La gran profecía de los tiempos del fin
Los Tiempos del fin ya llegaron. Toda persona que por gracia reciba este folleto en sus manos de hecho debe comprender que estamos asistiendo a los últimos tiempos, para convertirnos en espectadores o actores de esta Gran Catástrofe que dentro de poco, muy poco tiempo, la tendremos.
En nuestro afán de entregarle a las personas que tengan en su corazón la flameante llama que obliga al hombre a buscar a Dios, le aconsejamos buscar intensamente dentro de sí lo que en otra hora, equivocados sinceros nos incitaron a buscar afuera.
La Gloria de Dios está dentro del hombre, en su propio corazón, con la ayuda del despertar de la conciencia. “A los 1.000 llegará pero a los 2.000 NO”. Grandes acontecimientos se avecinan, estamos viviendo las profecías de los libros Sagrados de Oriente y Occidente. Ya la humanidad del planeta Tierra está pasando por todo lo que en el lenguaje simbólico y alegórico de la Biblia, se predice en el Apocalipsis de San Juan.
Los tiempos han llegado; y nuestra civilización agoniza. Estamos viviendo un caos horrible; Toda la humanidad está conmovida por la más absurda explosión de los bajos instintos, de las pasiones desbordadas, de la más cínica y desvergonzada exposición de vicios y de sus brutales apetitos.
Nunca, hasta hoy, habíamos asistido a una quiebra tan completa, de los más altos valores espirituales. Las normas elevadas de moral, de belleza y de armonía, se han olvidado, producen risa y escarnio... todo marcha hacia su propia destrucción, en un bestial alarde de materialismo egoísta, sádico y repugnante; en una eclosión nefasta de barbarie y de lujuria, que olvida la belleza y el amor y solo busca la embrutecedora sensación efímera del orgasmo y de la orgía, en un ambiente invadido por las drogas, la violencia y el crimen... Y así marchan todos como un rebaño furioso que se lanza hacia el abismo.
Por doquiera se escuchan guerras o rumores de guerras; tiembla la tierra, ruge el huracán y se conmueven las entrañas del universo. Si examinamos desapasionadamente y cuidadosamente el panorama de la vida, veremos que no hay solución posible; el mal del mundo es tan grande que ya llego hasta el cielo; Babilonia la Grande, la madre de todas las fornicaciones y abominaciones de la tierra, SERA DESTRUIDA y de toda esta civilización de víboras no quedará piedra sobre piedra.
¿Puede acaso esperarse algo bueno de la perversidad? Cada cual lleva la maldad dentro de sí mismo y el resultado lo tenemos a la vista; crímenes monstruosos, hambre, amenaza de guerra, conflictos entre patrones y trabajadores, enfermedades desconocidas, nunca antes vistas, fronteras por doquiera, fanatismos espantosos, crueldad insaciable, aberraciones sexuales, homosexualismo y desesperación.
Nadie está contento, los zorros de la diplomacia y de la política, con sus sistemas de apaciguamiento, quieren solucionar conflictos internacionales, más todo es inútil porque los odios continúan socavando las bases de las naciones y eliminando vidas: LA TERCERA Y ULTIMA GUERRA MUNDIAL VA TOMANDO FORMA POCO A POCO Y SE ACERCA PELIGROSAMENTE.
La Historia Universal nos muestra que somos los mismos bárbaros de antaño y que en vez de mejorarnos nos hemos vuelto peores; en este siglo XX con toda su espectacularidad, guerras, prostitución, degeneración sexual, drogas, alcohol y perversidad, es lo que debemos mirar; en todas las páginas negras de la "negra historia" hallamos siempre las mismas horrorosas crueldades, ambiciones, guerras, etc.
Sin embargo, nuestros contemporáneos "Súper civilizados están todavía convencidos de que eso de la Guerra es algo secundario un accidente pasajero que nada tiene que ver con su tan cacareada “Civilización Moderna”: solo han desarrollado la ciencia y la técnica por afán de lucro, de dominio, de egoísta competencia y no de útil cooperación. Y el resultado es la constante división, el enfrentamiento del hombre contra el hombre, LA GUERRA.
Los tiempos del fin han llegado y todos tendremos que soportar las consecuencias: NO HABRA MAS CONSIDERACIONES PARA ESTA HUMANIDAD PERVERSA. El fin se acerca.
Michel Nostradamus, vidente extraordinario, insigne astrólogo, quien vivió entre los años 1503 y 1566 en Francia dice: "En el año 1999, en el séptimo mes, vendrá del Cielo un Gran Rey del Terror”. (Véanse los dos primeros versos de la Centuria, 10-72) Según los cálculos astronómicos solo habrá en este siglo XX dos eclipses totales de Sol: uno el 4 de febrero de 1962 y otro en Agosto de 1999.
"A un eclipse de Sol, dice Nostradamus, sucederá el más oscuro y tenebroso verano qué jamás existió desde la creación hasta la pasión y muerte de Jesucristo, y desde ahí hasta ese día, y esto será en el mes de octubre, cuando se producirá una gran traslación, de tal modo que creerán que la tierra ha quedado fuera de su órbita y abismada en las tinieblas externas”.
La horripilante perturbación en la órbita y en el movimiento del planeta tierra, es explicada científicamente por el propio vidente Nostradamus por la aproximación de otro astro que, durante siete días, aparecerá como otro Sol. El Apocalipsis de San Juan cita a tal astro bautizándolo con el nombre de "Ajenjo" (Amargura) Planeta gigantesco al que hacemos referencia con el nombre de “Hercólubus” muchos lo llaman el “Planeta Frío”, otros lo denominan “Planeta Rojo”. Incuestionablemente es mucho más grande que Júpiter el gigante colosal de nuestro Sistema Solar, Jesús el gran KABIR dijo:
E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el Sol se oscurecerá y la Luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán conmovidas". "Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre, en el cielo: y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gloria”. Y enviará sus Ángeles con gran voz de trompeta y juntaran a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”. Melchisedek el genio de la Tierra, el Rey del mundo, hizo en el Tibet la siguiente profecía:
"Los hombres (o mejor dijéramos los Mamíferos Racionales) cada vez más olvidarán sus almas para ocuparse solo de sus cuerpos; La mayor corrupción va a reinar sobre la tierra". "Los hombres se asemejarán a las bestias feroces, sedientos de la sangre de sus hermanos”. “La Media Luna se apagará cayendo sus Adeptos en la guerra perpetua. Caerán sobre ellos las mayores desgracias y acabarán luchando entre sí”. "Las coronas de los Reyes, grandes y pequeños, caerán; Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, estallará una terrible guerra entre todos los pueblos”.
“Los océanos rugirán... La Tierra y el fondo de los mares se cubrirán de osamentas; desaparecerán reinos, morirán pueblos enteros... el hambre, la enfermedad, crímenes no previstos en las leyes, no vistos ni soñados aun por los hombres”. “Vendrán entonces los enemigos de Dios y del Espíritu Divino, los cuales yacen en los propios hombres. Aquellos que levanten la mano sobre otro perecerán también". "Los olvidados, los perseguidos, se erguirán después y atraerán la atención del mundo entero". "Habrá espesas nieblas, tempestades horribles. Montañas hasta entonces sin vegetación se cubrirán de florestas". "La tierra toda se estremecerá... Millones de hombres, cambiarán las cadenas de la esclavitud y las humillaciones por el hambre, la peste y la muerte”. "Las carreteras se llenarán de multitud de personas caminando al ocaso de un lado para otro".
"Las mayores, las más bellas ciudades desaparecerán por el fuego... Uno, dos, tres. De cada diez mil hombres, sobrevivirá uno, el cual quedará desnudo, destituido de todo entendimiento, sin fuerzas para construir su vivienda o buscar alimentos. Y estos hombres supervivientes aullarán como lobos feroces, devoraran cadáveres y mordiendo su propia carne, desafiaran a Dios para combate”.
"La tierra toda quedara desierta y hasta Dios huirá de ella... Sobre la tierra vacía, la noche y la muerte". "Entonces yo enviaré un pueblo, desconocido hasta ahora (el Ejército de Salvación Mundial) el cual con mano fuerte arrancará las malas hierbas del terreno del cultivo y del vicio y conducirá a los pocos que permanecen fieles al espíritu del hombre en la batalla contra el mal”. "Fundarán una nueva vida sobre la tierra purificada por la muerte de las Naciones”. Esta profecía, es aceptada por los Gnósticos, los cuales, la interpretan como el fin de la Edad Negra o KALI-YUGA, después según ellos habrá una Nueva Civilización y una Nueva Cultura.
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