Xochicalco

Xochicalco

El Templo de las Serpientes Emplumadas por Samael Aun Weor 

En la Zona Arqueológica de Xochicalco, encontramos una de las obras maestras más extraordinarias que se ha realizado, en donde se conjuga bellamente el arte, conocimientos científicos, astronomía y un gran contenido esotérico de gran trascendencia. 

Por otra parte asombran las ocho gigantescas serpientes emplumadas, dos para cada punto cardinal, recordándonos los ocho Kabires o maestros que rigen el universo. En estas culturas la serpiente simboliza la sabiduría, la maestría y el conocimiento interior.

Cuando la serpiente está emplumada, sintetiza el trabajo que se tiene que realizar internamente; el cual se refiere a la destrucción de los miles de defectos psicológicos es cuando uno va transformándose en serpiente de sabiduría; y si complementamos ese trabajo interior ayudando a la humanidad desinteresadamente y fabricando los cuerpos existenciales superiores del Ser, es como la serpiente puede ser tragada por el águila o quetzal para convertirse en una serpiente emplumada, un prototipo de perfección.

La serpiente también es el símbolo de la Madre Divina, quien devora o asimila a su hijo cuando éste ha disuelto el ego totalmente y después de sucesivas purificaciones el tercer Logos (el águila o quetzal) a su vez se fusiona con la serpiente cuando se ha perfeccionado el candidato a la luz de la sabiduría inmortal.

Cada muro muestra dos colosales serpientes emplumadas, para recordarnos el binario serpentino del antiguo México, y la realidad palpitante que debemos encontrar en cada uno de nosotros. Una serpiente nos simboliza la luz, la Madre Cósmica, el eterno principio femenino divinal, el fuego sagrado; y la otra representa el fuego negativo, fatal, origen del ego bestial y al cual lamentablemente rendimos culto por nuestras malas acciones. 

Que cada serpiente en su cuerpo ascienda y descienda, nos indica que, a toda exaltación, le precede una humillación, que para subir tendremos primero necesariamente que bajar. Así nos indican los maestros del pasado que el camino es interminable, que la Gran Obra (llamada así por los alquimistas) está llena de bajadas y subidas. Se encuentran sacerdotes estilo maya, entre el cuerpo de las serpientes. 

El glifo de la palabra adornado profusamente, nos indica la importancia que tiene el verbo en todo lo que hacemos; que debemos hablar correctamente, con belleza en lo que decimos, bendiciendo a la gente, orientando, conduciendo correctamente, ayudando a la humanidad con la luz de la palabra.

En su cuello aparece el collar del buda, el cual sólo lo tienen los que han fabricado los cuerpos solares. Al estar sentados al estilo oriental, nos muestran el sentido de meditación, comprensión y paz. Además, son necesarias la introspección, el dirigirse hacia dentro, hacia el universo interior. Sus penachos son muestra de la maestría, que han dominado su mente.

Por otra parte, sus manos se encuentran muy similar al arcano uno del Tarot, una mano está a la altura del corazón y la otra mostrando hacia el piso, hacia abajo, indicando que hay que descender, bajar para poder subir. El frente del templo está orientado al occidente y esto es muy significativo, pues es donde se oculta el sol, donde simbólicamente muere, enseñando que debe morir en nosotros lo negativo, recordándonos la muerte de los miles de defectos psicológicos que cargamos. 

Se debe señalar que en el tablero de las correcciones (parte frontal derecha del templo), encontramos símbolos muy interesantes: primero se encuentra el glifo “Casa” (calli en náhuatl), representando la casa de nuestro Ser que debemos fabricar para que se manifieste, se trata de los cuerpos solares, ya que los que tenemos son lunares, es decir fantasmales, fríos; 10 puntos se encuentran bajo este símbolo de “Casa” representación de los 10 sephirotes, semillas divinas, las 10 dimensiones que conforman el Árbol de la Vida.

Pero un brazo jala con una cuerda otro símbolo, como indicando que para lograr fabricar la casa o calli del Ser, se requiere trabajar con el “11 Mono” (Ozomatli), el 11 en cábala es el trabajo con el fuego sagrado, y el mono es el símbolo de la energía creadora del primer instante. Finalmente aparece el símbolo 6 (Acatl en náhuatl), caña, redondeando el trabajo a realizar, ya que la “caña” es la columna vertebral y el 6 es la suprema decisión de seguir al Cristo interior.

En el tablero suroeste (parte frontal izquierda del templo), podemos apreciar las fechas: 9 ojo reptil que ya hemos explicado; junto a este símbolo está el “2 Movimiento” (Ollin en náhuatl), mostrándonos la actividad, la diligencia, la prontitud; y 10 Caña (Acatl) revelando el camino de la transformación total. También destaca el cargador de la banda celeste, o distintas partes de nuestro propio Ser, auxiliándonos incesantemente en todo el trabajo que realizamos por perfeccionarnos, indicándonos que no estamos solos, que siempre hay fuerzas divinas auxiliando al que busca el camino.

En la parte superior del templo, encontramos a un personaje simbolizando a Venus como guerrero, esto es algo que nos sorprende, si sabemos que Venus es el amor. Tiene un Atl-atl (carcaj) con tres flechas, y cada flecha termina en tres plumas, tiene un escudo sobre su pecho y se encuentra sentado.

Esta figura nos habla de la revolución amorosa, de la lucha que se debe llevar a cabo contra las pasiones sexuales en la magia del amor. Las tres flechas nos indican el concurso de las tres fuerzas primarias de la naturaleza; y las 9 plumas, el trabajo con la novena esfera o supra sexualidad.

Podemos observar en este nivel superior del templo, el árbol de la vida formado por una planta de maíz, símbolo de las dimensiones de la naturaleza y de los cuerpos del ser humano. Además, se encuentran los numerales 8 Caña y 10 Caña; el 8 nos indica las pruebas que hay que trascender en la vida y el 10 nos muestra la retribución, las vidas y muertes, la Rueda del Samsara que habremos de trascender.

El símbolo de caña es muy significativo, primeramente, porque simboliza la columna vertebral donde se mide el desarrollo del aspirante; está bellamente representado con un gran cuadro que nos recuerda la piedra filosofal de los alquimistas, y los adornos a los lados semejan 2 báculos, indicando las fuerzas magnéticas femeninas y masculinas. 

También puede observarse un coyote, representando la ley del karma, que todo debe hacerse con rectitud y amor.  El Templo de las Serpientes emplumadas de Xochicalco es la magia del auto conocimiento plasmada en roca, para que como dice el maestro Jesús todo el que tenga ojos para ver, vea, porque ahí hay sabiduría…

Doctrina Gnóstica develada por Samael Aun Weor

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