Las 7 rosas
Nuestra columna espinal tiene siete rosas ígneas, Estas siete rosas ígneas entran en actividad con el fuego sagrado del canal de Susumná.
El fuego sagrado se engendra cuando los átomos solares y lunares de nuestros dos cordones ganglionares hacen contacto. Estos dos cordones simpáticos son llamados en oriente Idá y Pingalá.
Idá y Pingalá funcionan a lo largo de la superficie curvada de nuestra médula espinal, donde esta el canal de Susumná.
Estos cordones Simpáticos, son nuestros dos testigos, nuestras dos olivas y los dos candeleros que están delante del Dios de la Tierra.
Estos dos cordones surgen del centro sacro llamado Triveni, de la médula oblonga. Cuando los átomos solares y lunares de estos dos cordones hacen contacto en el sacro, despierta el fuego sagrado, y entra en actividad el Triveni o Mulhadara, que es la Iglesia Coxígea, la cual tiene el poder de abrir el Chakra prostático o fundamental.
La columna vertebral es llamada por los Indos, Brahmadanda o Bastón de Brahma, y está también simbolizada por la caña de Bambú de siete nudos que llevan los Yoguis de la India.
El Canal de Susumná, junto con los dos cordones simpáticos, está simbolizado por una caña de bambú con tres nudos, que usan los Yoguis Trans-himaláyicos que se reúnen constantemente en el lago Mansoravara, por eso se les llama: TRIDANDINES, esto simboliza el Cíngulo Brahmánico de los tres aires vitales del Akasha puro.
El cordón ganglionar de la derecha corresponde a la fosa nasal derecha, el cordón ganglionar de la izquierda pertenece a la fosa nasal izquierda. El cordón ganglionar de la derecha es solar, positivo; el cordón ganglionar de la izquierda es lunar, negativo.
Cuando los átomos solares y lunares del cordón Brahmánico hacen contacto en el centro sacro Triveni, entra en actividad el KUNDALINI y se abre paso hacia BRAHMARANDRA, que es la fontanela frontal de los recién nacidos, para brillar resplandeciente en el entrecejo, cuello y corazón en sucesivo orden.
En el corazón está la sede de Brahma; el corazón es la sede de ATMAN-BUDDHI-MANAS. El hombre espiritual reside en el corazón. La primera serpiente, que corresponde al cuerpo físico, sólo llega hasta BRAHMARANDRA, para brillar esplendorosamente en el Chakra frontal. Este centro tiene noventa y seis rayos.
La segunda serpiente, que corresponde al cuerpo etérico, llega únicamente hasta el entrecejo. Empero, las otras cinco culebras deben llegar hasta el corazón inevitablemente. La segunda rosa de nuestra columna espiral abre el plexo solar. Este centro tiene diez rayos: cinco activos y cinco pasivos.
Sin embargo, el fuego sagrado los pone a todos en completa actividad. El cerebro y el corazón resplandecen totalmente con el fuego de Kundalini. La septenario actuación del fuego sagrado en la glándula pineal, se refleja en el aura del corazón, poniendo en actuación los siete centros cardíacos.
Este tercer centro entra en completa actividad cuando el Kundalini enciende la tercera Rosa Ígnea.
El Chakra del corazón tiene doce pétalos. La cuarta rosa ígnea nos abre las alas ígneas y está íntimamente relacionada con el tacto. La quinta rosa ígnea nos abre el Chakra del Tiroides, relacionado con el oído oculto. Este Chakra tiene dieciséis pétalos.
La sexta rosa ígnea pertenece a la vértebra treinta y dos de nuestra Columna Espinal. Este es la segunda cámara alta de la cabeza, y abre el Chakra frontal que nos da la clarividencia. Este centro tiene noventa y seis rayos, y con el fuego sagrado resplandece en el entrecejo.
Este Chakra frontal es el órgano de visión del plano psíquico. Dicho órgano reside en la glándula pituitaria, la cual tiene siete clases de hormonas. La séptima rosa ígnea corresponde a la glándula pineal. El cuerpo pituitario es sólo el instrumento o portaluz de la glándula pineal. La glándula pineal se corresponde con el útero, y sus pedúnculos, con la Trompa de Falopio en la mujer.
En el varón, la glándula pineal se halla íntimamente relacionada con las glándulas sexuales. Ahora nos explicamos por qué este Chakra no puede entrar en actividad en los fornicarios. Todo desgaste sexual se refleja en la glándula pineal. En la séptima rosa ígnea se expresa toda la majestad de Dios. Esta séptima rosa ígnea es la corona de los santos, y tiene mil pétalos de indescriptible esplendor.
Nuestro cerebro tiene siete cavidades y nuestro corazón tiene también siete centros. Estas siete cavidades de nuestro cerebro corresponden a las siete escalas de las armonías divinas, y están ocupadas por el Akasha puro... El hombre psíquico mental reside en la cabeza con sus siete portales, y en el corazón reside ATMAN-BUDDHI-MANAS (el hombre celeste).
Hemos de unir la mente con el corazón, mediante el fuego. El cáliz y el corazón deben marchar en completo equilibrio, y ello solamente es posible uniendo la cabeza y el corazón, mediante el fuego. Las circunvoluciones cerebrales han sido formadas por la armadura argentada del cuerpo mental.
El tercer ventrículo del cerebro está lleno de luz, y esa luz se hace realmente esplendorosa con el fuego sagrado del Kundalini. La sexta cavidad pertenece a la glándula pineal.
La glándula pineal o centro coronario es un cuerpo oblongo, redondeado, de ocho a seis milímetros de largo, posee un color oscuro, grisáceo, ligeramente rojizo y está conectado con la parte posterior del tercer ventrículo del cerebro. Tiene en su base dos finísimas y hermosas fibras medulares, que se dirigen divergentemente hacia los tálamos ópticos.
El cuerpo pituitario se halla conectado con la glándula pineal, por un canalillo capilar sumamente fino, ya desaparecido en los cadáveres. Esta glándula pineal está rodeada de una arenilla sumamente fina. Esta arenilla es el "ACERBULUS CEREBRI", la concreción del cuerpo mental, y el instrumento eficiente de la mente En la cabeza residen los siete Chakras capitales que gobiernan a los siete plexos.
Cuando el cuerpo mental está ya totalmente Cristificado por la cuarta culebra, se convierte en un instrumento eficiente para el ÍNTIMO. El real SER utiliza a la mente como elemento de regulación y control para los siete plexos astrales. La mente controla sus plexos por medio de los siete Chakras capitales del cerebro.
El plexo solar es nuestro cerebro de emociones, y cuando entra en actividad despierta a los plexos hepático y esplénico. El corazón representa nuestra divina TRÍADA; los plexos esplénico y hepático, representan nuestro cuaternario inferior; y el plexo solar esotéricamente es el cerebro del estómago; esotéricamente en él colocamos a Saturno, que es el sol de nuestro organismo.
Los espiritualistas de todas las escuelas han estudiado los Chakras astrales, pero jamás se les ha ocurrido estudiar los siete candeleros del cuerpo mental, que resplandecen en el fuego del ARHAT. Nuestros Chakras son séptuples en su constitución, lo mismo que nuestra culebra sagrada y nuestro cordón Brahmánico.
Las siete rosas ígneas de nuestra médula espinal son también séptuples en su constitución interna. Nuestro cerebro tiene siete cavidades y nuestro corazón tiene también siete centros divinos. El fuego sagrado entra en actividad cuando los átomos solares y lunares del cordón brahmánico hacen contacto en el Triveni. Ese contacto sólo es posible practicando magia-sexual intensamente con la sacerdotisa, o mediante el sacrificio de una abstención sexual, total y definitiva.
Los Mantrams más poderosos que se conocen en todo el infinito para despertar el fuego sagrado, son los siguientes: KANDIL BANDIL Rrrrrrrrr. Estos Mantras se vocalizan en forma cantada, así: KAN en voz alta; DIL, en voz baja; BAN en voz alta, y DIL en voz baja. La letra R es pronunciada en forma alargada y aguda, imitando el sonido producido por los cascabeles de la serpiente cascabel.
La primera rosa ígnea de nuestra columna espinal corresponde a los órganos de reproducción y respiración de la raza. La segunda rosa ígnea corresponde al sentido del gusto. La tercera rosa ígnea corresponde al corazón. La cuarta rosa ígnea corresponde a las alas. La quinta rosa ígnea corresponde al oído. La sexta rosa ígnea corresponde al sentido de la visión. Y la séptima rosa ígnea corresponde al Ojo de Diamante, Ojo de Brahma, Chakra coronario o centro de la Polividencia, que nos permite ver en todos los planos de conciencia.
Todos nuestros sentidos se hallan íntimamente relacionados con los TATWAS y con las distintas esferas o planos de conciencia cósmica, que se expresan a través de las siete rosas ígneas de nuestra columna espinal. El despertar de estas siete rosas ígneas, nos da acceso a los planos superlativos de conciencia cósmica.
Este ascenso se realiza en espiral a través de los siete grados de poder del fuego. El fuego sagrado abre las avenidas de la verdad. El sentido del tacto pertenece a la cuarta rosa ígnea, las alas eternas, que nos permiten remontarnos de esfera en esfera a los planos de conciencia superlativa, donde sólo reina la felicidad del ser.
Samael Aun Weor Rosa Ígnea Capítulo 23 LAS SIETE ROSAS ÍGNEAS DE LA CAÑA
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