El sueño de la Conciencia
La Atención Consciente excluye eso que se llama Identificación. Cuando nos identificamos con las personas, con las cosas, con las ideas, viene la Fascinación, y esta última produce el SUEÑO EN LA CONCIENCIA.
Este tema trata de la transformación de uno mismo. En pasadas pláticas tratamos sobre la importancia que tiene la vida en sí misma. Dijimos también que un hombre es lo que es su vida y que ésta es como una película. Al desencarnar nos la llevamos para vivirla en forma retrospectiva en el Mundo Astral y que al retornar nos la traemos para proyectarla otra vez en la pantalla del Cuerpo Físico
Es claro que la Ley de Recurrencia existe y que todos los acontecimientos se repiten, que todo vuelve realmente a ocurrir como sucedió más las consecuencias buenas o malas. Es claro que la transformación de la vida es posible si uno se lo propone profundamente.
Transformación: Significa que una cosa cambia en otra cosa diferente. Es lógico que todo es susceptible a cambios. Los Alquimistas de la Edad Media hablaban de la transformación del plomo en oro. Sin embargo, no siempre aludían a la cuestión metálica meramente física. Normalmente querían indicar con tal palabra, la transformación del Plomo de la Personalidad en Oro del Espíritu. Así pues, conviene que reflexionemos en todas estas cosas.
En los Evangelios, la idea del hombre terrenal comparable con una semilla capaz de crecimiento, tiene la misma significación. Como la tiene también la idea del renacimiento: un hombre que nace otra vez. Es obvio que si el grano no muere, la plante no nace. EN TODA TRANSFORMACIÓN EXISTE MUERTE Y NACIMIENTO.
En la Gnosis consideramos al hombre como una fábrica de tres pisos que absorbe normalmente tres alimentos: 1º El Alimento común. Normalmente corresponde al piso inferior de la fábrica, a la cuestión esta del estómago, 2º El Aire. Está en el segundo piso, que se halla relacionado con los pulmones, y 3º Las Impresiones. Indubitablemente están íntimamente asociadas al cerebro o tercer piso. Tenemos; IMPRESIÓN-CEREBRO AIRE-PULMONES ALIMENTO-ESTOMAGO
El alimento que comemos sufre sucesivas transformaciones. Esto es incuestionable. El proceso de la vida en sí misma, por sí misma, es transformación. Cada criatura del Universo vive mediante la transformación de una sustancia en otra. El vegetal, por ejemplo, transforma el aire, el agua y las sales de la tierra en nuevas sustancias vitales, en elementos vitales para nosotros (frutas, etc.) Así pues, todo es transformación.
Por la acción de la luz solar, varían los fermentos de la Naturaleza. Es incuestionable que la sensible película de la vida que normalmente se extiende sobre la faz de la tierra, conduce a toda la fuerza Universal hacia el interior mismo del Mundo Planetario. Pero cada planta, cada insecto, cada criatura, el mismo "Animal Intelectual" equivocadamente llamado hombre, absorbe, asimila determinadas fuerzas cósmicas y luego las transforma y las transmite inconscientemente a las capas interiores del Organismo Planetario.
Tales fuerzas transformadas, se hallan íntimamente relacionadas con toda la economía del Organismo Planetario en que vivimos. Indubitablemente, cada criatura según su especie, transforma determinadas fuerzas que luego retransmite hacia el interior de la Tierra para la economía del Mundo. Así pues, cada criatura que tenga su existencia cumple la misma función.
En todo existe transformación. Así pues, la epidermis de la Tierra es un órgano de transformación. Cuando comemos un alimento tan necesario para nuestra existencia, éste es transformado, claro está, en etapas tras etapas. ¿Quién realiza dentro de nosotros ese proceso de transformación de sus sustancias? El Centro Instintivo, tan sabio es tal Centro, realmente es asombroso la sabiduría de dicho Centro. La digestión en sí misma es transformación.
El alimento en el estómago, es decir, en la parte inferior de la fábrica de tres pisos de este organismo humano, sufre transformaciones. Si algo entra sin pasar por el estómago, el organismo no podría asimilar sus principios vitamínicos, ni sus proteínas. Eso sería sencillamente una indigestión. Así, conforme nosotros vamos reflexionando en esta cuestión, llegamos a comprender la necesidad de pasar por una Transformación.
Claro está que los alimentos (físicos) se transforman. Pero hay algo que nos invita a la reflexión, y es la Transformación adecuada de las Impresiones. Para el propósito de la Naturaleza propiamente dicho, no hay necesidad alguna de que el "Animal Intelectual" transforme las Impresiones por sí mismo. Resultaría magnífico transformar las Impresiones. La mayoría de las gentes como ven el terreno de la vida práctica, creen que este mundo físico les va a dar lo que buscan y anhelan. Realmente ésta es una tremenda equivocación. La vida en sí misma entra en nosotros, a nuestro organismo, en forma de meras Impresiones. Uno no podría realmente transformar su vida si no transforma las Impresiones que llegan a la mente.
No existe realmente tal cosa como la vida externa. Estamos hablando de algo muy revolucionario, pues todo el mundo cree que el físico es lo real. Pero si nos vamos un poquito más a fondo, lo que realmente estamos recibiendo a cada momento, a cada instante, son Impresiones. Si viéramos a una persona que nos agrada o desagrada, lo primero que obtenemos son Impresiones de esa naturaleza. La vida es una sucesión de Impresiones. No como creen muchos ignorantes ilustrados: una cosa física de tipo exclusivamente material.
La realidad de la vida son sus Impresiones. Claro está que las ideas que estamos emitiendo resultan muy difíciles de captar, de aprehender. La persona que vemos sentada, por ejemplo, en una silla con tal o cual traje de color, aquél que nos saluda, aquél que nos sonríe, etc., son para nosotros cosas reales, ¿verdad? Pero si meditamos profundamente en todas ellas, llegamos a la conclusión que lo real son las Impresiones. Estas, naturalmente, llegan a la Mente por la ventana de los sentidos. Si no tuviéramos los sentidos, por ejemplo, ojos para ver, oídos para oír, ni boca para gustar los alimentos, ¿existiría para nosotros eso que se llama Cuerpo Físico? Claro que no, absolutamente no. La vida nos llega en forma de Impresiones y es allí donde existe la posibilidad de Trabajar sobre nosotros mismos.
Ante todo, ¿qué debemos hacer? Hay que comprender el Trabajo que debemos hacer. ¿Cómo podríamos lograr una transformación psicológica en sí mismos? Pues efectuando un Trabajo sobre las Impresiones que estamos recibiendo a cada momento, a cada instante. Este primer trabajo recibe el nombre de Primer Choque Consciente. Este, se relaciona con esas impresiones, que son todo cuanto conocemos del mundo exterior que estamos recibiendo. ¿Qué tamaño tienen las verdaderas cosas o las verdaderas personas? Necesitamos transformarnos cada día internamente. Al querer transformar nuestro aspecto psicológico, necesitamos Trabajar sobre las Impresiones que entran en nosotros.
¿Porqué llamamos el Trabajo sobre la transformación de las Impresiones el Primer Choque Consciente? Porque el choque es algo que no podríamos observar en forma meramente mecánica. Esto jamás podría hacerse mecánicamente, se necesita un esfuerzo auto consciente.
Es claro que cuando se comience a comprender este Trabajo, se comienza a dejar de ser hombre mecánico que sirve a los fines de la Naturaleza. Y esto va en contra de nuestra Auto-Realización Intima. Ustedes pues, empiezan a comprender el significado ahora de todo cuanto digo. Si piensan ahora en el significado de todo cuanto se les enseña aquí por la vía del esfuerzo propio, empezando por la observación de sí mismo, verán que en el lado práctico esotérico todo se relaciona íntimamente con la transformación de las energías y lo que resulta naturalmente de las mismas.
El trabajo por ejemplo, de las reacciones negativas sobre los estados de ánimo enojosos, sobre la cuestión ésta de la identificación, sobre la auto-consideración, sobre los YOES sucesivos, sobre la mentira, sobre la auto-justificación, sobre la disculpa, sobre los estados inconscientes en que nos encontramos, se relacionan con la transformación de las Impresiones.
Así convendrán que en cierto modo el Trabajo en sí, se compara a la decisión en el sentido de que en una transformación. Es necesario, pues, que reflexionemos en esto, comprendamos lo que es el Primer Choque Consciente. Es necesario formar un elemento de cambio en el lugar de entrada de las Impresiones. ¡No lo olviden! Mediante la Comprensión del Trabajo, ustedes pueden aceptar la vida como un Trabajo realmente. Entonces estarán en un estado constante de recuerdo de sí mismo. Este estado de Conciencia en sí mismo llevará a ustedes al terrible realismo de la transformación de las Impresiones.
Las mismas Impresiones normalmente, o supra-normalmente dijéramos mejor, los llevaría a una vida mejor en lo que a ustedes naturalmente respecta. Ya la vida no obrará más sobre ustedes como lo hacía antes. Comenzarán a pensar y a comprender de una manera nueva. Y ésta es, naturalmente, el comienzo de su propia transformación. Pero mientras ustedes sigan pensando de la misma manera, es claro que no habrá ningún cambio interior. Transformar las Impresiones de la vida, es transformarse uno mismo. Esta forma enteramente nueva de pensar, puede efectuarse.
Comprenderán ustedes naturalmente: Reaccionar continuamente. Todas esas reacciones forman nuestra vida personal. Cambiar la vida de uno no es cambiar realmente nuestras propias reacciones. Pero la vida exterior nos llega como meras Impresiones que nos obligan a reaccionar.
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