El sabor trabajo y el sabor vida
Empezaremos, naturalmente, preparando el ambiente con esta plática de tipo esotérico... Espero que los hermanos, pues, pongan toda su atención... Es necesario comprender la necesidad de aprender a vivir. Las experiencias de la vida diaria son muy útiles; desafortunadamente, las gentes las repudian, las enjuician, las detestan, etc.; muchos se quejan de sí mismos y de los demás, y se asombra uno de ver cómo es que las gentes subestiman las experiencias.
Nosotros debemos actuar a la inversa: tomar las experiencias para nuestra propia Auto-Realización; ellas, en sí mismas, pueden ofrecernos material didáctico suficiente como para el desarrollo de la Esencia, o en otras palabras, para el crecimiento anímico.
Así, pues, las experiencias resultan ciertamente magníficas en todo sentido; no es posible sacar material didáctico, para el desarrollo de la Conciencia, de cualquier otro lugar que no sea de las experiencias; por eso es que quienes las repudian, o quienes protestan contra las dolorosas experiencias de la vida, obviamente se privan de lo mejor: se privan, precisamente, de la fuente viva que puede conducirlos al robustecimiento de la vida anímica.
Cuando uno toma las experiencias como material didáctico para su Auto-Realización, descubre sus propios defectos psicológicos, porque es en relación con la Humanidad, es en relación con nuestros familiares, es en relación con nuestros compañeros de trabajo (en la fábrica, en el campo, etc.) como nosotros, mediante las experiencias, logramos el auto-descubrimiento. Obviamente, las experiencias son las que nos hacen aflorar nuestros propios errores.
En presencia de nuestros insultadores, por ejemplo, aflora el "Yo" de la ira; en presencia del vino, aflora el "Yo" de la borrachera; en presencia de personas del otro sexo, si no estamos alertas y vigilantes, como el vigía en época de guerra, aflora la lujuria. Así, pues, resultan útiles las experiencias para conocernos a sí mismos. Obviamente, lo principal es no identificarnos con ningún acontecimiento, con ningún evento, con ninguna circunstancia; necesitamos aprender a ver los distintos eventos y circunstancias, sin identificarnos con los mismos; necesitamos aprovechar cada experiencia, por dolorosa que sea, para el autodescubrimiento.
Cuando uno se está observando a sí mismo, ve cuán útiles son las experiencias. Si nos retiráramos a una caverna solitaria sin habernos auto-descubierto, sin habernos conocido a sí mismos, sin haber disuelto el Ego, el resultado sería el más absoluto fracaso. En los Himalayas, muchos anacoretas vivieron en cavernas y hasta desarrollaron algunos "SHIDDIS", es decir, poderes; esos ermitaños, a base de rigurosas disciplinas esotéricas, consiguieron el "SAMADHI", y gozaron entonces en el mismo, penetrando en el "ALAYA" del Universo y hasta perdiéndose por instantes en el SUPREMO PARABRAHATMA-HATMA.
Lo que sucedió, realmente, fue que entrenados en las más diversas disciplinas de la mente, tales cenobitas lograban desembotellar la Esencia, la Conciencia, y ésta, en ausencia del Ego, vino a experimentar ESO que no es del Tiempo, ESO que está más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente. Embriagados, pues, con el "SOMA" del "SAMADHI", se creyeron Mahatmas, nunca trabajaron sobre el Ego, jamás se preocuparon por desintegrar los diversos "agregados psíquicos", sólo se especializaron el la YOGA DE LA MEDITACION.
Ya desencarnaron, y como quiera que indubitablemente se hubieran hecho atletas de la Ciencia del Dyani o Meditación, la Esencia, momentáneamente, pudo hasta penetrar en los "PLANETAS DEL CRISTO", flotar en el ambiente de tales Planetas, desafortunadamente sin poder ingresar a las Corporaciones de dichos mundos... Pasado el éxtasis, la Esencia volvió otra vez al Ego, al interior del "mi mismo"; posteriormente retornaron, regresaron, se reincorporaron, y ahora son, en el mundo occidental, personas vulgares, comunes y corrientes, y tanto en el Oriente como en el Tíbet, se les sigue aún todavía venerando como a Santos...
Es necesario entender la necesidad de desintegrar el Ego, y no sería posible esto si no aprovecháramos las duras experiencias de la vida... Hay personas, también, que después de un trabajo de observación constante, con los distintos eventos de la existencia, se olvidan del trabajo; entonces las experiencias vuelven a ser tomadas como antes.
Cuando uno toma las experiencias de la vida como un medio para llegar a un fin, como un medio para el auto-descubrimiento, como un medio para la auto-observación, puede saborearlas (el SABOR DEL TRABAJO es algo maravilloso; le da, a uno, una exquisitez inefable). Cuando uno descubre que tiene tal o cual defecto psicológico, y lo elimina, entonces viene a SABOREAR EL TRABAJO (es un sabor inconfundible); pero cuando uno, después de haber trabajado, abandona el trabajo sobre sí mismo y vuelve a tomar las experiencias de la vida tal como antes, es decir, vuelve a re-invertir el sentido de las experiencias, entonces, indubitablemente, sentirá otra vez el mismo SABOR DE LA RUTINA DIARIA, el mismo SABOR VIDA de siempre.
Hay pues que distinguir, claramente, entre el SABOR TRABAJO y el SABOR DE LA VIDA RUTINARIA. Por eso yo les digo a ustedes, mis caros hermanos: no huyan de las experiencias de la vida, aprovechen hasta la más simple experiencia para el auto-descubrimiento. Cualquier evento, por insignificante que sea, permite el auto-conocimiento; porque precisamente, es en relación con las distintas gentes como viene uno a auto-descubrirse, a descubrir sus propios errores; éstos afloran solos, tan espontáneamente, que basta estar en estado de alertas para verlos.
Defecto descubierto, debe ser trabajado, debe ser enjuiciado, debe ser analizado correctamente, debe ser comprendido a través de la técnica de la meditación. Posteriormente, viene la ejecución, la disolución; cualquier "agregado psíquico" puede ser disuelto con la ayuda de DEVI-KUNDALINI SHAKTY, nuestra Madre Divina. Si nosotros le suplicamos que elimine de nuestro interior el "agregado psíquico" que hemos comprendido, ella así lo hará, lo desintegrará, y quedaremos libres de tal defecto:
¡Cuán dichoso se siente uno, cuando elimina de sí mismo algún defecto; siente uno como si le hubieran quitado una abrumadora carga de encima! ¡Cuánta dicha...! Y a medida que los distintos "agregados psíquicos" se van desintegrando, la Esencia, el Buddhata va siendo liberado, y cuando todos los "agregados" han sido reducidos a polvareda cósmica, desaparece la CONCIENCIA EGOICA y sólo queda la CONCIENCIA LIMPIA DEL SER, la CONCIENCIA PRISTINA, ORIGINAL... Así, pues, bien vale la pena que aprovechemos las experiencias prácticas de la vida para el auto-descubrimiento; sin ellas no sería posible el auto-descubrimiento...
Esos ermitaños que en tiempos idos, se encerraron en las cavernas para meditar, alimentados por ahí con hierbas, con raíces del bosque, consiguieron hacerse atletas del "SAMADHI"; algunos lograron hasta el "SATORI", el "Vacío Iluminador" (una cosa, mis queridos hermanos, es experimentar el "Vacío Iluminador", y otra cosa es en verdad, les digo, realizar en sí mismos al "Vacío Iluminador"). Hubo santos, místicos, ermitaños en el Oriente que experimentaron el "Vacío Iluminador", pero como quiera que no trabajaran sobre sí mismos, como quiera que no eliminaran los "agregados psíquicos", no pudieron realizar en sí mismos el "Vacío Iluminador".
Experimentar la naturaleza del "Vacío Iluminador" es útil, mis queridos hermanos, muy útil, pero si solamente nos quedáramos en ese estadium del Ser, si no Auto-Realizáramos interiormente el "Vacío Iluminador", habremos perdido el tiempo lamentablemente. No podríamos, verdaderamente, realizar en sí mismos el "Vacío Iluminador", si no trabajáramos desintegrando el Ego, el "mí mismo", el "sí mismo". Así que, vale la pena reflexionar profundamente en todas estas cosas...
A medida que nosotros vayamos desintegrando en sí mismos al Ego, la Conciencia se irá liberando, y cuando hayamos logrado la desintegración absoluta del "mí mismo", la Conciencia estará absolutamente liberada; entonces el "Vacío Iluminador" habrá sido realizado en cada uno de nosotros... Sólo aquéllos que han realizado en sí mismos el "Vacío Iluminador", pueden vivir en los "Planetas del Cristo"; ellos son de naturaleza espiritual, no material. Hay dos naturalezas; la una, es mutable, pasajera, perecedera (es la naturaleza del mundo físico); más hay otra naturaleza:
Añadir un comentario