El cuervo negro simboliza la primera etapa del alquimista
Explica el V. M. Samael Aun Weor, que la materia prima debe vivir el vía crucis, el dolor, el sacrificio y la renuncia que lo llevará a la purificación.
La primera etapa está simbolizada por el CUERVO NEGRO, el color negro, Saturno, pues, como él mismo dice: El Iniciado habrá de entrar en un franco trabajo de muerte, tendrá que eliminar, destruir, desintegrar los elementos inhumanos que lleva en su cuerpo astral, y eso es muerte, es podredumbre, hasta conseguir el color blanco que es fundamental.
Para realizar la Gran Obra alquimista, en principio, se necesita preparar el mercurio o arché, porque sin esta materia prima no se podría realizar este Magnus Opus.
¿Y cómo se prepara el mercurio de los sabios? Pues, mediante el secreto secretorum de la Alquimia. Se trata de un sencillo artificio: conexión del lingam-yoni, sin la pérdida del ens-seminis, porque dentro del ens-seminis está el ens-virtitus del fuego.
Inicialmente, cuando la pareja alquimista comienza a trabajar con el arcano A.Z.F., las aguas mercuriales son negras y se les representa con el cuervo.
Y dicen los alquimistas en forma simpática y alegórica que «de entre esas aguas negras hay que sacar la gelatina blanca, es decir, refinar estas aguas para convertirlas en blancas y puras; convertir al cuervo negro en paloma blanca». Los cuervos, aunque se alimentan de la muerte, por el hecho de desenvolverse en el Rayo de Saturno, poseen ciertos poderes maravillosos que indican evolución.
Yo he podido evidenciar lo que son las facultades del cuervo. En cierta ocasión, hallándome en un pequeño poblado de Venezuela, en cierta casa donde un pequeño niño se encontraba gravemente enfermo, vi con asombro un grupo de cuervos que muy tranquilos se habían posado sobre el techo de aquella casa. Aquellas gentes sencillas, me declararon lo siguiente: Este niño morirá. Cuando pregunté el motivo de tal sentencia, ellos me señalaron aquellas aves negras. Entonces comprendi.
El caso no tuvo remedio, y realmente la criatura murió. Lo que más me asombró fueron las facultades de aquellos elementales, que sabían que la criatura iba a morir y posados sobre el tejado de aquella mansión aguardaban el supremo momento para el festín. Indubitablemente, la cena macabra nunca pudo llegar, porque a la criatura se le dio cristiana sepultura; sin embargo, las aves llegaron y la Ley se cumplió.
En la catedral de Notredame París, hay un cuervo y mira fijamente hacia el rincón del templo, hacia ese lugar donde se encuentra la piedrecita angular, la piedra Maestra, la piedra de la verdad, tal piedra tiene una forma, sí, terrible, con cuernos que horroriza. El Diablo, pavor de muchos pseudo-ocultistas y pseudo-esoteristas, los alquimistas medievales dicen; «Quema tus libros y blanquea el latón». Porque el cuervo negro mira hacia el diablo, porque debemos morir en si mismos es necesario que desintegremos los elementos inhumanos que llevamos dentro, es urgente que nos reduzcamos a ceniza, a polvadera cósmica, así será como podremos nosotros blanquear el latón, ese latón o cobre representado en la estrella de la mañana.
Samael Aun Weor. Conferencia: Preguntas de Damas Gnósticas.
Pero la preparación del Mercurio exige mucho cuidado, porque las aguas mercuriales tienen que pasar por muchos procesos; eso es obvio. En principio esas aguas son negras. Cuando se está trabajando con esas aguas, se dice que está trabajando con SATURNO. Son inmundas, en principio; más tarde, esas aguas se vuelven blancas. Cuando están negras, se les alegoriza con el CUERVO NEGRO de la Alquimia, el CUERVO NEGRO de la putrefacción y de la muerte. Pero si se sublima el trabajo, si se vuelve más espiritual, si se le da REINCRUDACIONES, entonces las aguas se tornan blancas.
Samael Aun Weor. Extracto de la conferencia "El mercurio de los sabios"
Añadir un comentario