La Mujer y el Dragón
(Apoc. 12:1-17) "Y una grande señal apareció en el cielo: Una mujer vestida de sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas (V.1) Y estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufría tormento por parir" (V.2).
Con esta grande señal que apareció en el cielo del fin de los tiempos, nosotros los hermanos Enseñamos al hombre a edificar el templo. Hay que edificarlo sobre la roca viva; pero la roca está llena de nopales, con agudas espinas que hieren las carnes. El Hijo de Hombre nace siempre del seno de una virgen.
Nuestro adorable Salvador, sangrando en su cruz, nos Enseñó el secreto de la mujer vestida de sol, y de la iniciación venusta. Y como Jesús vio a la madre, y al discípulo que él amaba, que estaba presente, dice a su madre: Mujer, he ahí a tu hijo" (Juan 19: 26).
"Después dice al discípulo: He ahí a tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió consigo" (Juan 19: 27). Este discípulo se llamaba Juan. Este nombre se descompone en las cinco vocales: I, E, O, U, A, N. Juan es el verbo; Juan es el Hijo, y éste nace siempre del vientre de una mujer. Con esto queremos decir que sólo practicando magia sexual podemos encarnar al Cristo dentro de nosotros mismos. Sólo trabajando con el arcano A.Z.F., logramos la iniciación venusta. El verbo nace siempre de inmaculadas concepciones. El Hijo del Hombre es siempre hijo de una Virgen-Madre.
Esa mujer vestida de sol, coronada con doce estrellas y la luna a sus pies, es la mujer que ha logrado alcanzar el grado secreto de Virgen Madre. Esa es la Urania-Venus. La Reina del Cielo, que estando preñada sufre dolores de parto. "Y fue vista otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas" (V.3).
Ese dragón tenebroso gira con la rueda de los siglos. Ese dragón de las tinieblas subió del abismo y al girar la rueda caerá al abismo. El dragón del abismo es el mal del mundo, es la Logia Negra, es el enemigo secreto con sus terribles maldades. Con el número siete expiaremos nuestros errores. Los diez cuernos son la rueda del destino. Girará la rueda, y la bestia se hundirá en el abismo. Los tiempos del fin ya llegaron, y nadie sabe con exactitud, cuántos años durarán estos tiempos del fin.
El dragón de las tinieblas es el príncipe de este mundo. El dragón de las tinieblas es el yo, el mi mismo, el ego que llevamos dentro (Satán). "Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, a fin de devorar a su hijo cuando hubiese parido" (V.4).
Realmente durante la edad de hierro se cayeron millares de Bodhisattvas. El dragón de las tinieblas se para delante de la mujer para devorar a su hijo. El enemigo secreto quiere devorarnos. El nirvana tiene épocas de actividad y épocas de profundo reposo. Desde el diecinueve de febrero del año mil novecientos diecinueve, el nirvana entró en actividad, porque los tiempos del fin ya llegaron y necesitamos auxilio. El diecinueve de febrero, a las cuatro de la tarde, comenzaron a nacer las vírgenes. Millones de vírgenes del nirvana están reencarnándose ahora, para ayudarnos.
Es asombroso contemplar a esas vírgenes reencarnadas ahora, como pobres hembras, como humildes criadas. Esa es la gran señal que apareció en el cielo, esa es la Venus Urania, esa es la mujer vestida de sol y la luna a sus pies. Ella nació para ser virgen madre. El grado de virgen es el estado Buddhico. La virgen madre estando preñada sufre tormentos por parir, y el dragón de las tinieblas quiere devorar su hijo y frustrar en nosotros la encarnación del Cristo.
El anticristo aborrece el arcano A.Z.F., y no quiere que nazca el Cristo en nosotros. "Muchos son los llamados y pocos los escogidos". En noches largas de invierno nace el Cristo en el corazón del hombre. En noches de amargura y de tinieblas y lágrimas, nace el Salvador en el pesebre del mundo. "Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado para Dios y su trono" (V.5).
Esa mujer vestida de sol, coronada con doce estrellas y la luna a sus pies, pare siempre un hijo varón, el Hijo del Hombre que en estos tiempos del fin es muy fuerte, y debe regir a las gentes con vara de hierro. Realmente el Hijo del Hombre, es arrebatado para Dios y su trono. Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos y sesenta días" (V.6).
Toda virgen madre vive en su propio desierto, lejos del mundo, el demonio y la carne. Las vírgenes madres viviendo en el mundo se crean a sí mismas su propio desierto. La cantidad cabalística 1,260 se descompone así: 1 + 2 + 6 = 9. Realmente 9 es la novena esfera (el sexo). El Hijo del Hombre nace entre el fuego y el agua de la novena esfera; allí es conservada toda mujer que haya alcanzado el grado esotérico de virgen, por 1,260 días.
"Y fue hecha una grande batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón; y lidiaba el dragón y sus ángeles" (V.7). Y Miguel, y todos nosotros los hermanos del Rayo de la Fuerza, lidiamos contra el dragón de las tinieblas y contra las legiones tenebrosas de la Logia Negra. Esta lidia contra el dragón y sus ángeles negros, comenzó exactamente en el año 1950.
"Y no prevalecieron, ni su lugar fue más hallado en el cielo" (V.8). Las batallas entre las legiones de la luz y de las tinieblas, han sido terribles y espantosas en los mundos internos. "Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él" (V.9). La gran Logia Negra y todos los adeptos de la mano izquierda, moraban normalmente en las distintas regiones atómicas de la naturaleza. Desde el año 1950 comenzó la gran batalla entre la Logia Blanca y la Logia Negra.
Desde el año 1950, los secuaces de Lucifer y Ariman, los seguidores de Bons y Dugpas, los enemigos del cuarto sendero, los Nicolaítas y los tántricos Anagarikas, están entrando en el abismo. Realmente el abismo es el Avitchi de los indostaníes. El abismo son los gliphos de la cábala. Esos gliphos son atómicos, tenebrosos, sublunares. La antítesis de esos gliphos es un átomo súper divino que se halla relacionado con la iglesia de Laodicea, o loto de los mil pétalos.
Fecha última actualización: 12/08/2020
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