PAnahataAnahata

SIGNIFICADO DEL NOMBRE DEL CHAKRA: "El no golpeado". LOCALIZACIÓN: Plexo cardíaco; corazón. ELEMENTO: Aire (sin forma, sin olor ni gusto). ASPECTOS: Conseguir el equilibrio entre los tres chakras que hay por encima del corazón y los tres que hay por debajo. SENTIDO PREDOMINANTE: Tacto. ÓRGANO SENSORIO: Piel. VOCAL FUNDAMENTAL: "O" ooooo.... PÉTALOS: Doce.

RELACION CON LA MÁQUINA HUMANA: Centro emocional superior. FORMA DEL ELEMENTO: Hexagrama. DEFECTO PSICOLÓGICO PREDOMINANTE: El Orgullo.

REFLEXIÓN: "No soy más porque me alaben, ni menos porque me vituperen".

«El cardias o centro cardíaco está en íntima relación con el corazón del Sistema Solar. El hombre es un universo en miniatura. Si queremos estudiar el universo,debemos estudiar al hombre. En el universo descubrimos al hombre. En el hombre descubrimos al universo». Samael Aun Weor

El chakra anâhata es el centro de la intuición, que está en correspondencia con las Alas del Espíritu. La intuición es la capacidad que tiene la conciencia de poder penetrarlo todo sin el proceso deprimente de la opción conceptual de la razón subjetiva.

La intuición es fe consciente, confianza y certeza de lo que "es" cognoscible y por medio de este sentido del corazón tenemos el equilibrio entre lo mental y lo sensual.

En este chakra se equilibran las fuerzas que ascienden desde las instintivas regiones del cuerpo físico con las que descienden del mundo de lo divinal para reunirse en el corazón, humanizándose lo Divino y divinizándose lo humano.

Todos los centros energéticos de la transformación se equilibran en el chakra anâhata; muy especialmente con la práctica de la compasión o caridad para con nuestros semejantes, despertándonos además en el corazón la "humildad de Ser" frente a la inmensa creación.

En los tres chakras superiores identificamos al Padre Misericordioso; en los tres chakras inferiores al Espíritu Santo muy Poderoso y ambos están contenidos en el Hijo muy Sabio, formando los tres un hexagrama en el templo corazón.

El elemento aire que rige a este centro energético, representa la forma más sutil del mundo del espíritu puro. Sin forma definida pero que es la causa de cuanto existe. El fuego es una expresión del espíritu, el aire es la manera más objetiva de simbolizar la esencia misma del espíritu. Decimos que el Padre es el Soplo o Aliento Divino.

"Todo existe con arreglo al fuego", decía el filósofo griego Heráclito. Podemos añadir que el Soplo Divino (aire) es el espíritu del Fuego de la Creación. Sin éste el fuego no podría manifestarse en los diferentes universos.

Uno es el fuego que asciende y otro es el fuego que desciende por la naturaleza de todas las cosas, y es el aire del espíritu quien los atrae, reúne y concentra. El aire del espíritu puede hacer subir el fuego del deseo hasta la altura del corazón, y puede atraer o hacer descender el fuego del Amor del Padre que en nosotros vive en secreto; para reunirles e intercambiarles, y producir las operaciones mágicas que cristalicen en eso que llamamos Alma, y más tarde podamos encarnar al Sol de la media noche en nuestro corazón.

En el Evangelio del Cristo está sintetizada la Doctrina del Corazón. La cruz o el hexagrama en el corazón, tienen el significado de la transformación o sacrificio que lo espiritual en su descenso y lo animal en su ascenso deberán realizar en el corazón del hombre.

El aire es un sinónimo de "movimiento", "presencia invisible", "vida", etc. La estrella de seis puntas o hexagrama, simboliza a este elemento o aliento vitalizador, que como prana ayuda a las funciones de los pulmones y el corazón, proporcionando nuevo oxígeno y fuerza vital. El aire es el responsable del Movimiento Continuo de toda la naturaleza y el cuarto chakra tiene movimiento en todas las direcciones.

Lamentablemente, la mente interfiere en este centro energético, interrumpiendo a la sutil y poderosa fuerza del amor, en sus distintas manifestaciones:compasión y justicia, humildad y cooperación y fe consciente, etc. Impidiendo a este centro su principal función, el sentirnos unidos a todos nuestros semejantes.

El gran Maestro Jesús nos da eternamente un mandamiento que lo sintetiza todo: "Amaos los unos a los otros, como yo os he amado". Porque sólo el que nos amemos los unos a los otros, demostrará que somos discípulos de ese Maestro Interno, el cual habita en cada corazón.

MEDITACIÓN EN EL CHAKRA.

«Así pues, en tanto no nos hayamos dividido en dos hombres, el exterior común y corriente y el interior profundo, no seremos hombres de fe, seremos hombres de creencias, pero no de fe. Cuando uno se divide en dos viene la fe». Samael Aun Weor

Meditar en el chakra anâhata es canalizar las energías para fines altruistas o de cooperación, es despertar a la acción de la compasión para con todos los que por ignorancia, lloran, sufren y padecen.

Lo normal es que desgastemos la fuente energética del corazón en sentimientos egoístas de orgullo, autoconsideración, antipatías, odios, etc., pudiendo realizar esfuerzos conscientes y obtener un recto pensar y recto sentir. Aquéllos individuos que realizan el sacrificio de su auto-importancia, restablecen y reestructuran su carácter, reorganizando ese flujo energético necesario para despertar a otros niveles de consciencia.

La práctica de la oración y meditación es vital para el desarrollo del plexo del corazón. Orar es platicar con Dios; Meditar es escuchar Su palabra. Cuando hables con Él, siéntete unido con Él y cuando medites en Él, escúchalo en todo tu ser, siéntete penetrado, traspasado, iluminado y bañado por Él.

La separatividad entre Dios y sus creaciones no existe; tengamos presente que ningún fenómeno de la creación está disociado, separado de Él. Dios es lo Supremo en todo porque es la causa que todo lo contiene. Con esta visión debemos asomarnos al corazón como por una ventana que nos une a todos los demás corazones.

Cuando el centro del corazón se encuentra activo, será el momento preciso de reflexionar y vivenciar aquella regla de oro que dice: "No hagas a tu prójimo lo que no deseas para ti". Cuando la energía vital llega al chakra anâhata, enciende en este centro del iniciado la llamarada de la comprensión, desarrollando el anhelo hacia niveles superiores del Ser o mundos trascendentales.

La fuerza del Ser nos instruirá en la sabiduría de la síntesis, en cómo negarnos a nosotros mismos, para que de modo dialéctico y didáctico, muera la auto-afirmación o auto- importancia, donde fundamentamos esa particular psicología o modo de ser.

Examinando la prueba iniciática con el elemento aire, comprenderemos mejor el sentido de esta lección:

"Aquéllos que se desesperen por la pérdida de algo o alguien; aquéllos que le temen a la pobreza; aquéllos que no están dispuestos a perder lo más querido, fracasan en la prueba del aire. El candidato es lanzado al fondo del precipicio. El débil grita y vuelve al cuerpo físico horrorizado. Los victoriosos son recibidos en el Salón de los Niños con fiestas y agasajos". Samael Aun Weor

La letra "O" es el sonido fundamental que debemos vocalizar durante las prácticas de concentración en este centro energético de la transformación. Profundamente concentrados en el chakra anâhata, reflexionaremos en la simplicidad y transparencia del elemento aire, que como Dios, todo lo penetra y a todo le da vida. Sentirnos trasparentes nos relajará con mayor facilidad el cuerpo y la mente.

La consciencia del cuarto chakra permite al aspirante trascender la falsa conciencia de los chakras inferiores. El corazón y el aliento juegan papeles vitales en el chakra anâhata, pues el corazón es la sede más importante de los sentimientos del cuerpo, y cuando uno logra controlar su pauta de respiración, se regulan simultáneamente los latidos cardíacos.

La persona que ha realizado la conciencia del cuarto chakra, alcanza un refinado equilibrio en su cuerpo y en su psiquis. El plano de la santidad de este chakra trae la percepción de la gracia divina en toda la existencia.

Doctrina Gnóstica develada por Samael Aun Weor

Añadir un comentario