Las 7 notas musicales

Las 7 notas musicalesLas siete notas musicales o La corriente del sonido. Para poder escuchar esta conferencia directamente del V. M. Samael Aun Weor hacer CLIC aquí

Ante todo, considero que es necesario cambiar, debemos salir del estado este en el que nos encontramos, que urge una transformación total dentro de sí mismo. Indubitablemente ningún cambio se procesa sin un shock especial. Obviamente las siete notas Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, se hallan relacionadas con todos los eventos de la vida. Do, Re, Mi, implican de hecho una serie de sucesos

Pero observen ustedes que entre el mismo Fa existe realmente una pausa. Así pues, Fa, Sol, La, son las notas siguientes. Entre La y Si hay otra pausa. Si uno se propone en la vida realizar un programa, habrá de comenzar inevitablemente por la nota Do, proseguirá con la Re, y llegará a la nota Mi; al llegar a esa parte tiene dificultades, inconvenientes, que es una pausa entre la nota Mi y la nota Fa, entonces tiende la corriente del Sonido a regresar al punto de partida original.

Como consecuencia o corolario, es apenas normal que el esfuerzo inicial, el proyecto que se puso en marcha zozobre. Pero si uno lanza un nuevo esfuerzo para atravesar la pausa, es obvio, apenas normal que se mantendrá en línea recta y hasta en ascensión el impulso que inició, y el negocio triunfará.

Continuando con todo esto vemos que vienen luego las notas Fa, Sol, La. Pero entre el La y el Si existe una nueva pausa; si no se refuerza el impulso original, la corriente del Sonido regresará al punto de partida original y fracasará la empresa, el proyecto o el negocio. Así que es muy importante esto de las siete notas de la escala musical; es formidable esta cuestión de la Corriente del Sonido. Hay que darle un shock al sonido entre las notas Mi y Fa, y otro entre las notas La y Si. Siempre se necesita de un shock que le permita a uno existir, para lograr un cambio, una transformación.

Un niño nace, viene al mundo. El primer shock que recibe es el del aire que inhala, que recibe; al llegar el aire, al recibirlo por primera vez, el niño vive. De manera que nosotros necesitamos de ese shock meramente físico para existir. También es cierto que si por ejemplo en vez de respirar nosotros oxígeno, nitrógeno, etc., respiráramos por ejemplo monóxido de carbono, se produciría el shock pero no sería recibido por el cuerpo, el cuerpo no aceptaría ese shock y vendría la muerte.

En cuanto a nuestra tan cacareada civilización moderna sucede que necesitaría un shock para no morir, para no ser destruida, ese shock sólo podría ser a través de otra civilización e inmensamente superior a la nuestra; sólo así podría esta civilización no morir. Habría que inventar el tipo de shock para dárselo a esta civilización agonizante, pero no se ha inventado ese tipo de shock que permita a esta civilización transformarse y existir. Obviamente esta civilización tendrá que morir por falta de ese shock, eso es claro.

Siguiendo hacia adelante, tendremos que contemplar al hombre a la luz del Génesis, sólo así comprenderíamos qué clase de shocks nos llevarían a la Auto-Realización Intima del Ser. ¿Qué nos dice el Génesis? Nos dice que: “en el principio Dios creó los Cielos y la Tierra”. Los ignorantes ilustrados suponen que se refiere exclusivamente a los Cielos macrocósmicos y a la Tierra meramente física, la Tierra esta en la que vivimos. No niego que se refiera también a ella entre otras cosas, pero específicamente se está refiriendo en forma concreta al microcosmos-hombre.

Los cielos son los estados de conciencia dentro de nosotros mismos, dentro del hombre mismo. En cuanto a la Tierra, es el cuerpo físico del hombre, la Tierra Filosófica citada por los alquimistas medievales, la Tierra Filosofal. Así es que en el principio creó Dios los cielos, los estados de conciencia superiores del hombre, y la Tierra el cuerpo físico.

El Génesis añade: “la tierra estaba desordenada y vacía y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. ¿A qué se está haciendo alusión aquí? Simplemente al bípedo tricerebrado o tricentrado equivocadamente llamado hombre, al animal intelectual, que es tierra desordenada y vacía, que tiene su mente en el más completo desorden, es un verdadero caos, que únicamente cree lo que le informan los cinco sentidos, que vive en el mundo de las pasiones animales, que nada sabe sobre lo Real, sobre lo esotérico, que es absolutamente ignorante, que nunca ha recibido un rayo de luz, etc.

Es el hombre común y corriente, el hombre del mercado, el hombre de la plaza pública, el hombre vulgar de la Tierra citado por uno de nuestros rituales gnósticos creo que en el de 2º grado, etc., el tipo sensual y grosero.

Ese es el promedio de la vida humana, el promedio de todos los millones de seres humanos o humanoides que viven actualmente sobre la Tierra. Pero, ¿cómo salir de ese estado? Imaginemos por un momento que nos subimos a una torre para ver las multitudes humanas. ¿Cómo hacer para que salgan de ese estado en el que se encuentran? No hay duda de que cada una de esas personas que en general componen las multitudes, es tierra desordenada y vacía, eso es obvio. ¿Cómo hacer? Se necesita un shock especial, sólo así podría darse el caso de que hubiera un cambio. Es posible ese shock.

El Génesis dice que creó Dios la Luz, dijo: “hágase la luz y la luz fue hecha”, y que separó la luz de las tinieblas. ¿A qué tinieblas se refiere el Génesis? Pues a las tinieblas que están dentro de uno mismo, dentro de esta Tierra Filosófica. Pero, ¿qué clase de tinieblas son esas? pues esas tinieblas constituyen los agregados psíquicos inhumanos que personifican a nuestros defectos de tipo psicológico: ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc., etc., etc. Bueno, he citado únicamente los siete pecados capitales, estos se multiplican por otros siete y otros tantos más y más, y son legión.

Pensemos en lo que son los agregados psíquicos; ya Virgilio el poeta de Mantua dijo: “Aunque tuviéramos mil lenguas para hablar y paladar de acero, no alcanzaríamos a enumerar todos nuestros defectos cabalmente”. Ellos mismos constituyen las tinieblas que cargamos en nuestro interior. ¡Separar la luz de las tinieblas!, eso es muy difícil, esa Luz es la Conciencia Superlativa del Ser, hay que arrancársela a las tinieblas; ese modo de extraerla de entre cada agregado psíquico inhumano de hecho implica terribles súper-esfuerzos que hay que realizar en sí mismo y dentro de uno mismo, aquí y ahora.

¡Arrancarle la Luz a las tinieblas!, eso significa destruir todos esos receptáculos dentro de los cuales está metida la Esencia, desintegrar esos agregados, pulverizarlos, para que la Luz Esencial se haga libre. Eso es lo que se quiere decir con separar la luz de las tinieblas. “Y a la luz llamó día y a las tinieblas -de la ignorancia y del error- llamó noche”. Hay que saber comprender, creo que los hermanos van reflexionando.

Continuando hacia adelante con el Génesis, veremos nosotros cómo separa el Creador, el Elohim, a las aguas superiores de las inferiores, esto pertenece ya al terreno mismo de la Alquimia. Obviamente en nosotros existe el Azogue, es decir el mineral en bruto. Cuando se transmuta el Azogue en bruto o mineral en bruto, que no es otra cosa que el Exiohehari es decir, el Esperma Sagrado, hablando, en otros términos: las secreciones de las glándulas endocrinas sexuales, entonces se consigue la energía; energía que asciende hasta el cerebro a través de sus respectivos canales que son bien conocidos en anatomía oculta.

Esa energía o sustancia tengo entendido en que hemos llegado a un modismo en que energía y masa ya no se diferencian, porque esa energía creadora del Tercer Logos, es sustancia, sustancia que sube por los canales espermáticos hasta el cerebro, esa sustancia energía, indubitablemente es el Alma Metálica del Esperma Sagrado o el Exiohehari; esa Alma Metálica del Esperma Sagrado es pues energía y es sustancia. Como sustancia la podríamos llamar Mercurio; no es un Mercurio Seco como el de los “yoes”, los agregados psíquicos que personifican nuestros errores, no, es un Mercurio líquido, espumoso.

Miradas las cosas desde este punto de vista, vemos cómo las aguas superiores mercuriales se desligan, se separan de las aguas inferiores, hay la separación de aguas. “Y separo Dios las aguas de las aguas, las aguas superiores de las aguas inferiores”. Claro está que esas aguas superiores son el Mercurio, que tiene que pasar por varias fases antes de que se haga digno de recibir al Azufre.

En principio esas aguas mercuriales son negras como el carbón, posteriormente, a base de grandes sublimaciones, es decir, refinando el Sacramento de la Iglesia de Roma, que es la Iglesia del Amor porque Roma a la inversa se lee Amor, refinando tal sacramento, se consigue que las aguas negras se vuelvan blancas y posteriormente amarillas.

En Alquimia hay animales que alegorizan estas fases del Mercurio. Les dije que en principio el Mercurio es negro y está representado por un cuervo negro, que después se vuelve blanco y está representado por la paloma blanca y luego se vuelve amarillo y está representado por el águila amarilla, por último, es rojo y está representado por el faisán rojo.

Así que el Mercurio tiene que pasar por cuatro fases: 1º negro, 2º blanco, 3º amarillo, 4º rojo. Esas fases se hacen posible mediante la sublimación del trabajo en la Forja de los Cíclopes. Así que van entendiendo ustedes, el Sacramento de la Iglesia de Roma, y ya lo saben puesto que son de Tercera Cámara.

Cuando el Mercurio se ha hecho amarillo, obviamente recibe al Azufre. ¿Cuál es el Azufre? Es el Fuego Sagrado, el Fuego tiene que fecundar al Mercurio. Así que mezclado el Fuego con las corrientes asciende por el canal medular espinal hasta el cerebro. Hablamos de las aguas superiores y ¿dónde dejaremos a las aguas inferiores? Las hay; las aguas inferiores, si en principio eran negras, después tienen que volverse completamente claras.

Esto es lo que se llama “separar las aguas de las aguas para que surja la ceca, la cual se llama tierra”. ¿A qué seca nos estamos refiriendo? ¿A qué seca alude el Génesis? Pues a los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, a eso alude el Génesis.

Obviamente, este Mercurio ascendente mezclado con el Fuego Sagrado o Azufre, lleva también cierta cantidad de Sal, Sal sublimada y cristalizada en nosotros, dentro de nosotros mismos, de acuerdo con la Ley de las Octavas.

Sal, Azufre y Mercurio revueltos reciben un nombre en Alquimia, se les denomina Azoe, ese Azoe en general, cristalizará dentro de nosotros de acuerdo a la Ley de las Octavas; en una octava superior cristalizará en nosotros convirtiéndose en el Cuerpo Astral, y esa cristalización también se verifica o se realiza de acuerdo con la Ley del Siete, con la Ley del Eterno Heptaparaparshinock, de acuerdo con las siete notas musicales: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si. En una octava viene a cristalizar con esas mismas notas de la escala, la Sal, el Azufre y el Mercurio en el Cuerpo de la Mente.

Por último, una tercera cristalización viene a concretarse con el Cuerpo Causal o Cuerpo de la Voluntad Consciente. Si alguien posee los cuerpos físico, Astral, Mental y Causal, puede por tal motivo recibir los principios Etnicos, Anímicos o Espirituales que le convertirán en un Hombre a imagen y semejanza de Dios.

Todos los procesos que están en la Biblia donde se hace alusión a la yerba verde, a todo árbol que dé frutos, son simbólicos, obviamente debe de dar frutos en nosotros el Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Esa semilla debe germinar en nosotros, las lumbreras del Espíritu deben iluminarnos, el Sol Espiritual debe darnos su luz hasta que al fin después de tantos trabajos de Alquimia, eliminando los agregados psíquicos, domando los peces y los animales que dentro de nosotros tenemos y haciéndonos reyes y señores de ellos hasta destruirlos, aparece entonces el Hombre hecho a imagen y semejanza de Dios en el sexto día de la Creación.

Pero todavía no es por tal motivo el Hombre viviente, el Hombre del sexto día está hecho únicamente a imagen y semejanza de Dios, pero no es el Hombre viviente. El Hombre viviente es el Hombre del séptimo día, ese sí es el Hombre viviente, el Hombre que se ha integrado con la Divinidad, el Superhombre, el Maestro Resurrecto, a ese alude tácitamente el Génesis. Así para poder transformarnos en hombres hechos a imagen y semejanza de Dios necesitamos un shock, es decir, del conocimiento esotérico oculto; obviamente, para convertirnos en Hombres vivientes necesitamos de un tercer shock especial.

Concretemos; para que exista el hombre físico, necesitamos de un shock físico que es el aire que se respira en el momento de nacer. Para que exista el Hombre hecho a imagen y semejanza de Dios se necesita de otro shock que está definido con aquellas palabras que dicen: “Dijo Dios, hágase la Luz, y la luz fue hecha y separó a la luz de las tinieblas”. El hombre ignorante necesita de un shock especial, necesita de alguien que le lleve la enseñanza, necesita recibir las luces del esoterismo; eso produce en él un shock especial, sólo ese shock especial puede transformarlo más tarde, puede convertirlo dijéramos en lo que se llama “el Hombre hecho a imagen y semejanza de Dios” en el sexto día.

En el séptimo día ya cambian las cosas; para llegar a ser un Hombre viviente, un Hombre del séptimo día, se necesita otro shock último muy especial, un Hombre del sexto día es un Hombre hecho a imagen y semejanza de Dios, pero no es un Hombre viviente, se necesita de un tercer shock para convertirse en un Hombre viviente. Si un Hombre del sexto día, hecho a imagen y semejanza del Eterno quiere convertirse en Hombre viviente, debe hacerse Resurrecto, no podría hacerse Resurrecto sin un shock especial, necesita descender, bajar a los mundos infiernos, a la Novena Esfera, a desintegrar los demonios de la Luna Negra.

Ya les he explicado muchas veces a ustedes que la Luna Psicológica tiene dos caras, la que se ve y la que no se ve. Así como la luna visible tiene dos caras, la que se ve y la oculta que está del otro lado, así también tengo que decirles que la Luna Psicológica dentro de nosotros mismos tiene dos caras, la que se ve, es decir, los defectos que se ven a simple vista, y la que no se ve, la oculta. Muchos santos que progresaron demasiado, quedaron estancados creyendo que habían acabado con el Ego; sí, habían destruido muchos elementos inhumanos de la parte visible de la Luna Psicológica, mas no habían desintegrado los elementos inhumanos de la cara oculta de la Luna Psicológica.

Se absorbieron en el Nirvana o en el Maha-Paranirvana, convencidos de que los elementos indeseables de su psiquis habían sido desintegrados, pulverizados; más tarde se dieron cuenta de que no habían llegado todavía a la meta, les quedaban muchos elementos indeseables en la parte oculta de la Luna Psicológica.

El Hombre hecho a imagen y semejanza de Dios tiene necesariamente que desintegrar los elementos inhumanos de la Luna Psicológica si es que en verdad quiere convertirse en un Hombre viviente. Ese shock no sería factible si no se bajara a la Novena Esfera, sólo allí se puede recibir ese shock tan especial; recibiéndolo, sólo así sería factible desintegrar los elementos indeseables que en su interior tuviera.

Esa clase de trabajo relacionado con la Luna Negra se denomina en esoterismo: “la Iniciación de Judas”, es decir, la Pasión por el Señor; raros son los seres humanos que han llegado a esas alturas, sin embargo, yo cumplo con mostrarles a ustedes el camino que conduce a la liberación final. El camino no es para los mentecatos, no es para las gentes que están embotelladas dijéramos en los códigos de moral escritos por tantos humanoides intelectuales, es un camino difícil; a este se le llama “El Camino Estrellado”. Se le denomina así porque está simbolizado con ocho estrellas en el firmamento, un camino lleno de peligros imprevistos, un camino de angustias y dolor.

 Por ese camino anduvo Nicolás Flamel, el insigne alquimista medieval; ese camino conduce a Compostela; hay que entender lo que es la palabra Compostela. “Compo” significa recibir, “stela” significa stella, estrella, recibir la Estrella para convertirse en Hombre viviente. Hay que recibir la Estrella de seis puntas, es decir, el Sello de Salomón, esto está además debidamente documentado con el