Clausura
El 13 de Diciembre de este año 1974, celebramos aquí en México la Clausura de los Estudios 1974, la fiesta estuvo alegre, amenizada por un conjunto musical, todos los hermanos dichosos, sin embargo, pude apreciar a una dama que no se hallaba en el Estado Interior apropiado.
Esta dama empezó quejándose de la música, de los sonidos estridentes, que se iba a volver loca con esos ruidos; que me pediría permiso para retirarse, etc., etc., etc.
Luego, alegó alguna razón de tipo espiritual, en forma enfática, subrayó: Pensaba que este festival era así, con una Meditación muy profunda, porque me han hablado a mí mucho, que usted dicta, da clases de Meditación en Tercera Cámara...
Dije:..hemos estado meditando durante todo el año, mi estimable hermana, y hoy, solamente hemos sacado una mínima cantidad de tiempo para clausurar los estudios del presente año de nuestra Institución.
Indubitablemente, los hermanos todos, hemos celebrado, por tal motivo, una fiesta. Creo que con este festival damos por terminados los estudios del presente año escolar...
Nada pareció haber entendido. Cuando prosiguió con su estado de nerviosismo por la música que resonaba alegre en la estancia, me limité a decirle dos palabras: PACIENCIA y SERENIDAD.
Algo entendió la dama; mas al fin, no pudimos evitar que se retirara...
Como ven, pues, ustedes, mis estimables hermanos que escuchen esta cinta, aquella dama no se hallaba en el Estado Interior apropiado. Es decir, no supo, realmente, apreciar aquel Evento maravilloso.
Si analizamos un poco más a fondo esta cuestión de los Estados Interiores, vemos que son básicos, indispensables, cuando uno no quiere ser víctima de las circunstancias. Pero las gentes son víctimas de las calamidades de las circunstancias. Nadie sabe originar circunstancias nuevas...
Pero si uno aprende a manejar sus Estados Interiores, no se convierte en víctima de las circunstancias. Si uno aprende a manejar sus Estados Interiores puede originar nuevas circunstancias.
Veamos esto: Supongamos que un insultador X-X, nos hiere con la palabra; si nosotros reaccionamos violentamente, iremos a parar a la cárcel o al cementerio, o por lo menos a una clínica. Cito ejemplos concretos para hacer más inteligible esta grabación... Hace unos 20 años, cierto vecino se propuso insultarme; todavía yo, jamás.....pero afirmaba en forma enfática que.....arrojaban piedras a su casa. Si eso es así, nada pude evidenciar jamás; si no es así, allá él con sus corajes.
El caso fue que aquel hombre tronaba y relampagueaba; me desafiaba a la pelea; y mientras él vociferaba en la puerta de mi casa, yo hacía resonar, en el interior de la misma, alguna música deliciosa, tal vez a Beethoven, tal vez a Mozart, pero, también alguna de esas músicas populares del mundo Árabe...
Cualquiera de ésos tantos días, en la calle hube de encontrarle, y se propuso agredirme, pero yo permanecí impasible y sereno, y continué mi camino. Después de todo, recibí órdenes superiores para salir de aquel lugar, y decidí establecerme en la ciudad capital de México...
Incuestionablemente, si hubiese procedido violentamente, si no hubiese tenido yo el Estado Interior de Consciencia apropiado, todo se habría solucionado violentamente, y el resultado habría sido claro: Un fracaso rotundo, no solamente para mí, sino para esta Gran Causa por la cual, todos estamos, luchando...
No fui, pues, víctima de las circunstancias. Hoy en día, el Movimiento Gnóstico Mexicano marcha hacia el triunfo que le aguarda. El Movimiento Internacional es poderoso, gracias a que yo no caí víctima de las circunstancias.
Muchas veces un Estado Interior inapropiado puede hacer de una pulga un caballo, y no hay duda que puede ir a para a la cárcel por la reacción violenta. Si alguien nos ofende, por ejemplo, y reaccionamos con fuerza, podemos matar e iremos como homicidas a la cárcel, y desgraciamos la totalidad de nuestra existencia.
Pero cuando uno ya no... ...cuando uno aprende a usar, dijéramos, el “boleto” apropiado para cada suceso, indubitablemente, no es víctima de las circunstancias. Aún más, quien aprende a manejar voluntariamente, sus Estados Interiores, puede modificar las circunstancias, hacer de circunstancias desastrosas algo muy bueno.
Debe uno aprender, o mejor dijéramos, a sacar el mejor partido de las adversidades. No debemos olvidar que “las peores adversidades nos ofrecen siempre las mejor oportunidades”. Es decir, necesita tener uno el Estado Interior apropiado, si es que se quiere realizar semejantes maravillas; eso es obvio...
Continuemos adelante, nosotros, con estas disquisiciones... Debemos darnos cuenta cabal de que hay dificultades en la vida que son desastrosas, pero que mediante un Estado Interior apropiado podemos modificarlas, completamente, a nuestro favor...
En cierta ocasión, alguien quería asesinar a una persona que había en la casa. Vino a buscarlo con el ánimo de darle de balazos. Yo sentí, interiormente, el peligro que tal persona corría, y cuando preguntara el posible asesino por esta persona, me límite a hacerle entrar y le ofrecí silla, y luego, ambos (el buscado y el buscador), generaron plática (obviamente yo fui el intermediario). Las palabras decentes.. ...etc., fueron motivo más que suficiente, como para que aquél que venía con el ánimo de asesinar, no asesinará, sino que se convirtiera un gran amigo. He ahí, cómo se modifican circunstancias cuando uno aprende a usar el “boleto” apropiado.
Hemos visto fieras quedarse pasmadas, cuando uno tiene en uso el ESTADO INTERIOR APROPIADO. Uno puede mediante el Estado de Conciencia correcto, domar verdaderas fieras. El que es víctima de las circunstancias, incuestionablemente, no sabe manejar sus Estados Interiores, y eso es lamentable.
Así pues que conviene poner mucha atención a los Estado de Conciencia; eso es básico, es fundamental. Desgraciadamente, las gentes le dan más importancia al evento, que al Estado Interior. Y yo digo que la forma cómo reaccionemos ante el evento, es más importante que el evento mismo.
Cuando uno aprende a reaccionar sabiamente, ante tal o cual evento, se hace amo de las todas circunstancias.
Y como dije: No solamente puede modificar circunstancias, sino que a su vez, puede originar circunstancias nuevas; y eso es muy importante. Desgraciadamente las gentes todas, son víctimas de las circunstancias, y esto, repito, se debe a que no saben manejar sus Estados Interiores; reaccionan ante cada evento con Estados Interiores impropios, inapropiados...
D. Maestro, ¿qué tiene que ver esto con la expresión “lo exterior es lo interior”?
M. Bueno, incuestionablemente, LO EXTERIOR ES UNA PROYECCIÓN DE LO INTERIOR. Cuando uno interiormente cambia, lo exterior cambia también. Lo importante está en que para no es manejar los Estados Interiores, a fin de modificar los exteriores. Es interesante, pues, tener para cada Evento, dijéramos, el boleto específico, exacto, con seguridad al mundo.
D...De la humanidad, ¿por qué?
M. Es claro, que el MIEDO ES LA RAÍZ DE MUCHOS PROBLEMAS. Claramente, podemos decir lo siguiente:
Las naciones, por miedo se arman y van a la guerra. Una nación teme que las otras naciones la invadan y se arma, y va a la guerra; Nos hacemos homicidas por miedo. El asesino teme que alguien le mate, y procura salir, primero, dándole de balazos. No hay duda de que aquéllos que no tienen temor, no necesitan de revólver, ni de cuchillo.
Por miedo, teme a la miseria, teme al hambre, a la desnudez, etc., etc. Por miedo la mujer se prostituye, tiene temor a la vida, temor a la miseria, etc., etc. Por miedo se miente; por miedo el codicioso, codicia; por miedo el avaro esconde su dinero, y así se convierte, de hecho, en un mendigo. Todo ser avaro, ¿no es, acaso, un mendigo? ¿Cuál sería el karma para los avaros? Nacer en la miseria en la nueva existencia, en su futura existencia...
Por miedo, los gobiernos han cometido las peores injusticias; por miedo, hay muchas gentes justas llevadas a la cárcel; por miedo, el hombre explota al hombre, teme a la miseria y se desea conseguir dinero a como dé lugar; Si posee dinero...
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