El milenio

Diablo 1Roto el eslabón principal de la Logia Negra, la revolución de Bel se extendió sobre toda la faz de la tierra y comenzó El Milenio exactamente en el año de 1950. Los cimientos del mundo se estremecieron y otros magos negros siguieron el ejemplo de Bel. Astarot, compañero inseparable de Belcebú, y santa María, compañera de Mariela la gran maga, también siguieron el ejemplo de Bel.

La Revolución de Bel está en marcha; por donde quiera se levantan los oprimidos contra los opresores, y por donde quiera hay guerras y rumores de guerras. Lo viejo ya agonizante, se agarra a la vida, y lo nuevo quiere nacer y vivir. La Revolución de Bel está en marcha.

La edad de Acuario se aproxima y la tempestad de los exclusivismos se ha desatado con todo su furor. Los partidos luchan contra los partidos, las religiones contra las religiones; las naciones se lanzan a la guerra y cada mano se levanta contra cada mano. Todo lo caduco, todo lo viejo lucha por vivir mientras lo nuevo quiere imponerse.

Es la lucha entre dos épocas; una que agoniza y otra que nace. Entramos en el Milenio. La evolución humana fracasó: Casi todos los humanos que actualmente viven en la tierra, ya recibieron la marca de la bestia en sus frentes, y son demonios. Las billonadas de almas que actualmente están encarnadas, son almas demonios, almas perversas. Solo un pequeño puñadito de almas se salvaron.

El astral estaba lleno de trillonadas de demonios que luchaban terriblemente por ganar la gran batalla y establecer su gobierno mundial tal como figura en los Protocolos de Sión. Yahvé y su logia negra, ya estaban a punto de triunfar totalmente sobre la tierra, todo marchaba de acuerdo con sus planes. La tempestad estaba en todo su apogeo. Se acercaba la edad de Acuario y no había ni un rayo de esperanza entre las tinieblas del odio.

La segunda guerra mundial acababa de pasar y millones de almas desencarnadas en los distintos teatros de la guerra seguían en nuestro ambiente astral sedientas de sangre. Entonces fue cuando la venerable Logia Blanca entregó en mis manos la llave del abismo y una gran cadena para que se cumpliera el versículo primero del capítulo 20 del Apocalipsis que dice: "Y vi un ángel descender del cielo que tenía la llave del abismo y una grande cadena en su mano". Y recibí orden de los señores del Karma para encerrar a Yahvé y a todos los magos negros en el abismo.

La tarea era realmente abrumadora para mí, pero me sentí omnipotente porque los venerados Maestros después de someterme a las terribles pruebas de la iniciación, me entregaron la espada de la justicia y el caballo blanco. Se me confirió el honor más grande para un ser humano cual es "juzgar" e iniciar la edad de Acuario. Y se me puso una cinta sobre el muslo, qué en letra simbólica dice "Rey de Reyes y Señor de Señores" para que se cumpliera el Capítulo 19 del Apocalipsis que dice: "En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombré: "Rey de Reyes y Señor de Señores".

Esa cinta la llevo en el muslo para representar que el poder del ser humano está en el sexo y en consecuencia se me entregó la misión de enseñarle a la humanidad por primera vez en la vida los terribles secretos del sexo; por ello es que el Íntimo o mi Ser, del que esto escribe, lleva esa cinta en el muslo, con ello se simboliza mi misión en ese sentido.

Llegada la noche en que debía obedecer la orden de prender a Yahvé, marché con todos mis discípulos en rigurosa formación militar, echándole vivas a Yahvé, y lo rodeamos y prendimos por sorpresa. Él estaba convencido de que lo íbamos a agasajar y por eso no se nos escapó de las manos. Luego lo encerramos en el Avitchi de la luna negra. Siete puertas atómicas de hierro conducen a ese plano de conciencia y en la gran puerta externa permanece colgada la espada conque Miguel venció a Luzbel y a todas las legiones tenebrosas de los antiguos períodos cósmicos.

Los magos negros se horrorizan al ver esa espada. Yahvé tenía un Karma gravísimo, pues fue el autor secreto de la crucifixión del Cristo, y el directo responsable del fracaso de la evolución humana en la tierra. Esa deuda vieja tenía irremediablemente que pagarla, pues nadie puede impunemente burlarse de la ley.

Los señores del Karma me entregaron una enorme y pesada cruz llena de púas para que crucificara a Yahvé con la cabeza para abajo y los pies para arriba, pues él crucificó al Cristo y ahora el Karma entrará en acción. Y yo obedecí la orden y la até a la cruz y lo coloqué con la cabeza hacia abajo y los pies para arriba.

Y así se cumplieron los versículos 2 y 3 del Apocalipsis, capítulo 20 que dicen: Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua que es el Demonio y Satanás, y lo ató por mil años. Y arrojóle al abismo, le encerró y sello sobre él, para que no engañe más a las naciones hasta que mil años sean cumplidos; y después de esto es necesario que sea desatado un poco de tiempo.

Mil años significan varios miles de ellos. Yahvé y su gente permanecerán en el abismo durante todo el luminoso ciclo de Acuario; en el ciclo de Capricornio, se les brindará la última oportunidad en nuestra tierra para que se arrepientan. Las palabras Dragón, Demonio y Satanás son palabras individuales y genéricas, porque simbolizan a Yahvé y a las billonadas de almas, que yo, Aun Weor, estoy encerrando en el abismo.

Al localizar el mal del mundo, pude darme cuenta que toda la maldad del Asia tenía su foco principal en China, y toda la maldad occidental tenia su foco principal en Roma, me acordé que a la culebra se mata por la cabeza y comencé por llevar al abismo a todos los Jerarcas de otros períodos cósmicos junto con sus trillonadas de demonios.

Y vi a Luzbel con su túnica y turbante rojos; en la punta de su cola llevaba enrollado un antiquísimo pergamino. Y vi a Ariman, el autor del grosero materialismo. Ariman lleva túnica y capacete rojo. Y vi a Lucífugo Rofocale, autor del dinero. Y vi a Orhuarpa, el fundador de los misterios del sol tenebroso en la Atlántida.

Y vi a Bael, el polo contrario del luminoso ángel Adonai. El Rey Bael lleva corona y en un gran libro enseñaba a sus discípulos en su caverna del desierto. Y vi a los soldados de Yahvé que asesinaron al Cristo. Me disfracé de anciano y mago negro para convencer a Luzbel que su patrón Yahvé lo llamaba con todas sus legiones.

Y dancé delante de ellos y poco a poco los conduje al abismo. Y así cayeron Lucifer y sus legiones; Ariman y sus legiones; Lucífugo y sus legiones; Orhuarpa y sus legiones; Bael y sus legiones; "Baal Peor" y sus legiones. Delante de esos jefes hice maravillas: dancé, canté, toqué timbales etc., hice todo lo que estuvo a mi alcance para limpiar la atmósfera del mundo, utilicé todos mis antiquísimos conocimientos para encerrar todas esas billonadas de demonios que ya tenían el mundo en sus garras.

Me disfracé de mil maneras para poder llevar a los magos negros al abismo. Y todos esos magos negros con sus gentes me presentaron grandes combates en la luz astral, y yo montado en un caballo blanco y con la espada de la justicia en la boca, los vencí; y así se cumplieron los versículos 15 y 19 del capítulo 19 del Apocalipsis que dicen: "Y de su boca sale una espada aguda para herir con ella a las gentes, y él los regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino, del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso".

"Y vi la bestia y los Reyes de la tierra y sus ejércitos congregados para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo y contra su ejército". Todas estas maravillas las realizó el intimo del que esto escribe y las realizó bien. El que esto escribe es tan solo la humilde y tosca personalidad del maestro Aun Weor. Este Maestro es mi Íntimo, mi real ser, mi Mónada.

Y limpié a la China, y limpié al occidente, y fueron tan numerosos los magos negros de la China y del occidente como las arenas de la mar. Todos los magos negros de la China dependían de las órdenes de la Logia Negra, llamada el Dragón Negro. Y todos los magos negros de occidente dependían de cierto mago negro de Roma.

Y cayeron en el abismo millones de muertos de la segunda guerra mundial. Y cayeron en el abismo millones de sacerdotes católicos, y centenares de pontífices romanos y todos ellos quedaron encerrados en el abismo. Todos los templos negros, todas las aulas quedaron vacías.

Y en el Avitchi los señores del Karma, establecieron tribunal y se me dio el poder de juzgar a estos magos negros y de aplicarles castigo. Y así se cumplió el versículo 11 del capítulo 19 del Apocalipsis que dice: "Y vi el cielo abierto y he aquí un caballo blanco y el que estaba sentado sobre él era llamado fiel y verdadero, el cual con justicia juzga y pelea".

Llenaríamos enormes volúmenes si relatáramos minuciosamente todas las escenas y todas las cosas que hice para poder limpiar la tierra de tanta maldad Si no hubiéramos hecho esto, hubiera sido imposible iniciar la luminosa edad de Acuario. Yo, Aun Weor, soy el gran Avatar de Acuario, y estoy cumpliendo fielmente mi misión y agradezco hondamente a los Maestros el honor que me confirieron: yo soy el iniciador de la nueva era.

Y los Maestros pusieron sobre mi cabeza muchas diademas brillantes y mi ropa parecía teñirse de sangre en medio de la batalla Y así se cumplieron los versículos 12 y 13 del capítulo 19 del Apocalipsis que dicen: "Y sus ojos eran como llamas de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenia un nombre escrito que ninguno entendía sino él mismo".

"Y estaba vestido de una ropa teñida de sangre, y su nombre es llamado "El Verbo de Dios". En este nombre Verbo de Dios se oculta el nombre de mi Yo superior pues la Biblia es altamente simbólica. Dios se representa con el monosílabo Aun, y con las dos veces del verbo se forma una W que, junto con las otras tres letras restantes de la palabra verbo forma el Weor, y así tenemos el nombre Aun Weor oculto dentro de la frase Verbo de Dios.

Y fue a propósito ocultado mi nombre dentro de esa frase porque esta misión la he cumplido con la "palabra perdida", con el verbo de Dios, con la sentencia respaldada, entre ese fíat luminoso y espermático del primer instante, con el silbido del Fohat, y después de todas estas cosas el plano astral quedó limpio de magos negros.

La palabra perdida de la logia negra Mathrem, que figura en la monografía de 9º grado de la escuela de Amorc, los amparó millones de años entre el velo de la oscuridad, pero ahora en el Milenio ya no los protegerá más. Los Dioses juzgaron a la Gran Ramera con el número 6 y la consideraron indigna. La sentencia de los Dioses fue al abismo, al abismo, al abismo.

El plano astral quedó limpio: millones de almas humanas cayeron en el abismo; pero en el plano físico quedaron billonadas de demonios con carne y hueso. Entonces fue cuando los Dioses juzgaron a la gran ramera para lanzarla al abismo. La tercera guerra es ya inevitable, y morirán las gentes a millones, como las arenas del mar, para que se cumplan los versículos 17 y 18 del capítulo 19 del Apocalipsis que dicen:

 "Y vi un ángel que estaba en el sol y clamó con gran voz diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: venid y congregaos a la cena del gran Dios". "Para que comáis carnes de Reyes, carnes de fuertes, carnes de caballos y de los que están sentados sobre ellos; y carnes de todos libres y siervos de pequeños y de grandes".

Morirán los hombres a millones como las arenas del mar, y el coloso del norte pagaré su Karma. Habrá guerra entre oriente y occidente para bien de la humanidad: así dice el señor Jehová: "Las almas demoníacas de los muertos de la tercera guerra irán al abismo".

De 1950 en adelante sólo se le dará cuerpo físico a las almas debidamente preparadas para vivir en la edad de Acuario Nuestro planeta quedará casi deshabitado, pero millones de habitantes de otro planeta, vendrán a iluminar la edad de Acuario. En nuestro libro «El Matrimonio Perfecto», ya hablamos sobre los platillos voladores y explicamos que son naves voladoras y que en ellas vendrán los instructores de Acuario.

En el Avitchi de la Luna negra los seres de nuestra tierra se están estableciendo con las mismas costumbres que aquí han tenido. Han formado su ambiente tal como aquí lo han tenido. Y los Jerarcas de la Logia negra son obedecidos por esas billonadas de almas demonios.

Allí se ven por doquiera las mesas adivinatorias. Las famosas figuras mágicas de Phurbu sobre la tortuga cuadrada, las placas y mesas de sacrificio, los círculos de Chinsreg. Todos estos magos negros tienen despierto el Kundalini negativamente, y cohabitan incesantemente para practicar la magia sexual negra que enseña Omar Cherenzi Lind, para darle fuerza a su Kundalini negativamente.

Pues como ya dijimos, en esta obra hay dos magias sexuales: una que crea para la vida y otra que crea para la muerte. La primera es magia blanca y la segunda es magia negra. En un principio estos magos hicieron millares de experimentos para escapar del Avitchi, pero todos sus experimentos les fracasaron. Y es que ellos creían en el principio que el Avitchi era alguna cueva o algo por el estilo, y ahora ya se están dando cuenta de que el Avitchi es un plano de la naturaleza análoga al ambiente físico de la tierra. Así pues, ellos hicieron millones de experimentos y consultaron sus libros sin tener ningún resultado, todos sus conocimientos les fracasaron.

Y allí permanecerán hasta la edad de Capricornio, en que se les brindará la última oportunidad para arrepentirse de sus maldades. El fuego todo lo transforma, porque del fuego todo salió y al fuego todo vuelve. La redención del hombre está en el fuego, Fohat transforma todo lo que es, todo lo que ha sido y todo lo que será.

Hemos vencido a la muerte y somos Inmortales. La espada de Democles se levanta amenazadora contra la muda calavera. El mundo está entre el fuego de la Alquimia y las escorias están cayendo en el abismo. He terminado este libro en medio de la tempestad. Rugen los cañones, tiembla la tierra, se oye el terrible estampido del trueno, y entre el espantoso gemido del huracán, se escuchan voces de majestad y palabras terribles.

La tierra está en llamas y Fohat silva incesantemente, y entre el terrible silbido del Fohat se escucha la sentencia de los Dioses del fuego: ¡Al abismo! ¡Al abismo! ¡Al abismo! FIN.

Capitulo 18 del libro La Revolución de Bel de Samael Aun Weor

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