ComprensiónLa comprensio n en la meditacio n

Comprensión o memoria: “Recordar no es comprender. Recordar es tratar de almacenar en la mente lo que hemos visto y oído, lo que hemos leído, lo que otras personas nos han dicho, lo que nos ha sucedido. etc.. etc.. etc. 

Recordar no es comprender. De nada sirve recordar sin comprender. El recuerdo pertenece al pasado, es algo muerto, algo que ya no tiene vida. Es indispensable entender realmente el hondo significado de la profunda comprensión.

Comprender es algo inmediato, directo, algo que vivenciamos intensamente, algo que experimentamos muy profundamente y que inevitablemente viene a convertirse en el verdadero resorte intimo de la acción consciente.

Recordar, rememorar, es algo muerto, pertenece al pasado y desgraciadamente se convierte en ideal, en lema, en idea, en idealismo que queremos imitar mecánicamente e inconscientemente. 

En la comprensión verdadera, en la comprensión profunda, en la intima comprensión de fondo, sólo hay presión intima de la Consciencia, presión constante nacida de la Esencia que llevamos dentro, y eso es todo. 

La comprensión auténtica se manifiesta como acción espontánea, natural, sencilla, libre del proceso deprimente de la elección, pura sin indecisiones de ninguna especie. La comprensión convertida en resorte secreto de la acción es formidable, maravillosa, edificante y esencialmente dignificante. 

La acción basada en la recordación de lo que hemos leído, del ideal al que aspiramos, de la norma de conducta que nos han enseñado, de las experiencias acumuladas en la memoria, etc., es calculadora, depende de la opción deprimente, es dualista, se basa en la elección conceptual y sólo conduce inevitablemente al error y al dolor. 

Eso de acomodar la acción a la recordación, eso de tratar de modificar la acción para que coincida con los recuerdos acumulados en la memoria, es algo artificioso, absurdo, sin espontaneidad y que inevitablemente sólo puede conducir al error y al dolor”. 

Comparación y envidia: "Aquellas personas que quieren basar todos los actos de su vida en los ideales, teorías y recuerdos de toda especie acumulados en las bodegas de la memoria, andan siempre de comparación en comparación, y donde existe comparación existe también envidia.

Esas gentes comparan sus personas, sus familias, sus hijos con los hijos del vecino, con las personas vecinas. Comparan su casa, sus muebles, sus ropas, todas sus cosas con las cosas del vecino o de los vecinos o del prójimo. Comparan sus ideas, la inteligencias de otras personas, y viene la envidia que se convierte entonces en el resorte secreto de la acción. 

Para desgracia del mundo, todo el mecanismo de la sociedad se basa en la envidia y el espíritu adquisitivo. Todo el mundo envidia a todo el mundo. Envidiamos las ideas, las cosas, las personas y queremos adquirir dinero y más dinero, nuevas teorías, nuevas ideas que acumulamos en la memoria, nuevas cosas para deslumbrar a nuestros semejantes, etc. En la comprensión verdadera, legítima, auténtica, existe verdadero Amor y no mera verbalización de la memoria. 

Las cosas que se recuerdan, aquello que se le confía a la memoria, pronto cae en el olvido porque la memoria es infiel. 

Comprensión de cualquier defecto psicológico: "En tratándose de comprender fundamentalmente cualquier defecto de tipo psicológico, debemos sincerarnos consigo mismos. Sin evasivas de ninguna especie, sin justificaciones, sin disculpa, debemos reconocer nuestros propios errores.

Es indispensable auto-explorarnos para auto-conocernos profundamente y partir de la base cero radical. El Fariseo Interior es óbice para la comprensión. Presumir de virtuoso es absurdo. Auto- explorarse íntimamente es ciertamente algo muy serio; el EGO es realmente un libro de muchos tomos. 

Atención plena, natural y espontánea en algo que os interesa, sin artificio alguno, es en verdad concentración perfecta. 

Cualquier error es polifacético y se procesa fatalmente en las cuarenta y nueve guaridas del subconsciente. El Gimnasio psicológico es indispensable, afortunadamente lo tenemos y este es la misma vida. El sendero del hogar doméstico con sus infinitos detalles muchas veces dolorosos es el mejor salón del gimnasio. El trabajo fecundo y creador mediante el cual nos ganamos el pan de cada día es otro salón de maravillas. 

Vivir de instante en instante, en estado de alerta percepción, alerta novedad, como el vigía en época de guerra, es urgente, indispensable, si en realidad queremos disolver el yo pluralizado. En la inter-relación humana, en la convivencia con nuestros semejantes, existen infinitas posibilidades de auto-descubrimiento. 

No seria posible la comprensión de fondo sin la práctica de la meditación. Auto-revelación es posible cuando existe comprensión integra del defecto que sinceramente queremos eliminar. Auto-determinaciones nuevas surgen de la consciencia cuando la comprensión es unitotal. 

Análisis superlativo es útil si se combina con la meditación profunda, entonces brota la llamarada de la comprensión. El control de los defectos íntimos es superficial y está condenado al fracaso.

Cambios de fondo es lo fundamental y esto sólo es posible comprendiendo íntegramente cada error. Comprensión es lo primero, eliminación lo segundo". 

Samael Aun Weor

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