La conducta pendular
Vamos a comenzar nuestra cátedra de esta noche. Ciertamente, la humanidad vive entre el batallar de la antítesis, entre la lucha cruenta de los opuestos: a veces nos encontramos muy alegres, contentos; otras veces nos hallamos deprimidos, tristes. Tenemos épocas de progreso, de bienestar, unos más que otros, de acuerdo con la Ley del Karma; también tenemos épocas críticas en lo económico, en lo social, etc. Hay veces que nos encontramos optimistas, con relación a la vida, y hay veces que nos sentimos pesimistas.
Siempre se ha visto que a toda época de alegría, de contentamiento, le sigue una temporada depresiva, dolorosa, etc. Nadie puede ignorar de que siempre estamos sometidos a muchas alternativas en el terreno práctico de la vida. Por lo común, a las épocas que nosotros denominamos “felices”, siguen épocas angustiosas. Es la LEY DEL PÉNDULO la que gobierna, realmente, nuestra vida.
Ustedes han visto, por ejemplo, el péndulo de un reloj: Tan pronto asciende, por la derecha, como se precipita para ascender por la izquierda. Esa Ley del Péndulo gobierna también a las naciones, no hay duda.
En las épocas, por ejemplo, en que EGIPTO florecía a las orillas del Nilo, el pueblo JUDÍO parecía, no es que parecía, era nómada en el desierto. Mucho más tarde, cuando el pueblo Egipcio decayó, se levantó victorioso el pueblo Hebraico, es la Ley del Péndulo. Una ROMA triunfante, se sostiene sobre los hombros de muchos pueblos, pero después cae, con la Ley del Péndulo, y esos pueblos ascienden victoriosos.
La UNIÓN SOVIÉTICA, por ejemplo, se apasionó terriblemente por la DIALÉCTICA MATERIALISTA, pero ahora el Péndulo comienza a cambiar, está pasando al otro lado, y como resultado, la Dialéctica Materialista está quedando, o ya quedó prácticamente arrinconada, ya no tiene ningún valor. Hoy en día, la mayor producción que tenemos en materia de PARAPSICOLOGÍA, se la debemos a la Unión Soviética.
Y está ya comprobado, de acuerdo con los datos, que la Unión Soviética está produciendo la mayor cantidad de materias relacionadas con la Parapsicología: Se usa el Hipnotismo en las clínicas, la Parapsicología en todos los hospitales, etc. Al paso que va la Unión Soviética, dentro de poco tiempo habrá pasado, exactamente, al lado opuesto del Materialismo, se habrá hecho absolutamente mística y espiritual. Ya lleva ese camino, muchos paladines místicos están descollando, pues, en Rusia.
¿La Dialéctica de Carlos Marx? Pues, ha quedado arrinconada, está cayendo, prácticamente, en el foso del olvido, para dejar su puesto a la Parapsicología y posteriormente al ESOTERISMO CIENTÍFICO, al Ocultismo, a la Yoga, etc., porque el Péndulo está cambiando, está pasando al otro lado: De la TESIS a la ANTÍTESIS. Todos los seres humanos dependen de la Ley del Péndulo, eso es obvio. Tenemos buenos amigos y si sabemos comprenderlos, es claro que podremos conservar su amistad; sería absurdo que nosotros exigiéramos que nuestros amigos no estuvieran jamás SOMETIDOS A LA LEY DEL PÉNDULO.
Nunca debe extrañarnos, por ejemplo, que un amigo con el cual hemos tenido siempre buenas relaciones, resulte de la noche a la mañana con el ceño fruncido, iracundo, berrinchudo, malgenioso, duro en la palabra, etc., ante nosotros. En esos casos hay que hacer una venia respetuosa y retirarnos, para que el amigo tenga tiempo de desahogarse; y por el hecho de que nos haga “mala cara” un día, no debemos nosotros desanimarnos, antes bien, comprenderlo; porque no hay ser humano que no esté sometido a la Ley del Péndulo.
Así pues que vale la pena ser reflexivo. Esta Ley del Péndulo, parece o entiendo que se hace muy manifiesta, especialmente en los nativos de GÉMINIS (del 21 de Mayo al 21 de Junio). Estos de Géminis tienen, se dice, una doble Personalidad. Como amigos son extraordinarios, maravillosos, llegan hasta el sacrificio por sus amistades, pero cuando cambia la Personalidad, entonces son lo opuesto y todo el mundo queda desconcertado.
Bueno, éste es, precisamente, un ejemplo de lo que es la Ley del Péndulo. No quiere decir que ellos sean únicamente los exclusivos en esta cuestión de la Ley del Péndulo; no, hasta allá no llegamos. Pero sí por lo menos la especifican, la ponen de relieve, sirven como de patrón de medida, nos indican lo que, en realidad de verdad, es tal Ley. Quienes conocemos a los nativos de Géminis, sabemos manejarlos. Cuando viene su Personalidad fatal o negativa a la manifestación, nosotros no ponemos ninguna resistencia y, pacíficamente, aguardamos que vuelva la Personalidad simpática a la actividad.
Resulta interesante todo esto; pero es que la Ley del Péndulo no solamente está demostrada por los nativos de Géminis, también la podemos evidenciar en nuestro organismo. Existe un DIÁSTOLE y un SÍSTOLE en el corazón, es decir, la Ley del Péndulo. “Diástole” deviene de cierta palabra griega que significa “reorganizar”, “prepararse”, “acumular”, etc. “Sístole” significa “contracción”, “impulso”, “dirección”, de acuerdo con ciertas palabras griegas.
Durante el diástole, el corazón se abre para recibir la sangre, mas también organiza, prepara, etc., hasta que toma una nueva iniciativa; se contrae y lanza, pues, la sangre a todo el organismo. Este lanzamiento es importante, por él se existe. Lo que sí me doy cuenta cabal, es que las gentes comprenden que hay un diástole y un sístole, pero no entienden que entre el diástole y el sístole existe una TERCERA POSICIÓN, la de PREPARACIÓN, ordenamiento, acumulación de potencias vitales, etc.
Se nos dirá que es muy breve, pues, el intermedio entre el diástole y el sístole. Acepto: se trata de milésimas de segundo. Para nosotros resulta demasiado fugaz, pero para ese mundo maravilloso de lo infinitamente pequeño, para ese mundo extraordinario del microcosmos, pues, es lo suficiente como para realizarse prodigios. Mirando las cosas desde este ángulo, me parece que nosotros deberíamos orientarnos con la cuestión ésta del diástole y del sístole y su síntesis organizativa; eso es obvio...
La gente toda, en sus relaciones o en interrelaciones, vive completamente esclavizada por la Ley del Péndulo: tan pronto sube con la alegría desbordante, cantando victoria, como se van al otro lado, deprimidos, pesimistas, angustiados, desesperados. Hasta parece complicarse toda, de acuerdo con la Ley del Péndulo. Las altas y bajas de la moneda, subidas y bajadas de las finanzas, las épocas de maravillosa armonía entre familiares, los tiempos de conflictos y problemas, se suceden todos, inevitablemente, de acuerdo con esa Ley de Péndulo.
Para nuestro modo de ver las cosas, podemos asegurar, en forma enfática, que la Ley del Péndulo es MECANICISTA en un ciento por ciento. Esa Ley del Péndulo la tenemos en nuestra mente, en nuestro corazón y también en el Centro Motor-Instintivo-Sexual. Es obvio que EN CADA CENTRO EXISTE la Ley del Péndulo.
En la mente, está perfectamente definida con el BATALLAR DE LAS ANTÍTESIS, en las opiniones encontradas, etc. En el corazón, con las EMOCIONES ANTITÉTICAS, con los estados de angustia y de felicidad, de optimismo y depresión. En el Centro Motor-Instintivo-Sexual, se manifiesta en los HÁBITOS, las COSTUMBRES, los MOVIMIENTOS: Fruncimos el ceño, estamos adustos cuando nos hallamos deprimidos; o sonreímos alegres, bajo el impulso, pues, del Centro Motor, cuando nos hallamos muy contentos, etc. Saltamos, brincamos llenos de alegría por una buena noticia, o nos tiemblan las pantorrillas ante un peligro inminente: Tesis y Antítesis del Centro Motor, la Ley del Péndulo en el Centro Motor.
Conclusión: Somos ESCLAVOS DE UNA MECÁNICA; si alguien nos da palmaditas en el hombro, sonreímos tranquilos; si alguien nos da una bofetada, contestamos con otra; si alguien nos dice una palabra de alabanza, felices nos sentimos, pero si alguien nos hiere con una palabra agresiva, nos sentimos terriblemente ofendidos. Total: Somos maquinitas sometidas a la Ley del Péndulo, cada cual puede hacer de nosotros lo que le venga en gana.
¿Quieren vernos contentos? Dennos unas cuantas palmaditas en el hombro y unas cuantas lisonjas al oído, y estamos contentísimos. ¿Quieren vernos llenos de ira? Dígasenos una palabra que nos hiera el amor propio, dígasenos cualquier palabra dura, y nos verán también ofendidos, iracundos. Así pues, la psiquis de cada uno de nosotros, en realidad de verdad, está sometida a lo que los demás quieran. No somos (eso es triste decirlo), dueños de nuestros propios procesos psicológicos; cualquiera puede manejar nuestros procesos psicológicos, somos verdaderas MARIONETAS que cualquiera maneja.
Si yo quiero tenerlos aquí contentos a ustedes me basta endulzarles el oído, alabarlos, los tengo felices. Si yo quiero que ustedes queden disgustados conmigo, me pongo a ofenderlos y entonces ustedes fruncen el ceño, el entrecejo; ya no me miran “con dulces ojos”, como en este momento me están mirando, sino en forma iracunda, con “ojos de pistola”. Pero si yo quiero volverlos a ver contentos, vuelvo y les digo unas palabritas dulces y vuelven a estar contentos, y me vuelven a mirar dulcemente. Conclusión: Se convierten para mí, ustedes, en un instrumento en el que puedo yo tocar melodías, ya dulces, ya graves, ya agresivas, ya románticas, como quiera.
Entonces, ¿dónde está, pues, la INDIVIDUALIDAD de las gentes? Pues, no la poseen, si no son dueños de sus propios procesos psicológicos. Cuando uno no es dueño de sus mismos procesos psicológicos, no puede decir, realmente, que tiene una individualidad. Salen ustedes, por ejemplo, a la calle; van muy contentos, mientras no halla que les disguste. Tal vez vayan manejando su carrito y por ahí viene un loco, de esos que andan por la ciudad, y los rebasa por la derecha y se les atraviesa. Esto les ofende terriblemente. Si ustedes no protestan en ese momento con la palabra, por lo menos protestan con el claxon pero sin protestar no se quedan.
Es decir, el del carrito que los rebasó, que los molestó, que los fastidió, los hizo cambiar totalmente. Si iban contentos, se llenaron de ira; entonces, el del carrito pudo más sobre ustedes, pues, pudo manejar su psiquis y ustedes no pudieron. ¿Van viendo, pues, la Ley del Péndulo? Bueno, ¿habría alguna forma de escaparse uno de esta terrible Ley Mecánica del Péndulo? ¿Creen ustedes que hay alguna manera de escapar? Si no la hubiera, estaríamos condenados a vivir una vida mecánica “per séculum seculorum, amen”...
Obviamente, que tiene que haber algún sistema que nos permita evadir esa Ley, o manejarla. Existe, realmente: Tenemos que aprehender, volvernos COMPRENSIVOS, REFLEXIVOS, aprender a ver las cosas, en la vida, tal como son. Obviamente, que cualquier cosa en la vida, tiene DOS CARAS. Una superficie cualquiera, nos está indicando la existencia de una cara opuesta; eso es incuestionable. El anverso de una medalla, nos sugiere el reverso de la misma. Todo tiene dos caras; las Tinieblas son lo opuesto de la Luz. En los Mundos Suprasensibles, puede evidenciarse que al lado de un Templo de Luz, existe siempre un Templo Tenebroso; eso es claro.
Pero, ¿por qué cometemos nosotros el error de alegrarnos ante algo positivo y de protestar ante algo negativo, si son las dos caras de lo mismo? Pienso que el error más grave de nosotros consiste, precisamente, en no saber mirar las dos caras de cualquier cosa, o de cualquier circunstancia, etc. Siempre vemos nada más una cara, nos identificamos con ella, sonreímos; pero cuando se nos presenta la antítesis de la misma, protestamos, rasgamos nuestras vestiduras, “tronamos” y “relampagueamos”; no queremos nosotros, en verdad, cooperar con lo inevitable y ése es nuestro error, precisamente.
Hay veces que nos apasionamos por un platillo de la balanza y otras veces por el otro platillo; hay veces que nos vamos a un extremo del Péndulo y hay veces que nos vamos al otro, y por este motivo no hay paz entre nosotros, nuestras relaciones son pésimas, conflictivas. A toda época de paz le sucede una época de guerra y a toda época de guerra le sucede una de paz. Somos víctimas de la Ley del Péndulo y eso es doloroso. A eso se debe, precisamente, la “tempestad de todos los exclusivismos”, la lucha de clases, los conflictos entre el capital y los trabajadores, etc.
Si nosotros pudiéramos ver las dos caras de toda cuestión, realmente todo sería diferente; mas desgraciadamente nos falta comprensión. Si queremos ver las dos caras de cada cuestión, se hace necesario (a mi modo de entender las cosas), vivir, no dentro de la Ley del Péndulo sino dentro de un Círculo cerrado, un CÍRCULO MÁGICO. Imaginemos nosotros un círculo alrededor de nosotros, un Círculo Mágico.
Por ese círculo van pasando todos los Pares de Opuestos de la Filosofía: las Tesis y la Antítesis, las circunstancias agradables y desagradables, las épocas de triunfo y de fracaso, el optimismo y el pesimismo, lo que llaman “bueno” y lo que la gente llama “malo”, etc. Alrededor de este Círculo Mágico podemos ver un desfile muy interesante: Descubriremos, por ejemplo, que a toda alegría le suceden, enseguida, estados depresivos angustiosos, dolorosos. Cuando las gentes se carcajean más, las lágrimas son mayores y los llantos peores.
Observen, habrán visto ustedes que ha habido, en la vida, instante en que todo el mundo ríe, la familia que todos están contentísimos, que no hay sino carcajadas y alegría... Mala cosas ésa. Cuando uno ve en una familia eso, puede profetizar (seguro de que no va a fallar), de que a esa familia le aguarda un sufrimiento, en que todos van a llorar.
Eso es seguro, porque todo es doble en la vida. A la mueca esa de la carcajada, le sigue otra mueca fatal: La del supremo dolor y el llanto. A los gritos de alegría, etc., le suceden los gritos de supremo dolor. Todo tiene dos caras: la positiva y la negativa, eso es obvio. Este signo, por ejemplo, Esotérico. Supongan ustedes o refléjenlo aquí, en el suelo. Observen en el suelo la sombra, ¿qué se ve? EL DIABLO, y sin embargo es el signo del esoterismo, pero su sombra, obviamente, tiene la cara del Diablo. Todo es doble en la vida, no hay nada que no sea doble.
Cuando uno se acostumbra a ver las cosas desde el centro de un Círculo Mágico, todo cambia, se libera de la Ley del Péndulo. En cierta ocasión, tuve yo el cuerpo físico de TOMÁS DE KEMPIS, escribí en una obra titulada “Imitación de Cristo”, la siguiente frase: “No soy más porque me alaben, ni menos porque me vituperen, porque siempre soy lo que soy”... Eso es claro, todo tiene doble cara: La alabanza y el vituperio, el triunfo y la derrota... Todo tiene dos caras...
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