Los principios de la alquimia; Sal, Azufre y Mercurio.

Sal azufre y mercurioLos principios de todos Los metales son: la Sal, el Mercurio y el Azufre. El Mercurio solo, o el Azufre, o la Sal sola, no podrían dar origen a los metales, pero unidos dan nacimiento a diversos metales minerales.

LA SAL es la sustancia de todas las cosas, el principio y fin de todo lo existente. Recordemos la frase de Jesús, el Gran Kabir: Vosotros sois la Sal de la Tierra La Sal obra sobre el Azufre y el Mercurio, y estos últimos la hacen volátil como ellos. La Sal, en compensación, los coagula y los fija. La Sal, diluida en un licor adecuado, disuelve a su vez cosas sólidas y les da consistencia. La Sal disuelve nuestros metales, para elaborar con ellos el “NIÑO DE ORO” de la Alquimia Sexual.

EL AZUFRE, en su estado oculto y sutil, es el FUEGO; en su estado visible y sólido, es un principio gaseoso y aceitoso que une, indisolublemente, a la Sal y al Mercurio.  El Azufre, secuencialmente, tiene parte de la solidez de la Sal y parte de la volatilidad del Mercurio.EL MERCURIO es un licor espiritual, aéreo y raro.

El Mercurio es el águila voladora de la Filosofía, el Mercurio es nuestro CAOS, el Mercurio es nuestro ENS-SEMINIS. Desde un punto de vista meramente físico, la SAL se encuentra en la orina y en el sudor, el AZUFRE abunda en las grasas y en las axilas, y el MERCURIO en la sangre, en la médula, en el humor acuoso, los huesos, los músculos, etc. 

Es, pues, lógico, que nuestra Piedra Filosofal debe tener inevitablemente estos tres principios. El FUEGO es el Azufre de la Alquimia; el Mercurio es el Espíritu de la Alquimia; la Sal es la maestría de la Alquimia.

Para elaborar el Elixir Rojo y el Elixir Blanco, necesitamos inevitablemente de una sustancia donde la Sal, el Azufre y el Mercurio se hallen totalmente puros y perfectos, porque la impureza y la imperfección de los compuestos se vuelve a encontrar en el compuesto. 

Empero, como a los metales no se les puede agregar sino sustancias extraídas de ellos mismos, es lógico que ninguna sustancia extraña pueda servirnos, por lo tanto dentro de nosotros mismos tiene que encontrarse la materia prima de la Gran Obra.

Nosotros perfeccionamos esa sustancia según arte y es el Fuego Sagrado de nuestro laboratorio orgánico. Esta sustancia semi-sólida, semi-líquida, tiene un Mercurio puro, claro, blanco y rojo, y un azufre semejante. Además posee esa sustancia dos clases de sal: una fija y una volátil. Esta materia prima de la Gran Obra, es el Semen de nuestras glándulas sexuales.

Con nuestra ciencia y mediante el FUEGO, transformamos esta maravillosa sustancia, para que al final de la obra, sea millones de veces más perfecta. Con esta maravillosa sustancia elaboramos el Elixir Rojo y el Elixir Blanco. Recordemos, finalmente, que todos los libros de Alquimia están escritos en clave, y el que no conozca la clave de la Magia Sexual no puede entenderlos.

Samael Aun Weor Tratado de Alquimia Sexual Capítulo 2º  Speculum Alchemle

Videos de Alquimia doctrina develada por Samael Aun Weor

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