo realmente abrumador.

Llegar a poseer Alma es un anhelo, ser dueños de nuestras propias Almas es formidable; más aún el mismo cuerpo físico debe convertirse, llegar a transformarse en Alma. Quien posee su Alma dispone de poderes extraordinarios.

Aquellos que han llegado a cristalizar Alma, se han convertido por tal motivo en criaturas totalmente diferentes. Esto está escrito como testimonio en los libros sagrados de todas las religiones del mundo. Pero bien sabemos que si el agua no hierve a 100 grados, no cristaliza lo que debe cristalizar, no se desintegra lo que se debe desintegrar, así que en todo caso se necesita que el agua hierva a 100 grados.

Obviamente, si no pasamos por grandes crisis sentimentales, emocionales mejor dicho, tampoco podemos cristalizar Alma. Para la disolución radical de cualquier Agregado Psicológico inhumano se necesita pasar inevitablemente por grandes crisis emocionales.

He conocido gentes capaces de pasar por tales crisis. Me viene a la memoria el caso de cierta hermana gnóstica de la Sede Patriarcal de México, quien pasara por tribulaciones espantosas, por horribles crisis morales al recordar graves errores de sus vidas anteriores. Gente así, con esa tremenda capacidad de remordimientos, personas así capaces de pasar por gravísimas crisis emocionales obviamente pueden cristalizar Alma.

Lo que nos interesa a nosotros es precisamente eso: la Cristalización de todos los principios anímicos dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. En el Oriente hay instructores que desgraciadamente, no han eliminado todo ese conjunto de elementos indeseables que se llevan en la psiquis. No está demás decirles para su información que a esos elementos en el Tíbet se les denomina Agregados Psíquicos.

En realidad, tales agregados son los mismísimos Yoes que personifican nuestros errores. Cuando un instructor de esos que no ha eliminado todavía los agregados y tiene a su cargo un grupo de discípulos incuestionablemente, estos tienen que tener una gran paciencia, aguantarle todo el día al citado instructor sus patanerías. Los discípulos o chelas ven tan sorprendidos que tales agregados psíquicos van pasando en prosecución continua por la personalidad del instructor.

Habrá un fin, un instante en que la prosecución debe terminar, y entonces, podrá expresarse el Maestro para darle la enseñanza. Esta es la causa causorum por la cual los discípulos de cualquier instructor de esos que todavía no han eliminado el ego, tienen paciencia elevada hasta el máximo. Esta clase de chelas tiene que aguantar y aguantar por que en cualquier instante el Maestro, al fin, tomo posesión de su vehículo y les da las enseñanzas.

No es nada delicioso estarle aguantando todo el día insultos al instructor ser víctimas de todas sus patanerías, pero al fin llega el Maestro y eso es lo que importa. Son Bodhisatwas, hay que aguantarles hasta que llegue el Maestro y de la enseñanza. Así piensan esos chelados o discípulos tibetanos. Prosiguiendo diremos que cada Agregado Psíquico es como una persona dentro de nosotros. No hay duda de que esos agregados poseen nuestros tres cerebros el intelectual, el emocional, y el motor-instintivo-sexual; es decir, cada Yo cada agregado, tiene su criterio propio individual, tiene sus ideas sus conceptos sus deseos, realiza determinados actos. Lleva a cada Agregado a gozar de cierta autonomía.

Mirada la cosa desde éste ángulo, estudiada a fondo, llegaremos a la conclusión lógica e inevitable que dentro de nuestra persona viven diferentes personas, habitan muchas personas. Lo más grave es que todos estos riñen entre sí, se pelean por la supremacía, cada cual quiere ser el Amo, el Señor. Es claro, mirada la cosa a la luz de ciertos razonamientos resulta espantosa e insólita.

Lo curioso del caso son precisamente los conceptos que se forjan cada uno de los señores de la cosa. El uno dice: voy a comer, tengo hambre, entra el segundo en conflicto y dice: al diablo con la comida, yo voy a leer el periódico, surge más allá el tercero en conflicto y en forma irrevocable dice: que comida ni que lectura, voy a la casa de mi amigo fulano de tal. Dice así estas palabras incongruentes todas las humanas personalidades movidas por ese resorte íntimo, abandona pues la morada para irse por allí por esas calles. Si nos pudiéramos ver de cuerpo entero, tal como somos ante un espejo, puedo asegurarles que quedaríamos perfectamente locos.

Estamos todos llenos de horripilantes contradicciones. Esto es nefasto para todos, no tenemos verdadera existencia real. Al nacer todos somos hermosos porque disponemos de un porcentaje, un 3% de conciencia libre, como lo dije en mi obra titulada la Psicología de la Autorrealización. El 97% restante está enfrascado entre la multiplicidad del ego. Eso que hay del elemento libre impregna el huevo fecundo surge a la existencia reincorporando nuevamente. Así que el niño recién nacido posee eso precisamente, un 3% de conciencia libre, no embutida entre ningún ego.

El porcentaje de esencia manifiesto en el niño es Autoconciente. ¿Cómo vería un recién nacido a los adultos?, a sus padres?, a sus hermanos?, parientes? , en la misma forma que Uds. verán a un drogadicto. Pero vean ustedes, como un adulto se siente hasta con autoridad para educar al niño, creen ellos que pueden educarle. El niño a su vez se siente bastante mal, víctima de tales que quieren enseñarle.

El los ve desde su propio ángulo, está despierto, percibe los agregados psíquicos de sus parientes, de los hermanos, visualiza también a sus propios agregados que entran y salen del recinto, dando vueltas a la cuna.

A veces las visiones son tan espantosas que el niño no puede llorar menos que aterrorizado. Entonces los padres no entienden estas ocurrencias del infante. A veces acuden al médico, en el peor de los casos van en busca de un espiritista o médium de mal agüero y logran “arreglar el caso” ese es el caso insólito en el que vive la humanidad dormida. En todo caso el pobre infante es víctima de toda esa locura de los mayores. El con paciencia, no le toca más que soportar el látigo de los verdugos; esa es la cruda realidad de los hechos.

Posteriormente, cuando la humana personalidad está formada en verdad, comienzan a entrar en el cuerpo del infante todos esos agregados psíquicos inhumanos que le pertenecen. Entonces se notan cambios en la criatura, se vuelve molesta, celosa, iracunda, etc. etc. etc. y otras tantas cosas más. Es lamentable esto ¿verdad?. Pero al fin, el que era niño se volvió adulto. Las cosas cambiaron; ya no es el niño juguetón autoconciente de otros tiempos. Ahora es el bribón de la cantina, el negociante, el lujurioso, el hombre celoso, etc. y al fin se horrorizaba al ver al adulto. Ahora el niño se ha vuelto adulto y lo que es peor del caso, es que se le ha dormido la conciencia. ya no es capaz de mirarse con horror a sí mismo.

En realidad de verdad hermanos, cada uno de los agregados psíquicos que surge en nosotros tiene determinados compromisos. Podríamos decir sin exageración que el ladrón por ejemplo, lleva dentro de sí una cueva de ladrones cada uno de ellos con múltiples compromisos en distintos días ,horas y lugares.

El fornicario incorregible carga en su interior con él, y para colmo de los colmos tiene una casa de citas. El homicida obviamente lleva en su psiquis un club de asesinos. Bueno, cada uno de estos en el fondo lleva sus compromisos. El mercader lleva en el fondo una plaza de mercados. Más ¿CÓMO SE TEJE Y DESTEJE NUESTRO PROPIO DESTINO?. Muchos dijeron Gurdieff y Ouspensky, Nicolls, etc., comentaron tales aspectos sobre la ley de Recurrencias; más nosotros en el terreno de la investigación hemos ido lejos, conocemos a fondo la mecánica viva de la ley de Recurrencia, esto es muy importante.

Un sujeto X, por ejemplo, en una pasada existencia fue dijéramos, adúltero si hubiese dejado su mujer por otra dama, es claro que al renacer trae en su psiquis el Yo adúltero, del adulterio a la misma persona a la que en la otra vida le cometió el delito.

 Esto no podrá expresarse en los primeros años de la infancia pues el suceso fue a la edad de treinta años, por ejemplo; indubitablemente el Yo del adulterio aguardará en el fondo de la psiquis dentro del terreno de lo infrahumano, en las esferas subjetivas a que llegue la edad consabida de los famosos treinta años. Cuando esa llegase, ese Yo resurgirá con gran fuerza, se apoderará del intelecto, del centro emocional, del instintivo motor y sexual de la máquina, para ir a buscar a la dama de sus ensueños.

Antes se habrá puesto en contacto telepático con el ego de aquella dama. Posiblemente hasta se hubiesen dado cita en algún lugar de la ciudad, tal vez en algún parque o alguna fiesta. Es obvio que viene después el reencuentro. Pero lo interesante es ver como ese ego puede manejar la máquina, jalar al intelecto, mover a los centros emocional y motor y llevarse la máquina precisamente al lugar de donde tiene que encontrarse con la dama de sus ensueños. Inevitablemente, el mismo proceso se realizará en ella y la escena se repetirá otra vez tal como sucedió.

Supongamos que un caballero X, en una cantina, se peleó en la pasada existencia con una persona, con otro hombre por tal o cual motivo. ¿Creen ustedes que por el hecho de que el cuerpo físico deje de existir aquel Yo va a desaparecer? No, simplemente continuará en la dimensión desconocida.

Pero al renacer el Ego al retornar al volver a tomar un nuevo cuerpo, llegará el momento en que podrá entrar en actividad, aguardará la edad en la que sucedió el hecho en la pasada existencia. Si fue a los 25 años aguardará a la consabida edad y permanecerá en el fondo de la psiquis entre tanto y cuando llegue el momento, obviamente se apoderará de la máquina para repetir la hazaña. Antes se habrá puesto en contacto telepático con el otro sujeto Z y se habrán dado cita posiblemente en otra cantina. Allí, al mirarse se reconocerán, se dirán y herirán mutuamente con la palabra y el hecho se repetirá.

Vean ustedes como por debajo de nuestra Zona Concientiva y de nuestra capacidad razonativa se realizarán distintos compromisos. Así es como la Ley de Recurrencia trabaja, esa es la mecánica de tal ley. Claro estáque miradas las cosas de este modo, de esta manera, no tenemos en verdad lo que podríamos denominar libertad total, libre albedrío.

Es muy poco el margen que tenemos de libre albedrío es muy poco el margen de libertad que nosotros poseemos. En realidad de verdad estamos metidos dentro de la mecánica de la Ley de Recurrencia y esto es lamentable. Si un hombre no trabaja su propia vida, ese hombre está perdiendo el tiempo miserablemente. ¿De qué modo podemos nosotros libertarnos de la Ley de Recurrencia. Pues trabajando nuestra propia vida. Incuestionablemente nuestra propia vida está compuesta de comedias, dramas y tragedias.

Las comedias son para los cómicos, los dramas para las personas normales y las tragedias para los perversos. En los misterios de antaño no se aceptaba ningún trágico, se sabía que éste era castigado por los Dioses y obviamente el guardián le rechazaba con la punta de la espada. ¿Qué necesitamos disolver los Yoes?, esto es lógico, estos son los actores de las comedias, dramas y tragedias. ¿Podría haber acaso una comedia sin desarrollarse en cualquier escenario del mundo alguna tragedia sin trágicos, sin actores?. 

Obviamente que no, ¿verdad?. Entonces si queremos cambiar nuestra propia vida, ¿qué debemos hacer?. No queda más remedio que disolver a los actores de comedias, dramas y tragedias, y ¿quiénes son esos actores?, ¿Dónde viven?, ¿porqué?. Yo les digo a ustedes en verdad que esos actores son del tiempo. En realidad cada uno de esos actores viene de antiguas edades. Si decimos que el Yo es un libro de muchos tomos, estamos asegurando una gran verdad.

Si afirmamos que el Ego viene de muchos ayeres, es cierto, entonces el ego, es tiempo, los Yoes personifican al tiempo, son nuestros propios defectos, nuestros propios errores contenidos en el reloj del tiempo, son el polvo de los siglos en el fondo mismo de nuestra psiquis. Cuando uno conoce la didáctica precisa para la eliminación de esos elementos indeseables que llevamos dentro, consigue insólitos progresos. Se hace indispensable, urgente e inaplazable conocer con exactitud la didáctica, sólo así se hace posible la desintegración de esos elementos indeseables que se llevan dentro.

En alguna ocasión nació un niño en la Atlántida, este se desenvolvió en un hogar delicioso donde solamente reinaba la armonía, la sabiduría, la riqueza, la perfección, el amor. Llegó el momento en que aquel hombre a través de las diversas técnicas y disciplinas de la mente consiguió el Auto-Descubrimiento. Entonces con horror se dio cuenta que llevaba en su interior elementos abominables; comprendió que necesitaba de un gimnasio especial, de un gimnasio psicológico. Es claro que en aquel ambiente de perfección no existía tal gimnasio.

No le quedó más remedio que abandonar la casa de sus Padres y situarse por allí en los suburbios de cualquier ciudad Atlante. Se creó a sí mismo el gimnasio psicológico, un gimnasio que le permitió el autodescubrimiento de sus propios defectos. Claro, desintegró los agregados psicológicos y se liberó.

En verdad mis estimables hermanos, que las peores adversidades nos ofrecen las mejores oportunidades. Constantemente llegan hasta mí cartas de los distintos hermanitos del M.G.U. Unos se quejan de su familia, de su padre, de su mamá, de sus hermanitos, otros protestan contra la mujer, contra los hijos, aquellas hablan con horror de su marido, etc. Y piden naturalmente un bálsamo para consolar a su adolorido corazón.

Hasta ahora, entre tantas cartas no he visto ni una siquiera de alguien que esté contento con tales situaciones tan adversas. Todos protestan, y eso es lo lamentable. No quieren el gimnasio psicológico, antes bien quisieran huir del mismo, y a mí, como instructor no puede darme menos que dolor. Digo: pobre gente, no saben aprovechar el gimnasio psicológico, quieren un Paraíso, no quieren entender la necesidad de las adversidades, no quieren sacar partido de las peores oportunidades. En verdad que no desean el Auto-descubrimiento.

Cuando uno quiere auto-conocerse, es en esos gimnasios del dolor donde los defectos que uno lleva escondido afloran inevitablemente. Defecto descubierto en tales situaciones debe ser trabajado profundamente en todos los niveles de la mente…

Samael Aun Weor

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