Mirando esto, pues, en plena confrontación lógica, vemos (del lado del Racionalismo Subjetivo) a los cohetes de cirqueros, y del lado de la Ciencia Pura y de la Razón Objetiva, encontramos nosotros las naves de los Extraterrestres. Cuando uno habla de naves de los Extraterrestres que viajan de galaxia en galaxia, muchos escépticos sonríen incrédulos. Sin embargo, ya un célebre doctor de la Nasa fue llevado en una de esas naves y escribió un libro que está en circulación. Lo que estamos diciendo tiene, pues, plena confirmación oficial...
Los hombres del Racionalismo Subjetivo pretenden inventar sueros para alargarse la vida, pero jamás han logrado inmortalizar a nadie. Hombres tan famosos como Eisenhower, Stalin y muchos otros, murieron rodeados por grandes científicos, por grandes médicos; esos son los milagros del Racionalismo Subjetivo.
En cambio, por oposición, los hombres de la Ciencia Pura, los Grandes Alquimistas de la Edad Media y de todos los tiempos, mediante su famosa Piedra Filosofal (tan mal comprendida, tan incomprendida por las gentes ultramodernas), han logrado y logran siempre el famoso “Elixir de Larga Vida”, con el cual pueden vivir, realmente, durante millones de años...
Estamos afirmando algo que hará sonreír naturalmente a las gentes del Racionalismo Subjetivo. Ellos, tales gentes, jamás podrían aceptar tales afirmaciones, nunca podrían darles cabida en su cerebro, por el hecho mismo de estar embotelladas dentro del círculo vicioso de los razonamientos subjetivistas. Para poder darle entrada a estas clases de ideas en el cerebro, se necesita haber salido, de verdad, de dentro de la botella esa de los razonamientos meramente subjetivos.
Así pues, por simple Confrontación Lógica del Ser, vemos nosotros a los DOS TIPOS DE RAZONAMIENTO: SUBJETIVO Y OBJETIVO, en franca oposición.
También, es claro, que existe la Lógica meramente formal referente al Racionalismo Subjetivista, y la Lógica Superior, esta última ha sido debidamente codificada por Ouspensky, en su famoso libro titulado “Tertium Organum, el Tercer Canon del Pensamiento”. La Lógica Superior jamás podría ser aceptada por los secuaces del Racionalismo Subjetivo, empero se fundamenta en los mismos datos de la Conciencia.
Cuando nosotros analizamos todos estos aspectos de la Mente, por simple deducción lógica tenemos que aceptar los diversos Niveles del Ser, habrán gentes que entenderán estas ideas y habrán gentes que nunca las han entendido y jamás las entenderán.
Es claro, en el camino de la existencia hay de todo, no podríamos nunca negar que hay SIETE NIVELES DEL SER, que hay Siete Clases de Gentes, Siete Clases de Hombres, usando la palabra “Hombre” en los cuatro primeros casos en forma meramente convencional y como para no herir susceptibilidades.
Así como existen los Centros INTELECTUAL, EMOCIONAL, MOTOR, INSTINTIVO Y SEXUAL así también existen distintas clases de hombres, algunos tendrán su centro de gravedad en el Instinto, otros lo habrán fijado en el Cerebro Motor, o Centro Motor, otros en el Emocional, y algunos más en la Mente, etc., etc., etc. No hay duda de que el sujeto meramente INSTINTIVO, se mueve en una forma podríamos decir, cuasi-unidimensional que va de lo agradable a lo desagradable y eso es todo. Esa clase de gentes obviamente no gustan de nada que los pueda dañar su comodidad, sólo anhelan sus placeres agradables.
El Segundo Nivel lo podemos encontrar en personas completamente EMOCIONALES, dichas personas se desenvuelven claramente en el mundo de las Emociones Inferiores, no entienden de razonamientos, su vida es Sentimental.
La Tercera Clase de gentes, pertenecen al Nivel meramente INTELECTIVO o Intelectual, son gentes cuyo centro de gravedad está en el cerebro, en el intelecto, poseen la Razón Subjetiva, no han desarrollado la Razón Objetiva, difícilmente podrían romper el círculo vicioso del intelecto, quieren someter todas las cosas del Universo a silogismos, esilogismos, o prosilogismos, a métodos deductivos e inductivos, a procesos analíticos fundamentados exclusivamente en lo místico-sensorial, jamás entenderían algo que se saliese del círculo del conceptualismo subjetivo.
Como quiera que sus razonamientos se basan en los datos proporcionados por los cinco sentidos (que son ver, oír, tocar, palpar, gustar, oler), obviamente, exigen que toda información que a ellos llegue tenga por fundamento los sentidos externos; cuando alguna información llega al centro intelectivo desprovista de los datos sensoriales externos, sencillamente es rechazada por el hecho mismo de que no es comprendida, si tiene fijadas sus actividades en el centro de gravedad del Intelecto, no es posible que pueda entender cosas que no pertenecen al Intelecto.
Un Cuarto Nivel de hombre es diferente. En el Cuarto Nivel de hombre encontramos nosotros el perfecto DESARROLLO Y EQUILIBRIO armónico de todos los centros. En el Cuarto Nivel hallamos perfecta armonía y concordancia rítmica en el funcionalismo de los Cinco Centros de la Máquina. Para llegar al Cuarto Nivel hay que desarrollar íntegramente todos los centros. Nadie podría desarrollar los Cinco Centros de la Máquina si rechazara todas aquellas actividades que en el mundo existen.
Es claro que todo lo que hay en el mundo sirve para el desarrollo de cada una de las partes de los centros. No está de más saber que cada uno de los Centros de la Máquina poseen diversas partes. El Centro Sexual trabaja armónicamente y se desarrolla armoniosamente mediante la transmutación de la Energía Creadora.
El Centro Instintivo no necesita pasar por ningún régimen educativo, bien puede él educarnos, pues es quien nos mantiene vivos, quien regula todas las actividades del organismo y las dirige sabiamente, cuando nosotros queremos enseñarle al Centro Instintivo nos exponemos a perder la vida o a enfermarnos. No está de más recordar que no funcionaría jamás el corazón, ni el hígado, ni los riñones, si no poseyéramos en nuestra Naturaleza el Centro Instintivo.
El Centro Motor o del Movimiento se educa mediante hábitos armoniosos, revisando detenidamente toda nuestra conducta habitual, eliminando determinados hábitos, tomando otros, eliminando los que no nos convienen, seleccionando, aprendiendo nuevos hábitos que sí nos convienen, practicando determinados ejercicios o sencillamente deportes sanos, caminatas al aire libre.
También se desarrolla aprendiendo actividades relacionadas con el trabajo manual, ya sea en la mecánica, el manejo de automóviles, de bicicleta, o simplemente montar a caballo, o el nadar, etc., etc. El Centro Emocional puede desarrollarse en su forma superlativa mediante el cultivo de las artes. No está de más aprender a tocar algún instrumento, escuchar a Beethoven, a Mozart, a Listz, apreciar la belleza estética, saber pintar, etc.
El Centro Intelectual puede desarrollarse mediante el estudio de la botánica, de la astrología, de la medicina, sencillamente estudiando el esoterismo, etc., etc., etc. Indubitablemente, nadie podría, por ejemplo, llegar a ser “Hombre Número Tres” sin haber pasado por los niveles intermedios.
Si alguien se encuentra en el nivel meramente instintivo y desea convertirse en hombre más elevado, salir del estado meramente instintivo, o sea el “Número 1”, convertirse en el Hombre Emocional (que es el Nivel 2), tendría que darse cuenta de que su vida instintiva absorbe totalmente las actividades de su existencia, de que solamente vive de acuerdo con los instintos animales, podrá comprender todo eso y desarrollar luego inteligentemente en su naturaleza el aspecto emocional.
Así pues, el primer Hombre, es el Número 1, el Instintivo; el segundo, el Emocional; el tercero, es el Intelectual. Quien quiera fijar su centro de gravedad en el intelecto, pues tendrá que estudiar, analizar, comprender, y una vez que hemos desarrollado estos centros debemos equilibrarnos armoniosamente.
Cuando uno analiza detenidamente los Cinco Centros de la Máquina, puede darse cuenta de que la “TORRE DE BABEL” está FORMADA POR LOS HOMBRES Número 1, 2 y 3 . Es en esa “torre” donde existe la confusión de lenguas, donde nadie entiende a nadie, donde se procesan todas las guerras, donde se forman todos los conflictos de la humana especie.
Obsérvese cuidadosamente las actividades de la raza humana, obsérvese las guerras y los problemas de toda índole, es lógico, en la “Torre de Babel” se han fraguado todos los problemas de la humanidad. Más allá de esa torre están los Hombres del CUARTO NIVEL; las gentes que tienen ya LOS CINCO CENTROS DE LA MÁQUINA EN TOTAL EQUILIBRIO; las gentes que ya no tienen fijado su centro de gravedad en el Intelecto exclusivamente, o en la parte puramente Mecánica Emocional, o exclusivamente en la cuestión del Instinto.
Los Hombres del Cuarto Nivel buscan, quieren saber algo más, anhelan, necesitan inquirir, indagar, aspiran a conocer el significado de la vida; presienten que la vida debe tener alguna significación, que todo esto tiene que tener algún sentido, y en su deseo pues de querer saber, no se contentan con los conceptos meramente intelectivos, no les satisfacen; esos son los que están buscando por aquí, por allá y acullá. Los Hombres del Cuarto Nivel son pues la esperanza del mañana.
Existen también las gentes del Quinto Nivel, son pocas pero existen. LOS HOMBRES DEL QUINTO NIVEL, son los que se han dado el lujo de fabricar para su uso personal, un CUERPO ASTRAL. Indubitablemente, la fabricación de un Cuerpo Astral es un lujo que muy pocos pueden darse.
No es urgente para el vivir poseer un Cuerpo Astral. El cuerpo físico como quiera que está dotado de un fondo vital orgánico, es claro que posee, en sí mismo, todos los principios que se necesitan para existir. El Cuerpo Astral es diferente, uno sabe que tiene un Cuerpo Astral cuando puede usarlo, como las manos, como los pies; cuando puede viajar con ese vehículo fuera del Cuerpo Físico, cuando puede transportarse a cualquier lugar remoto de la Tierra o del infinito con él mismo.
Para fabricar el Cuerpo Astral se necesita forzosamente transmutar el Exiojejarí, es decir, el Esperma Sagrado, en Energía Creadora; obviamente, tal energía, en sí misma, es el famoso Hidrógeno Sexual Si-12. Cuando cristaliza dicho hidrógeno en nuestras células y en el interior de nuestro organismo, viene a tomar la figura maravillosa y extraordinaria del Cuerpo Astral.
No está de más afirmar en forma enfática, de que ese Vehículo Sideral, también tiene su sangre y sus funciones. El Hambledzoin del Ser, o sea, la sangre misma del Cuerpo Astral; las partículas del Hambledzoin, están contenidas en la sangre del Cuerpo Físico.
El Hambledzoin del Ser es elaborado con la vibraciones magnéticas que vienen de los planetas del Sistema Solar; tales vibraciones magnéticas son asimiladas en nosotros por la respiración y a través de los poros, sufren en nuestro interior distintas combinaciones hasta que por último se convierten en el famoso Hambledzoin del Ser, en la sangre misma del Cuerpo Astral, esa sangre que circula por las venas de dicho Vehículo Sideral, pero como ya dije, hay que primero fabricar el Cuerpo Astral.
Muchos Pseudo-ocultistas y Pseudo-esoteristas creen que tienen tal vehículo y están equivocados; aquel que haya llegado al perfecto despertar de la Conciencia, podrá evidenciar por sí mismo que la mayoría de la humanidad aún no poseen ese vehículo, que son muy raros los que realmente lo tienen. Para hablar en un lenguaje asequible a quienes me escuchen, podré decirles que aquéllos que aún no poseen ese cuerpo, fuera del cuerpo físico parecen fantasmas, mas quienes poseen el Vehículo Sideral, fuera del cuerpo físico se les ve revestidos de una Personalidad definida.